El Gobierno vasco insta a evitar el deporte en el exterior y ventilar casas cerca del vertedero derrumbado

Los plásticos que arden tras el alud llevan a tomar precauciones por el aumento de nivel de toxinas

Bilbao -
Vista del humo que sale de los incendios originados tras el vertido. Fernando Domingo-Aldama.

El Gobierno vasco ha recomendado a los residentes cercanos al vertedero de Zaldibar (Bizkaia), ubicado también en las proximidades de Ermua y de Eibar, que no se ejerciten en el exterior ni ventilen sus hogares, especialmente por la noche. El pasado jueves 6 de febrero un corrimiento de tierras provocó que miles de toneladas de residuos acumulados en la escombrera cayeran sobre la autopista AP-8, que conecta Bilbao con Donostia, y atraparan a dos trabajadores de la empresa que gestionaba el vertedero, Verter Recycling 2002.

El viceconsejero de Salud del Ejecutivo vasco, Iñaki Berraondo,...

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El Gobierno vasco ha recomendado a los residentes cercanos al vertedero de Zaldibar (Bizkaia), ubicado también en las proximidades de Ermua y de Eibar, que no se ejerciten en el exterior ni ventilen sus hogares, especialmente por la noche. El pasado jueves 6 de febrero un corrimiento de tierras provocó que miles de toneladas de residuos acumulados en la escombrera cayeran sobre la autopista AP-8, que conecta Bilbao con Donostia, y atraparan a dos trabajadores de la empresa que gestionaba el vertedero, Verter Recycling 2002.

El viceconsejero de Salud del Ejecutivo vasco, Iñaki Berraondo, ha explicado en una rueda de prensa en Bilbao que han solicitado estas precauciones después de recibir varios informes sobre la calidad del aire. Las labores de acondicionamiento de la avalancha no han podido acceder a los incendios que se desataron en la masa derruida, con abundantes plásticos, cuya combustión se nota tanto por el olfato como en el documento técnico que ha recibido Sanidad. La gran cantidad de tierra que se desplazó provocó que masas de metano, un gas inflamable, allí acumuladas ardieran y generaran estas humaredas.

La preocupación pasa por los niveles de dioxinas, que se generan cuando arden productos hechos con plástico o con alto contenido en cloro. La habitual es que estén entre 10 y 50 fentogramas —milbillonésima parte de un gramo—, pero en la zona han datado "entre 40 y 50 veces más". Los especialistas aseguran que las repercusiones dañinas para la salud humana se producirían solo con una exposición prolongada a esta toxina, pero han optado por medidas "garantistas y de precaución". Estas partículas tóxicas pueden generar cáncer a largo plazo si hay una gran acumulación en el cuerpo.

Este viernes se ha reunido de nuevo la mesa técnica que estudia el derrumbe del vertedero y han anunciado que los trabajos de estabilización del terreno, sin los cuales los geólogos no permiten que se trabaje en la zona en busca de los dos desaparecidos, se reanudarán el fin de semana. Asimismo, se han tomado muestras del suelo, pastos, cultivos hortícolas y frutales de los caseríos de la zona. Las muestras se recogieron el día 9, cuando el incendio era más intenso y se tomaron en un punto cercano al fuego, y los resultados no se han conocido hasta la tarde de este viernes por tratarse de unos análisis complejos que se realizan en muy pocos laboratorios especializados. 

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