Así salvaron al zorro con la cabeza atrapada en un bote de plástico

El zorrito, un ejemplar joven nacido este año, agonizaba el sábado pasado bajo un sol inclemente con la cabeza atrapada en un bote de plástico. Luis Velasco, miembro de la plataforma conservacionista madrileña Entorno Meaques Retamares, se topó con él cuando paseaba por la zona, muy cercana al humedal Entorno Meaques, situado entre los términos municipales de Madrid y Pozuelo de Alarcón. "El calor era tremendo y ni se movía, porque no tenía casi espacio para respirar. Estaba apretando el bote hacia abajo con la cabe...

El zorrito, un ejemplar joven nacido este año, agonizaba el sábado pasado bajo un sol inclemente con la cabeza atrapada en un bote de plástico. Luis Velasco, miembro de la plataforma conservacionista madrileña Entorno Meaques Retamares, se topó con él cuando paseaba por la zona, muy cercana al humedal Entorno Meaques, situado entre los términos municipales de Madrid y Pozuelo de Alarcón. "El calor era tremendo y ni se movía, porque no tenía casi espacio para respirar. Estaba apretando el bote hacia abajo con la cabeza para que le entrara un resquicio de aire", explica.

Debido a la mala situación del animal, decidió acercarse para liberarlo, y mientras lo hacía pensaba en la mejor manera para evitarle cualquier sufrimiento extra. "El plástico le estaba haciendo ventosa, no podía oler, ni oír ni seguramente ver. Yo no tenía muy claro como podía sacarle de ahí", añade. Finalmente, lo inmovilizó colocándole el pie entre la cadera y las patas "sin hacerle daño". El zorro se asustó, pego un salto hacia atrás del susto y se liberó. "Fue una verdadera suerte, salió perfecto".

"Mierda de plástico", exclamó Velasco tras la liberación del animal. "Luego cogí el bote y lo tiré a un contenedor amarillo. La gente no se conciencia de que la naturaleza hay que cuidarla y que no se deben dejar residuos, y mucho menos plásticos, es un peligro", advierte. 

El grupo conservacionista al que pertenece Velasco lleva años luchando por proteger el área, debido a la gran biodiversidad que alberga. En el humedal y su entorno, cercano al popular barrio madrileño de Aluche, viven meloncillos, turones, zorros, ginetas, rapaces nocturnas, además campean el buitre leonado y negro, el águila culebrera, azores, entre otros.