Chloé Wallace: “Una cámara pesa como un niño de cuatro años y nadie se plantea si una mujer puede cogerlo en brazos”

Se ha pasado el juego. Antes de cumplir los 30, Chloé Wallace ha dirigido una serie, una película y escrito un libro. Y ya se prepara para lo siguiente: aspira a dirigir a su hermana, Nicole Wallace, en un proyecto muy personal

La directora Chloé Wallace.Laia Benavides

Se llama Chloé María Wallace del Barrio. Es mitad estadounidense, mitad española. Creció en la sierra madrileña, ha vivido en Londres, Nueva York y Los Ángeles y hace un par de años regresó a Madrid. Cuenta que a los cinco años se obsesionó con El mago de Oz: “Hacía performances con mi perro y el aro, me disfrazaba...”. Ahora, a punto de cumplir 30 (los hará el 24 de agosto) ya ha publicado un libro (Hola, stranger, con la editorial ...

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Se llama Chloé María Wallace del Barrio. Es mitad estadounidense, mitad española. Creció en la sierra madrileña, ha vivido en Londres, Nueva York y Los Ángeles y hace un par de años regresó a Madrid. Cuenta que a los cinco años se obsesionó con El mago de Oz: “Hacía performances con mi perro y el aro, me disfrazaba...”. Ahora, a punto de cumplir 30 (los hará el 24 de agosto) ya ha publicado un libro (Hola, stranger, con la editorial Lava), dirigido una serie (Un cuento perfecto, que triunfó en Netflix) y una película (Mala influencia, ahora en fase de montaje). Con 13 tenía un blog, después hizo una newsletter. “Siempre he sido muy precoz, cuando empecé a dirigir acababa de cumplir 20. Y también soy una persona muy ambiciosa. Siempre tenía prisa, no he sido muy paciente. Tenía muy claro qué quería hacer”, reflexiona. Se explica rápido, solapa frases, quiere decir muchas cosas. Esa ambición ha sido su motor, lleva años diciendo que algún día aspirará a un Oscar. “Nunca la he sentido como algo negativo, gracias a mi madre. Creo que las mujeres cuando hablaban de su ambición, no lo hacían de una forma negativa, pero se retrataba desde otro lugar. Si un hombre lo es no se le dice nada”.

Total look de H&M STUDIO, zapatos de PRADA y choker de SWAROVSKI.LAIA BENAVIDES

“En mi cabeza la palabra ‘todo’ siempre ha sonado cautivadora. Apetitosa. Todo, poder hacerlo todo, aunque luego acabes haciendo nada”, escribe Wallace en Hola, stranger. En sus 283 páginas se abre: cuenta que sufrió bullying de los 7 a los 13 años, cómo descubrió su bisexualidad, que a los 18 le diagnosticaron bulimia, que a veces es muy feliz y consciente de su suerte, pero a la vez llora y se siente fatal. ¿Se ha guardado algo? “Cosas familiares difíciles de tocar, cosas más oscuras. Ahora siento que el libro es sobre una etapa de mi vida, de cuando estaba como nómada y buscando la idea de casa”, apunta. Su primer interés fue la música, estudió flauta en el conservatorio; luego pensó en ser actriz, pero lo descartó, decidió ponerse detrás del objetivo, comenzó como fotógrafa para después dirigir publicidad y ahora cine. “Es más fácil esconderse detrás de la cámara”, argumenta, “estar delante es estar muy vulnerable”. Esa posición es la que ha escogido su hermana, Nicole Wallace (Skam, Culpa mía, Ni una más), a la que aspira a dirigir pronto. “Me gustaría hacer un proyecto personal, una peli”, avanza, “en una de las ideas que tengo un papel es para ella, ha sido mi musa durante mil años, tenemos una conexión que no tendré nunca con nadie”.

