La “sandez” de abrir una escuela infantil 24/7
La reflexión de la ministra Yolanda Díaz de ampliar los horarios de los centros infantiles a la noche genera reacciones opuestas: de necesario a medida neoliberal
Hace unas semanas, la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, nos sorprendió con una reflexión en voz alta. Durante su discurso en un acto al que había acudido para abogar por una de las medidas estrella de su bloque —la prestación universal por crianza de 200 euros al mes (a la que el PSOE no termina de dar luz verde)—, lanzó una pregunta: “¿Tenemos alguna escuela infantil de 0 a 3 años en nuestro país que abra y preste servicios públicos 24 horas al día?”. Tras precisar que su pregunta no iba exclusivamente dirigida a las escuelas públicas, sino también a las privadas, la ministra hizo una segunda pregunta: “¿La gente no trabaja por la noche? Los trabajadores de la limpieza, los sanitarios, los periodistas…”. Para no generar falsas expectativas, zanjó el asunto con un broche poco concreto: “Digo como tareas pendientes”.
Tal vez no sea lo más acertado que una ministra saque a la palestra un tema que levanta ampollas por la dificultad para encajar crianza y calendario laboral sin ofrecer una solución concreta. Muchos aprovecharon esa grieta de información para generar confusión y embarrar el debate. “Una barbaridad lo de las escuelas infantiles abiertas las 24 horas”, comentaba en X @pilar_lima, exdiputada en Valencia de Podemos y actualmente fuera de la política. “No, barbarie no. New liberalismo”, le contestaba el usuario @JoseLuis13trece. Otros la acusaron de decir “sandeces”, o de no fomentar con esa medida una conciliación laboral real. “Eso no serían escuelas, serían internados, en las escuelas infantiles educamos. Un nuevo menosprecio a nuestra labor. ¿Y a partir de los 3 años qué se le ocurre a la iluminada?, comentaba en la misma red social @MUrsula18.
Para nada estaban teniendo en cuenta que ese supuesto posicionamiento “neoliberal” es poco compatible con la figura de la política que ha llevado al Consejo de Ministros la reducción de la jornada laboral de 40 a 37,5 horas semanales (además, sin detrimento del sueldo a ingresar). Porque en estos casos, más que un análisis fino, mejor soltar ideas inconexas para liar al personal.
Si nos ceñimos a la cita de Díaz, ella relacionó el hipotético hecho de que las escuelas infantiles amplíen su horario con los trabajadores con jornadas nocturnas. Y de ahí se deduce que este colectivo podría estar ante una discriminación, ya que lo público no le ofrece soluciones. En este sentido se expresaba @Noegguerrero, otra usuaria de X: “A ver, la jornada laboral se tiene que reducir, y se está reduciendo. Para las educadoras también. Porque los hijos de las personas que trabajan de tarde tienen derecho a escuela infantil y a pasar tiempo con sus padres por la mañana. ¿O no?“.
Entre las reacciones, también hubo propuestas como la de la Asociación Mundial de Educadores Infantiles, que instaron a Díaz a diseñar “centros de conciliación” en lugar de cargar todavía más las espaldas de un colectivo que se queja de estar mal pagado. “¿Es que ha pensado en crear hoteles gratuitos para bebés? Y sea coherente con la edad, ¿de 0-3 si hay que crear centros 24 horas, pero de 3 en adelante ya no?“, afearon a la dirigente de Sumar. No es ninguna locura: el Ayuntamiento de Barcelona tiene activo en 12 barrios un servicio municipal de ”canguratge" (canguros) que permite a las familias dejar a sus hijos de 15 a 20 horas de forma gratuita —también los sábados—.
Dejando a un lado las intenciones de la ministra, entre los jóvenes su mensaje también ha generado cierto temor. La actriz Diana Gómez, protagonista de la serie de Netflix Valeria —basada en las novelas superventas de Elísabet Benavent—, aprovechó la presentación de la cuarta y última temporada para comentar la jugada en un vídeo de Reels: “Me planteo que si nuevas medidas que se están mirando como 24 horas de guardería, aunque para muchas madres y muchas familias va a ser una gran ayuda, no sé si nos estamos equivocando al poner el foco en que tú puedas seguir produciendo y no dedicarte a tu hijo”. “Madre mía”, dijo una de sus compañeras de reparto. “¿Eso existe?“, preguntó otra. Tal vez para algunos no está claro si abrir las escuelas infantiles las 24 horas es o no una “sandez”. Si se impone el sentido común, es un win-win para todos. El debate está abierto.