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La aplicación que vino de Alemania y tiene enganchados a 90.000 vecinos españoles

¿Tienes sal? es una plataforma que pone en contacto a vecinos para quedar a tomar una caña o cuidar mascotas y que sirve como un tablón para anunciar clases de baile o quedadas para hacer ganchillo

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Diego Reberdito y Rosa García, en primer término, bailan bachata en el bautizado como Parke del baile BLM en Vallecas (Madrid).

Un vecino de Vallecas se la ha colado a Google. Juan Carlos Crespo le sugirió al gigante de Internet un nombre para la explanada –aún sin bautizar– en la que se reúne a bailar con su grupo Bachata Libre Madrid. Si se busca en Google Maps este espacio abierto pegado al metro de Valdecarros figura como Parke del baile BLM. “Puse parke para ahorrar una letra”, resta trascendencia Crespo. “Bueno, y por identidad. Con k es más de Vallecas”, añade. Algunos colectivos de este distrito obrero del este de Madrid utilizan la k en sus nombres como símbolo de rebeldía.

El grupo Bachata Libre Madrid (BLM) ha ido creciendo desde que se formó en 2015. En el último año han encontrado otra manera de sumar adeptos a su cita de los miércoles en el parke. Se llama ¿Tienes Sal?, una app que pone en contacto a vecinos del mismo barrio. Los hay que buscan a alguien que les cuide la mascota o las plantas en verano; algunos lo utilizan para dar avisos como la apertura de un nuevo comercio local y otros, como si fuera una red social.

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Sonia Alonso, fundadora de la aplicación que conecta a vecinos ¿Tienes Sal?

Olivia Arroyo es un ejemplo de esto último. Tiene 38 años, vive en Vallecas desde 2008 y hace cinco meses escribió en el tablón de esta aplicación: “Este viernes a las 9 voy a estar en el bar Congosto 47. Que venga quien quiera”. Se presentaron tres chicas. “Podría no haber venido nadie”, y ríe a carcajadas. De ese primer encuentro surgió un grupo que ahora cuenta con una docena de integrantes. En su mayoría solteros, aunque está cuajando una nueva pareja. “Estamos todo el día aquí. A veces se nos va de las manos”, cuenta la lianta, como la conoce el resto por su facilidad para armar planes. Han estado en Toledo y en Segovia de viaje. “Ahora queremos ir a Londres”, explica delante de una tapa de boquerones fritos en el bar que toma el nombre de la calle en la que se ubica.

¿Tienes Sal? funciona en Madrid y Barcelona y en las ciudades periféricas de estas capitales. Cuenta con 90.000 usuarios que han validado su identidad y dirección, fundamental para que no entren perfiles falsos. Cada distrito se divide en vecindarios para facilitar la comunicación y el encuentro: en Vallecas, 3.821 vecinos usan la plataforma. “El tamaño de un vecindario lo delimita el hecho de que puedas ir andando de la casa de un usuario a la de otro”, explica Sonia Alonso, que vivió 11 años en Berlín y de allí se trajo la idea. La app es una filial de Nebenan, que surgió en Alemania en 2015. Alonso se encargó de lanzar la versión española hace un año desde Madrid. Formada en marketing e investigación de mercados, esta barcelonesa de 35 años estaba cansada de trabajar para una multinacional norteamericana. “Buscaba algo más social”, afirma. Alonso atendió a refugiados en el aeropuerto abandonado de Tempelhof, el lugar que acogió a una parte de la gran oleada que llegó en 2015. “Vale que ¿Tienes Sal? no es una ONG, pero ayuda a la sociedad”, argumenta.

Combatir la soledad

Se tiende a relacionar la soledad con los mayores pero afecta a todas las edades. “Hay gente joven muy sola. Llamar a una puerta es difícil, pero mandar un mensaje por una aplicación no lo es tanto”, cuenta Alonso, que aboga por no demonizar las redes sociales. “Se nos ha ido un poco de las manos, pero utilicémoslas para lo contrario. La gente quiere hacer cosas, salir. Se trata de que pierdan los miedos y los prejuicios”, afirma.

