EL PAÍS

Las precoces margaritas sudafricanas encienden las alarmas

Las flores más fotografiadas y visitadas de la región de Namaqualand cada vez germinan antes, y esto no es buena señal, sino lo contrario: se trata de otro signo de la gravedad del cambio climático. El autor ha estudiado sus ritmos

A lone woman walks through a large field of orange Namaqualand Daisies (Dimorphotheca spp) looking out towards the Kamiesberg mountains, South Africa
ANTHONY GROTE (Getty)

Cada año, a finales de agosto, el paisaje normalmente yermo de Namaqualand, a lo largo de la frontera oeste de Sudáfrica, se transforma en un mar de margaritas de brillantes colores hasta donde alcanza la vista. La floración en esta región atrae cada temporada a unos 10.000 turistas a una parte del país que, de lo contrario, no tendría muchos visitantes. Pero el cambio climático supone una amenaza para las flores y para las llegadas de visitantes que generan ingresos para la zona.

Las margaritas de Namaqualand (Dimorphotheca sinuata) son endémicas en las provincias de Cabo del Norte y Cabo Occidental, y han evolucionado para sobrevivir a las duras y áridas condiciones climáticas. A principios de primavera, el cambio de temperatura y precipitaciones las hace florecer, en un ejemplo de lo que se denomina fenómeno fenológico.

Los fenómenos fenológicos ‒como el momento de la floración en primavera, el desarrollo de los frutos en verano, y la hibernación, la eclosión y el apareamiento de los animales‒ se encuentran entre los bioindicadores más sensibles del cambio climático. En todo el mundo, su calendario se está desplazando a consecuencia de la alteración del clima. Las plantas y los animales pasan por la “primavera” en lo que antes era el “final del invierno”. En pocas palabras, las temperaturas de los últimos meses de invierno son más altas de lo que eran, y van en aumento.

Sin embargo, el ritmo del cambio de los fenómenos fenológicos es muy particular para cada especie y cada lugar. Por eso es importante estudiar tantas plantas y animales diferentes en tantos sitios como sea posible. Cuando sabemos a qué ritmo está cambiando una especie y una zona en concreto, podemos ajustar nuestra adaptación. Esto es especialmente relevante en el caso de las margaritas de Namaqualand, a fin de saber cuándo programar las visitas turísticas.

En comparación con Europa, Norteamérica y el este de Asia, en África se realizan pocos estudios fenológicos. Esto se debe en gran parte a que faltan datos específicos recogidos exprofeso para su análisis.

Margaritas en Namaqualand, Sudáfrica.South African Tourism

Estudios recientes del momento de la floración de las jacarandas en Gauteng y de la migración de las sardinas a lo largo de la costa oriental de Sudáfrica han revelado la importancia de los medios de comunicación tradicionales y las redes sociales como fuentes de datos. Nuestro equipo utilizó esta misma estrategia para analizar los cambios en el ritmo de las margaritas de Namaqualand. Esto es importante para planificar el turismo y ampliar nuestro conocimiento de las respuestas de la naturaleza al cambio climático.

El estudio

Recopilamos 663 registros de fechas de floración extrayéndolos de una selección de diarios que abarcaban desde 1935 hasta 2018, así como de publicaciones en Flickr y en iNaturalist. Cada registro recibió un código que recogía la fecha de notificación y la de observación, y a qué estadio del fenómeno se refería: primera floración, floración máxima y final de la temporada de floración. A continuación, las fechas se analizaron para comprobar los cambios en el tiempo. Descubrimos que los tres estadios se habían adelantado.

El calendario de los fenómenos fenológicos se está desplazando a consecuencia de la alteración del clima

El anticipo más rápido y significativo estadísticamente correspondía a las fechas de la primera floración, con una tasa de 2,6 días por década. El pico se había anticipado 2,1 días cada 10 años. Como los registros referentes a las fechas finales de la aparición de las flores eran escasos, la tendencia no es significativa desde el punto de vista estadístico, pero indica un posible adelanto aún más rápido, de 2,8 días por década.

Estas tendencias se compararon con los datos climáticos de siete estaciones meteorológicas de la región de Namaqualand para entender qué factores climáticos desencadenan la floración y cuáles son las causas de tal precocidad. Descubrimos que los factores climáticos más influyentes eran las temperaturas del invierno y principios de la primavera, la cantidad de precipitaciones invernales, y la fecha de inicio de la temporada de lluvias. Todos ellos actuaban conjuntamente para hacer florecer las plantas, y los cambios de cada una de estas variables climáticas a lo largo de los últimos 80 años han provocado que el momento de la floración se adelante.

Consecuencias para el turismo

Como el momento en que las flores se abren ocurre antes, el calendario de las excursiones organizadas e independientes se tendrá que modificar para que los turistas tengan la mejor oportunidad de disfrutar de la región en plena floración.

Por desgracia, no es tan fácil como llegar entre 2,1 y 2,6 días antes cada década. Con el cambio climático, el momento en el que las flores se abren también se está volviendo más impredecible. Aunque se adapten las reservas a una floración más temprana, puede que los turistas lleguen antes o después de que hayan salido las flores. En consecuencia, la decisión de viajar y las reservas se suelen dejar para última hora, lo cual dificulta la planificación por parte del sector turístico.

El adelanto de la floración expone a las margaritas a un mayor riesgo de sufrir heladas, que siguen produciéndose en un clima más cálido

Un cambio fenológico es una respuesta evolutiva a un cambio del clima, pero no puede tener lugar indefinidamente. El adelanto de la floración expone a las margaritas a un mayor riesgo de sufrir heladas (que siguen produciéndose en un clima más cálido), y el acortamiento del periodo de latencia debilita a las plantas. Esto supone más probabilidades de que la época de floración se malogre, y de acabar en la extinción local. Si así fuera, sería un duro golpe a la biodiversidad y una gran pérdida para el sector turístico de la zona.

¿Qué podemos hacer?

Para frenar o revertir los cambios fenológicos necesitaríamos frenar o revertir el cambio climático. La conferencia COP26 que se celebró en Glasgow en 2021 fue un espacio importante para que los países llegaran a un acuerdo sobre los objetivos de emisiones, pero está por ver cuánto se va a poner en práctica.

Entretanto, las fechas de floración seguirán adelantándose mientras el clima siga cambiando. Como las margaritas de Namaqualand son flores silvestres, las soluciones agrícolas como cambiar de cultivos, desplazar una explotación agrícola o utilizar especies híbridas no sirven. Hay que aprovechar las flores mientras se pueda, y visitarlas mientras dure su espectacular eclosión. Para ayudar al sector turístico, los visitantes podrían intentar hacer sus reservas antes y volver a la zona fuera de la temporada alta.

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