Un brote de botulismo causa la muerte ya de 500 aves en la Albufera

El brote de botulismo en la reserva del Tancat de la Pipa, ubicada dentro del parque natural de la Albufera de Valencia, ha causado la muerte de 500 aves muertas y 83 enfermas, y ha afectado a 18 especies, según el último registro. Las organizaciones ecologistas SEO/Birdlife y Acció Ecologista Agró, gestoras desde hace 10 años de esa reserva de aves y filtro verde del agua, aseguran que la enfermedad no se ha detectado fuera de las 40 hectáreas del Tancat de la Pipa cuya extensión total es de 21.1...

El brote de botulismo en la reserva del Tancat de la Pipa, ubicada dentro del parque natural de la Albufera de Valencia, ha causado la muerte de 500 aves muertas y 83 enfermas, y ha afectado a 18 especies, según el último registro. Las organizaciones ecologistas SEO/Birdlife y Acció Ecologista Agró, gestoras desde hace 10 años de esa reserva de aves y filtro verde del agua, aseguran que la enfermedad no se ha detectado fuera de las 40 hectáreas del Tancat de la Pipa cuya extensión total es de 21.120 hectáreas, de las cuales unas 2.300 corresponden a la laguna de agua dulce y unas 15.000 son cultivos de arroz.

Los ecologistas y los operarios de la Generalitat y el Ayuntamiento hacen prospecciones diarias para retirar los cadáveres e incinerarlos con el fin de evitar la propagación de la enfermedad. El botulismo es una intoxicación causada por la ingestión de una toxina producida por la bacteria costridium botulinum. Las aves se intoxican al ingerir invertebrados (como larvas de moscas) que han ingerido cadáveres en descomposición. Los brotes de botulismo suelen declararse en verano, cuando se producen temperaturas altas y prolongadas que favorecen el crecimiento de la bacteria, al igual que la falta de oxígeno en el agua.

Las aves mueren frecuentemente ahogadas porque la intoxicación produce parálisis flácida que les impide mantener el cuello erguido. El botulismo aviar no se transmite al ser humano, que se puede intoxicar por la ingesta de alimentos en mal estado, conservas caseras, carnes curadas o fermentada, pescados con tratamientos leves de conservación (ahumado) o productos envasados al vacío.

El 85% de los cadáveres hallados corresponden a ánades reales (los populares collverd, su nombre en valenciano), la especie más abundante en el parque con una población de entre 4.000 y 5.000 individuos en verano (entre 10.000 y 20.000 en invierno), según SEO/Birdlife en la Comunidad Valenciana y Acció Ecologista Agró. Ambas entidades, "por recomendación de la Consejería de Medio Ambiente de la Generalitat, gestora del parque natural, y en consenso con el Ayuntamiento", el propietario, decidieron desecar el Tancat de la Pipa, un humedal artificial para el tratamiento de limpieza del agua, para evitar concentraciones de aves y que, en consecuencia, se pudiera dispersar la bacteria. Otras especies afectadas son la garceta común, la cigüeñuela, la gaviota reidora, el morito, la focha común y la gallineta común.

Es la primera vez que se detecta botulismo en el Tancat de la Pipa. La propia Albufera de Valencia y humedales españoles como Doñana o Daimiel han padecido la enfermedad en años anteriores. El brote actual se produce semanas después de que estallara la polémica por la apertura de las compuertas de la laguna que van a dar al mar por parte de los arroceros para sus cultivos. La fiscalía consideró "alarmante" el descenso del nivel de agua del lago, por debajo del mínimo exigido por la Generalitat, y pidió que la Generalitat asumiera la gestión de las compuertas, además de abrir diligencias. 

La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA), la principal del sector, también entre los arroceros, fue muy crítica ayer con la gestión del Tancat de la Pipa. Reiteró, como ya lo hizo con la denuncia de la fiscalía, que el paraje natural "no existiría sin la gestión racional del agua que llevan a cabo los agricultores de la zona", y que el brote "podría haber sido evitado si el agua en lugar de estar estancada hubiera estado en movimiento, como sí ocurre en los arrozales gestionados por los agricultores del parque, ya que el oxígeno impide la aparición de bacterias anaerobias". El responsable de la sectorial arrocera de AVA, Miguel Minguet, cargó contra el filtro verde del Tancat de la Pipa e incidió en que "el problema lo está generando la administración al no dejar circular el agua con normalidad". Se preguntó, además si la fiscalía abriría también diligencias.

También el presidente de la Federación de Caza de la Comunidad Valenciana, Raúl Esteban, se ha sumado a las críticas contra la gestión ecologista. Cuestionó la decisión de secar la reserva, "cuando se tenía que hecho lo contrario", inundar esta parte del humedal para ayudar a diluir la toxina", según publica el diario Levante EMV. También pidió una gestión científica del Tancat.    

Desde Acció Ecologista Agró se incide en que el Tancat es un humedal artificial para mejorar la calidad del agua, un gran "filtro verde", donde "al agua fluye constantemente". "En verano, por el acuerdo de gestión, se incrementa el volumen de entrada a 7.0000 metros cúbicos de agua diarios, tres piscinas olímpicas, que fluyen por los filtros verdes y se renueva cada tres días", bajo la supervisión de la Universidad Politécnica de Valencia.

Sobre el secado, los ecologistas aseguran que es la medida que se aplica en muchos humedales para el control de brotes, sobre todo cuando hay carestía de agua, y se recuerda que en la temporada 2017-2018, los cazadores abatieron 9.686 ejemplares de collverd, la principal especie afectada.

Si bien el Tancat de la Pipa cuenta con su propia vía de entrada, la mala calidad del agua de la laguna, con elevadas concentraciones de nitrógeno, fósforo y materia orgánica y poca presencia de oxígeno, también le afecta.