Ni guerra ni paz en Gaza
Los lectores y las lectoras escriben sobre la situación en la Franja, la dimisión de Mazón, la imposibilidad de obtener citas en la Administración y la inteligencia artificial
Ni lo que había en Gaza era una guerra, ni esto es una paz. Ni tan siquiera un alto el fuego. La guerra es un enfrentamiento armado entre dos ejércitos, no un genocidio de inocentes. Y la paz, para considerarse como tal, debe ser justa y duradera. Eso implicaría que el ejército israelí se retirase completamente de la Franja, que se permitiera toda la ayuda necesaria, que se construyeran campamentos provisionales con los servicios sanitarios precisos, que se reconstruyeran completamente todas las infraestructuras y después las ciudades, que se reconociera por parte de Israel el Estado palestino, que Israel se retirara de los territorios ocupados de Cisjordania. Y mientras tanto, que Netanyahu y su Gobierno se entregaran para ser juzgados por crímenes de lesa humanidad por los tribunales internacionales correspondientes. Lo que hay hoy es la continuación del genocidio y un territorio devastado e inhabitable, que los supervivientes finalmente deberán abandonar si quieren seguir viviendo.
Sebastián Fernández Izquierdo. Petrer (Alicante)
Se va como llegó
No se puede dimitir un año tarde y pretender que parezca dignidad. Mazón se va como llegó: sin dar la cara. No hay disculpa, no hay verdad, solo la huida calculada de quien ya no puede sostener el engaño. Durante meses vimos cómo convertía el dolor en propaganda y la culpa en silencio. Cuando la gente pedía respuestas, él ofrecía discursos. Se marcha, pero en realidad no asume nada. Dimite porque no le queda otra, no porque haya entendido el daño y eso duele aún más. Duele la cobardía, duele la falta de respeto, duele ver cómo el poder se protege mientras la gente sigue esperando justicia. Su marcha no es un cierre, es la prueba de que el poder solo se esconde. Él se va, sí, pero nosotros seguimos aquí preguntándonos cuántas veces más tendremos que pagar los errores de otros.
Mateo Basanta Martínez. Almería
No hay citas disponibles
Pedir cita para cualquier trámite oficial se ha vuelto imposible. El problema ya no es que te den cita para dentro de un mes, que también, sino que sencillamente no hay manera de conseguirla. Llevo días intentando renovar el DNI, y da igual la hora a la que acceda a la web: siempre sale el mensaje de “no hay citas disponibles”. ¿Quieres hacer un trámite del coche en la DGT? Idem. Se suponía que con la digitalización todo sería más fácil, pero lo que tenemos hoy es un muro. Es muy frustrante sentir que pagas impuestos y que cuando necesitas hacer el trámite más básico, la administración ni siquiera te da ni la opción de esperar.
Marta Gracia Escarrabill. Barcelona
Seres pensantes
Cada vez que utilizo la inteligencia artificial siento que ya no sé enfrentarme al papel en blanco. Ya no confío tanto en mi criterio, sino en lo que pueda sugerirme. Es cierto que la IA nos facilita la vida, pero también nos roba ese momento vacío y de silencio a partir del cual surge la creatividad. Nos estamos acostumbrando a pedirle que nos diga si lo que hacemos tiene sentido, como si necesitáramos una aprobación constante. Y quizá el peligro no sea que la IA piense por nosotros, sino que nos haga olvidar que nosotros también sabemos pensar.
Ruth Martí Solé. Barcelona