Preguntas y respuestas sobre la melatonina, la hormona de moda para dormir
Las ventas de estos suplementos no deja de crecer, pero los expertos abogan por mayor regulación y que se considere un fármaco
Un estudio con datos en Estados Unidos ha puesto cifras a una tendencia creciente: el consumo de suplementos de melatonina aumentó significativamente entre los años 1999-2000 y 2017-2018 en todos los grupos demográficos. Aunque no existen datos sobre la situación en España, los expertos consultados coinciden en señalar que la sensación es que nos encontramos en una tendencia alcista similar, que se ha acelerado en los últimos años. “Ha llegado un momento en el que es raro que un paciente que llega a una Unidad de Sueño no haya probado ya la melatonina. De hecho, muchos de ellos la siguen tomando a pesar de que no hayan notado beneficios”, sostiene Elena Urrestarazu, neurofisiología clínica de la Clínica Universidad de Navarra.
La melatonina, conocida como hormona del sueño, es producida de forma natural por el organismo en función de sincronizadores externos como la oscilación luz/oscuridad (el más poderoso de ellos) o los horarios de actividad física, alimentación y vida social. Por la mañana, expuestos a la luz natural, los niveles de melatonina bajan a mínimos. Por la noche, con la oscuridad, estos se disparan para inducir el sueño. Que, partiendo de esta base, la melatonina sea la hormona de moda, se explica en parte por el incremento imparable de los problemas de sueño, provocados en muchos casos por malos hábitos —exposición a luz brillante por la noche, uso de pantallas, cenas tardías, etc.— que desincronizan nuestro reloj biológico e inhiben la secreción de melatonina. Según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN), un 48% de la población española no tiene un sueño de calidad y el 54% duerme menos de las horas recomendadas.
La otra explicación a este auge se encuentra en la disponibilidad de esta hormona y en la facilidad para adquirirla: las industrias farmacéuticas y de complementos alimenticios han visto el filón y no paran de sacar nuevos productos con melatonina. Como en España la melatonina solo se considera un fármaco a partir de una concentración de 2 mg, estos productos se venden como complementos alimenticios y se pueden adquirir sin receta médica en cualquier farmacia, herbolario o en los lineales de muchos supermercados, lo que abre la puerta a la automedicación, muchas veces, señalan los expertos, el peor enemigo posible, ya que no es difícil empeorar el problema de sueño creyendo haber encontrado una solución milagrosa.
Ante este escenario, EL PAÍS ha consultado a varios expertos para dar respuesta a algunas preguntas básicas sobre el uso de la melatonina.
¿Para qué está indicada la melatonina?
Aunque se utiliza —y se puede utilizar en determinados casos— como un fármaco hipnótico, para provocar el sueño, lo cierto es que la melatonina es, ante todo, un cronorregulador del ritmo de sueño y de vigilia. “La melatonina es un potente regulador del ritmo circadiano, actúa como una señal que indica al cuerpo cuándo debe comenzar la liberación de otros neurotransmisores del sueño. Por eso, resulta especialmente útil en los trastornos del ritmo circadiano”, explica Ainhoa Álvarez, presidenta de la Sociedad Española de Sueño. Entre esos trastornos hay algunos bastante habituales, como el jet lag, el trabajo por turnos o el síndrome de retraso de fase del sueño. En este último trastorno, por ejemplo, de especial incidencia entre la población adolescente y joven, el inicio del sueño está desplazado hacia horas muy tardías, por lo que la melatonina “puede ayudar a reprogramar el reloj biológico, adelantando el momento en que sentimos sueño”.
En el caso de la población pediátrica, la melatonina, siempre con receta médica, está indicada para niños con trastorno del neurodesarrollo que presentan también problemas con el sueño, algo que se estima que ocurre en un 80% de estos casos. “Sabemos que, mejorando el sueño, vamos a mejorar las características clínicas del niño al día siguiente, mucha de la comorbilidad asociada desde el punto de vista de la atención, la irritabilidad, las estereotipias; y además va a mejorar la calidad de vida de la familia”, explica Óscar Sans, jefe de la Unidad de Trastornos del Sueño del Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona. En ese sentido, la Sociedad Española de Sueño, junto con otras sociedades científicas del ámbito de la Pediatría, solicitó en 2022 la necesidad de que los preparados farmacológicos de melatonina sean financiados por el sistema público de salud para estos pacientes, ya que el tratamiento en la actualidad puede llegar a ser inasumible para algunas familias.
Entonces, ¿no es una hormona para tratar el insomnio?
Como reconocen los expertos consultados, la mayoría de los pacientes que acuden a una Unidad de Sueño por problemas de insomnio han probado ya con la melatonina. Sin embargo, como señala Elena Urrestarazu, la melatonina, al menos en adultos, solo está indicada para el tratamiento a corto plazo del insomnio primario en pacientes mayores de 55 años. “Solo ha mostrado eficacia en ese grupo de edad y el efecto en muchos casos es modesto”, sostiene Elena Urrestarazu. En ese sentido, cabe recordar que la producción endógena de melatonina se reduce con la edad, lo que podría explicar este modesto beneficio.
¿Es seguro su consumo?