Rosa García, maestra de 56 años, vivía en Embajadores hasta hace un año, cuando se separó de su marido y se trasladó a Vallecas. Estaba acostumbrada a pasear por su antiguo barrio y a saludar a unos y a otros. “Iba con mis hijos, hablaba con todo el mundo. Pero al cambiarme de zona me costó mucho. Y mira que no soy nada parada”. Ha encontrado apoyo en el grupo de baile. “Tenía un problema de espalda y bailar me ha ayudado mucho. Los primeros días iba incluso con muletas”, cuenta García. “Les estoy enormemente agradecida a estos chicos”, añade. Acto seguido Diego Reberdito, administrador y profesor del grupo de bachata y también separado, le agarra la mano en una muestra de cariño. “Está hecha una rosa”, la elogia en el bar Congosto 47 delante de la fundadora de ¿Tienes Sal? y de Arroyo, la líder del grupo de amigos.

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Olivia Arroyo, Juanjo Fernández, Diego Reberdito, Rosa García y Sonia Alonso brindan en el bar vallecano Congosto 47.

El grupo de bachata –y de salsa, merengue y kizomba– recibe a bailarines con y sin nociones de todas las edades, un ejemplo de integración intergeneracional. Los sábados se juntan en el cerro del Tío Pío, conocido popularmente como el de las siete tetas, y los miércoles, en la explanada de Valdecarros. Antes lo hacían en el Retiro, pero se lo prohibieron. “Los del mercado de Doña Carlota nos propusieron que fuéramos allí a bailar. Así incentivamos el comercio local”, afirma Reberdito ataviado con un pantalón blanco vaporoso y amplio.

Juanjo Fernández, otro de los integrantes de la panda formada por Arroyo, aparece en la sede, como llaman al bar Congosto 47. Nada más entrar, la lianta le habla del grupo de baile. Ella se acaba de enterar pero ya ha avisado de que va a liar a algún amigo para que se pasen un día a probar. “Sabes que me apunto a un bombardeo”, dice Fernández. “No se viene a ligar… Hombre, a los que vienen a eso se les ve rápidamente”, afirma Reberdito, funcionario en una oficina de Extranjería.

Conocer un barrio por el tablón de anuncios

Cuenta Alonso que el tablón de la app para el barrio Lavapiés, al sur de Madrid, está lleno de eventos sociales. En el de Pozuelo de Alarcón (Madrid), el pueblo con la renta per cápita más alta de España (25.957 euros, según el Instituto Nacional de Estadística), abundan anuncios para cuidar mascotas. En Leganés, ciudad dormitorio al sur de la capital, destacan nuevos vecinos que quieren hacer amistades. En Argüelles, ubicado en el próspero Chamberí, Olof Cejas, de 25 años, formó junto a una amiga un club de lectura. Quedan una docena de vecinos en una terraza silenciosa o en una cafetería cada dos o tres semanas para comentar un libro. "Argüelles [cerca de Ciudad Universitaria] acoge a muchos estudiantes que van y vienen. Esta aplicación ayuda a hacer barrio”, afirma este licenciado en Ciencias Políticas de Tenerife, de nombre sueco en homenaje al político socialdemócrata Olof Palme, y que también ha creado en la app un grupo para jugar a juegos de mesa.

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Iris Schippels, la segunda por la izquierda, junto con sus amigas con las que queda para hacer ganchillo en una cafetería de Barcelona.

Otra vecina que se lo pasa bien con sus nuevas amigas es Iris Schippels. Alemana de 54 años residente en Barcelona, se sirvió de ¿Tienes Sal? para crear un grupo de amantes del ganchillo. Todas las semanas quedan entre cinco y diez mujeres para hilar, bien en un parque o en una cafetería cuando hace mucho calor. "Barcelona es grande. Cuesta mucho encontrar a gente", explica. "Uso también Facebook e Instagram, pero para conocer vecinos esta aplicación es estupenda", afirma. La app continúa su expansión vecinal: según Sonia Alonso, funcionará en Valencia a partir de septiembre.

Brigada vecinal de limpieza

Xàbia neta entre tots es otra iniciativa que reúne a vecinos a través de una plataforma digital para mejorar la imagen y la convivencia, en este caso de un pueblo entero. Unos amigos de Jávea (Alicante) crearon un grupo de participación ciudadana para limpiar zonas de poco tránsito en las que algunos lugareños poco concienciados arrojan desperdicios. Han limpiado desagües naturales, como el que va hacia el canal de la Fontana, cauces de ríos anegados por los temporales y han retirado cañas y barro que la lluvia arrastró hasta las playas. Los hijos de los voluntarios suelen sumarse a estas jornadas: la mejor manera de concienciar a las futuras generaciones. Esta es una de las iniciativas que agrupa FeliZiudad, la plataforma digital de Renault que ilustra buenas prácticas destinadas a mejorar la calidad de vida en barrios y pueblos.

Descubre más iniciativas como esta en feliziudad.es

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