Política de izquierdas
Los lectores escriben sobre el respeto a la democracia, la precariedad de los jóvenes, la importancia de la educación para acabar con las noticias falsas y la ausencia de mujeres que presenten programas en ‘prime time’
Desde la izquierda observamos, y el que no lo quiera ver está ciego, que muchos sectores, sobre todo jóvenes, se están desconectando de esta ideología, quizá demasiado enredada en imponer una nueva moralidad. Quizá sería bueno un debate abierto y sincero e ir al fondo más que a las formas políticamente correctas que inundan los discursos. ¿No deberíamos mostrarnos más firmes con los partidos que se autodenominan de izquierdas, pero que cuando alcanzan el poder no respetan las mínimas normas de un Estado democrático? ¿Por qué la mayoría tenemos que tolerar ver cómo se ensucia el nombre de nuestra ideología con comportamientos como los que vemos en Nicaragua o Venezuela? ¿No es hora de gritar que esta gente no es de izquierdas y que nada tiene que ver con nuestra manera de entender la sociedad?
Tomás del Rey Méndez. Majadahonda (Madrid)
Volver a casa de mis padres
Acabo de cumplir 26 años y debo volver a vivir con mis padres. Tras tres años sobreviviendo al alquiler de un bajo interior de 50 metros cuadrados en Madrid con mi pareja, nos hemos cansado de pedir ayuda para llegar a fin de mes tras la imprudencia de salir a cenar un día. Tenemos que leer que somos unos egoístas, que no queremos formar una familia. El dedo acusatorio siempre apunta a mi generación, pero nadie piensa en por qué no nos casamos, por qué no compramos casas, por qué no tenemos hijos. ¿Realmente es mío el fracaso o es de una sociedad donde cada vez es más difícil iniciar un proyecto de vida?
Adela Domínguez Buján. Madrid
Educación
Entramos en un debate sobre cómo limitar los bulos, el desarrollo de la inteligencia artificial y demás manipulaciones que quieren manejar nuestras voluntades. Ese vértigo hace que a los gobiernos se les ocurran ideas como regular qué es verdad y qué no. Suponemos que una persona tendrá esta potestad y aparecerá un ministerio que trabaje en darnos luz sobre qué podemos creer o no. Es curioso mirar atrás y ver cómo la imprenta trajo un miedo similar. Hasta 1962 no desapareció el Index Librorum Prohibitorum, que también veló por nuestra seguridad. ¿Nadie se plantea que tan solo la educación nos dará las herramientas para pensar por nosotros mismos y ser críticos con lo que nos rodea?
Antonio José Martínez Alarcón. Getafe (Madrid)
Otro más
Babylon Show es otro programa en prime time de entrevistas y humor y, cómo no, presentado por un hombre. No tengo nada contra David Broncano, Pablo Motos, Dani Martínez, Marc Giró… Pero no es normal que no haya programas presentados por mujeres. Somos muchas, pero nunca llegamos arriba; es lo mismo de siempre.
Marta Pérez de las Bacas Sánchez. Madrid