‘Influencers’ indígenas que llevan la lucha por la tierra y la identidad más allá de sus fronteras

Internet fue concebido con la idea de un mundo libre, uno donde “todos pueden entrar, sin privilegios o prejuicios” y donde “cualquiera, en cualquier sitio, puede expresar sus creencias”, tal como declaró en su momento John Perry Barlow, defensor de los derechos en internet. En este universo de tiktokers, youtubers e instagramers, la representación indígena no se ha quedado atrás.

Los pueblos indígenas, que suponen el 6% de la población mundial y son los guardianes de la naturaleza en muchas partes del planeta, se han visto a lo largo de los años enfrentados al mundo occidental, muchas veces obligados a adaptarse a este para poder acceder a derechos básicos como la educación y la salud. A pesar de todo, es debido a este encuentro de culturas, a este mundo interconectado, que algunos han visto la oportunidad de hacerse escuchar y hacerse visibles más allá de sus fronteras.

Un estudio de Lab Tecno Social analizó el año pasado 52 cuentas de influencers indígenas en diferentes partes de América Latina. Los hallazgos muestran la diversidad de los contenidos que producen y también la buena acogida que tienen en el público.

Una motivación habitual entre estos jóvenes es generar mayor conocimiento sobre las diferentes comunidades. “En la ciudad todo el tiempo a uno le preguntan: ‘¿Cómo viven en la tribu? ¿cómo hacen? ¿qué comen?’. Entonces eso se vuelve tan repetitivo que uno dice: ‘Hago un video y lo dejo para que lo vean”, explica por videollamada Gunarey Maku (@indigenacampo), joven de 21 años del pueblo Arhuaco de Colombia. Uno de sus primeros videos en TikTok, en 2021, en el que explica técnicas de construcción tradicionales con piedras, tuvo un éxito inesperado: “No sé qué pasó, muchos meses después volví y tenía muchos seguidores de repente”, recuerda. Hoy tiene más de 730.000 seguidores en TikTok y 474.000 seguidores en Instagram.

La importancia de la lengua

Jóvenes como Sofía Huaiquil (@quucho) del pueblo mapuche (Chile) o Soledad Secca (@solischa_20), prescriptora quechua de Cuzco (Perú), se expresan en sus lenguas originarias en sus redes sociales. “La lengua es una forma también de resistir, de darnos a conocer y ser quienes somos realmente”, cuenta Huaiquil en un video de diciembre del año pasado en colaboración con la Universidad Católica de Temuco. En el informe de Lab Tecno Social, la mitad de los influencers analizados usan una mezcla de español y lenguas nativas, un 42% usa solo el castellano y un 8% usa el portugués y la lengua nativa. Otros prescriptores de contenido, como Gunarey Maku, usan el castellano para “transmitir el mensaje de las tribus”.

Ser influencer indígena le ha cambiado la vida a Maku y ha impactado igualmente a su comunidad. En mayo de 2022 se produjo un incendio en su aldea, por lo que hizo un video solicitando apoyo y la comunidad empezó a recibir donaciones. “Anteriormente no había ningún medio de comunicación, así que nadie se quejaba [públicamente], y no muchas personas sabían castellano. Hoy en día la gente siente que puede dirigirse hacia mí para llevar el mensaje al resto de la sociedad”. Maku ha asumido esta responsabilidad de forma natural, asegura. Grabar es ahora parte de su día a día, disfruta haciéndolo y, ahora en la universidad, asegura que le ha abierto muchas puertas.

Maku forma parte de los arahuacos, una de las cuatro tribus que cohabitan y protegen la Sierra Nevada de Santa Marta. En esta cordillera colombiana, los kogis, los kankuamos, los arsarios (o wiwas) y los arhuacos cuidan el territorio: “Es un lugar con mucha naturaleza porque hay muchos indígenas protegiéndolo”, explica. Además de grabar lo que hace en su día a día, Maku se dedica a la construcción, un trabajo que realiza tal como lo hacían sus ancestros: “Todo lo hago con la intención de llevar el mensaje de cuidar la naturaleza, que es nuestra casa”.

En los videos que publica a través de redes sociales, Maku termina con un “duni” (gracias). Siente que, de alguna manera, su mensaje ha impactado a la sociedad colombiana: “Esto no lo enseñan en los colegios y nunca lo escuchan. Muchos seguidores me han escrito diciendo que no sabían qué hacer en este mundo, pero que con las cosas que he contado ya saben a qué viene la humanidad a la Tierra: a contribuir al cuidado de la naturaleza, que es lo que nos da la vida”.

“Nosotros todavía vivimos en un pensamiento donde tenemos ese bonito intercambio con la naturaleza”, puntaliza.”Quisiera que sepan que el modelo de pensamiento de los indígenas ha sido eficaz para garantizar la vida de la naturaleza y de nosotros mismos”.

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