Los expertos lamentan que el hecho de que se considere una hormona natural y que se comercialice como suplemento alimenticio haya favorecido que se vea a la melatonina como algo inocuo. Y es que, aunque no se ha descrito dependencia ni efecto rebote, y se trata de una hormona segura, sí se han reportado algunos efectos secundarios de su suplementación como somnolencia, cefalea, sueños anormales y pesadillas, ansiedad, depresión, mareos, náuseas, diarrea o estreñimiento.
No obstante, el riesgo de su consumo se encuentra principalmente en los preparados que pueden comprarse sin receta. “La diferencia principal está en que los medicamentos están sujetos a una regulación mucho más estricta: deben contar con estudios que avalen su eficacia y seguridad, y además deben cumplir requisitos más rigurosos en cuanto a la cantidad de principio activo por comprimido y su forma de liberación”, explica Ainhoa Álvarez.
Un estudio publicado en 2023 analizó 25 productos de melatonina vendidos en Estados Unidos como complementos alimenticios. De ellos, 22 contenían cantidades de melatonina distintas a las que figuraban en sus etiquetas. Uno de los productos, de hecho, ni siquiera contenía melatonina y otro tenía un 347% más de hormona de lo que anunciaba el envase. “Curiosamente, hay personas que tienen miedo de tomar el fármaco porque leen los efectos secundarios, pero toman dos o tres gominolas en una única toma porque no viene ningún efecto secundario y parece completamente seguro. Los médicos especialistas en trastornos del sueño abogamos porque la melatonina siempre se considere fármaco, y esta reivindicación se está realizando a nivel mundial”, defiende Urrestarazu.
Por lo que respecta a la población pediátrica, la mayoría de los estudios sobre su seguridad se han realizado en niños con trastornos del neurodesarrollo. “Tenemos evidencia, en un estudio de seguimiento a dos años con dosis nocturnas diarias de hasta 10 mg de melatonina, que esta ingesta no se asoció ni con problemas de efecto rebote al dejar la melatonina, ni con problemas de crecimiento, ni a nivel de retraso en el inicio puberal en niños y en niñas”, apunta Óscar Sans. En población neurotípica, sin embargo, no existen datos sobre duración máxima o mínima del tratamiento, ni tampoco sobre la dosis indicada para que su uso sea seguro.
¿Cuándo tomar la melatonina?
Esta es quizás la pregunta más importante y la respuesta que dan muchas personas a la misma explicaría, también, por qué en tantas ocasiones la melatonina, cuando se toma sin prescripción médica, no funciona o, incluso, puede acabar empeorando la situación y alterando más el ritmo circadiano. El momento de la toma de la melatonina, en todo caso, no es necesariamente antes de ir a la cama, sino que dependerá del motivo por el que se toma, de si se trata de una melatonina de acción rápida o prolongada y de otros factores, de forma que es algo totalmente individualizado.
“La melatonina, tomada a deshora y sin ningún tipo de coordinación con nuestro propio reloj interno y con nuestra propia hora de producción, en vez de mejorar nuestro sueño va a alterar el mecanismo fisiológico de regulación del ciclo sueño-vigilia. De hecho, los expertos usamos la combinación de melatonina y exposición a la luz, a horas determinadas y ajustadas para cada paciente, para modificar el reloj interno de pacientes con trastornos del sueño originados por alteraciones del ritmo circadiano sueño-vigilia”, argumenta Urrestarazu. Por ello, según la neurofisióloga clínica, la hormona debe ser prescrita por un médico, idealmente con formación en trastornos del sueño, que también incida en la higiene de sueño, ya que el medicamento “no evita la necesidad de cambiar hábitos”. De hecho, como añade Sans, en población pediátrica nunca se recomienda el inicio del tratamiento con melatonina si antes no existen unas buenas rutinas y hábitos de sueño y, pese a todo, persiste el problema.
¿Durante cuánto tiempo se puede tomar la melatonina?
Aunque en niños con trastorno del neurodesarrollo el consumo de melatonina pueda llegar a cronificarse, lo ideal es que el tratamiento en pacientes pediátricos se instaure por el tiempo mínimo necesario hasta que mejore el problema del sueño. “Cada mes o mes y medio estamos haciendo una evaluación de cómo está durmiendo el niño e intentamos hacer una retirada o, por lo menos, mantener el tratamiento con la dosis mínima que sea efectiva”, explica Sans.
En el caso de los adultos, la ficha técnica de la melatonina de liberación prolongada recomienda su uso durante un máximo de tres meses para el tratamiento del insomnio. En el caso del fármaco indicado para tratamiento a corto plazo del desfase horario en adultos, el prospecto del mismo recomienda “tomar la dosis que alivie los síntomas adecuadamente durante el periodo más corto”. Ainhoa Álvarez añade: “Aunque existen estudios que avalan su seguridad incluso con un uso prolongado de hasta un año, lo ideal es retirarla cuando ya no sea necesaria”.
Y antes de tomar melatonina…
Los expertos consultados recomiendan revisar los hábitos y rutinas de sueño. En ese sentido, destacan como especialmente importante exponerse a luz intensa y realizar actividad física por la mañana; y, por el contrario, evitar la luz y la actividad por la tarde-noche. “Si no se mejora tras varias semanas manteniendo una buena higiene de sueño, la recomendación, antes de comprar cualquier suplemento de melatonina, es acudir al médico para que éste aconseje qué hacer”, concluye Elena Urrestarazu.