Chloé Wallace lleva gafas de PRADA.LAIA BENAVIDES

Hasta ahora ha dirigido por encargo. La comedia romántica Un cuento perfecto se basaba en un libro de Elísabet Benavent y Mala influencia mezcla romance y thriller inspirándose en una novela de Wattpad de Teenspirit. “La etiqueta ‘cosas de chicas’ sigue pesando mucho en la sociedad, con la crítica y dentro de la industria. Pasa también con lo mainstream, pasó con Barbie, con estos fenómenos que están haciendo muchísimo dinero, dando muchísimo trabajo y funcionando muy bien. Pero yo creo que se ha tomado el concepto y se está reivindicando: pues que vivan las cosas de chicas, son las mejores cosas del mundo, vivan las mujeres. Creo que las mujeres somos capaces de hacerlo”. Aun así, admite que las categorías de alta y baja cultura siguen pesando: “Todavía hay mucho prejuicio hacia las comedias románticas, a dirigir cosas mainstream... Yo la primera. Mi sueño nunca ha sido dirigir una novela de Wattpad, era hacer algo indie, de autor, además que vengo de hacer un máster en NYU (New York University), donde todo es de autor, el amor al arte y sufrir en el arte... Pero creo que puedes crear un mundo en el que, ¿por qué no?, pueden ser compatibles las dos cosas. Yo siempre pienso en Nora Ephron, que es una escritora increíble pero que era supermainstream”.

Chloé Wallace lleva vestido de ISSEY MIYAKE, abrigo de MARNI, zapatos de HOGAN y guantes de ZARA.LAIA BENAVIDES

Dentro de esa estela de romper estereotipos, reconoce que no comprende la imagen del director que pone al límite al equipo. En su último rodaje ha compartido tiktoks con técnicos y actores, bailando, divirtiéndose. “Me comía mucho la cabeza pensando en qué tipo de directora quiero ser, cómo comunicarme con el equipo. Y me he dado cuenta de que lo mejor es que la gente esté cerca de ti, ir contento a trabajar”, subraya. En Mala influencia gran parte del equipo ha estado formada por mujeres, de su coguionista a la directora de fotografía. “Es algo que siempre intento buscar, porque la energía es muy diferente. Cuando empecé me planteé ser dire de foto y no había referentes, te decían que el equipo pesa mucho, pero una cámara pesa como un niño de cuatro años. Y nadie se platea si una mujer puede coger en brazos a un niño, pero la cámara sí”.

Jersey de LOEWE, chaqueta de MIU MIU, gafas de PRADA y pendiente de SWAROVSKI.LAIA BENAVIDES

¿Ha cambiado la industria desde el MeToo? “Se ha avanzado mucho, creo que estamos por muy buen camino, pero la verdad es que todavía hay una falta de comunicación interior y de estructura para las mujeres”, lamenta. “A raíz de lo de Carlos Vermut soy muy consciente de que como directora tienes mucho poder sobre tu equipo”, indica, y se manifiesta “un poco desilusionada, porque hay rumores sobre actores y directores en la industria y la gente sigue trabajando con estas personas”. Ella misma compartió en Instagram una experiencia de acoso sexual hace años con un director: “Ni he dicho su nombre ni buscaba una cancelación pública, pero sentía una frustración. A raíz del post me escribió gente que había vivido situaciones similares. Hay que ser consciente de con quién trabajas y con quién quieres relacionarte”.

Ella tiene muy clara la gente con la que le gustaría compartir proyectos en el futuro: “Silma López, Fernando Valdivielso, Claudia Traisac... Tengo un montón de amigos talentosísimos”. Con muchos de ellos espera poder celebrar su cumpleaños en agosto. Les preparará dirty gin martinis y rhum punch, sus cócteles estrella. Siente que por fin ha vuelto a casa, como Dorothy. Siguiendo el camino de baldosas amarillas.

Equipo

Estilismo Ángela Esteban Librero
Maquillaje y peluquería Lucas Margarit (Another Agency) para Dior Beauty
Producción  Cristina Serrano
Asistente de fotografía Ana Eguizábal
Asistentes de estilismo Belén Claver y Laura Ortega

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