Por qué la Agenda 2030 importa, y mucho, a la sociedad española
Más que por los ataques de la ultraderecha recibidos, el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible adolece de falta de apoyo explícito del ámbito político
Cambio climático, educación, trabajo, salud… La ciudadanía sitúa estos temas entre sus principales preocupaciones, y todos ellos forman parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) acordados unánimemente por 193 países en 2015, ¿por qué se cuestionan ahora?
Este mes se cumplen ocho años desde que 193 países —con gobiernos de diferentes ideologías políticas, perspectivas y creencias— acordaron por unanimidad una hoja de ruta con el objetivo de acabar con la pobreza, impulsar la paz, ga...
Cambio climático, educación, trabajo, salud… La ciudadanía sitúa estos temas entre sus principales preocupaciones, y todos ellos forman parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) acordados unánimemente por 193 países en 2015, ¿por qué se cuestionan ahora?
Este mes se cumplen ocho años desde que 193 países —con gobiernos de diferentes ideologías políticas, perspectivas y creencias— acordaron por unanimidad una hoja de ruta con el objetivo de acabar con la pobreza, impulsar la paz, garantizar la igualdad de oportunidades para todos y todas, y proteger el planeta que habitamos; una hoja de ruta en la que la ciencia desempeña un papel clave. Gobiernos de derechas, izquierdas, socialistas, capitalistas, cristianos, laicos, republicanos o monárquicos acordaron que era necesario implementar una serie de medidas para transformar el mundo en el que vivimos e impulsar el bienestar de los más de ocho millones de habitantes de este planeta.
Esta hoja de ruta común es la Agenda 2030 y sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, acordados en 2015, tras más de dos años de consultas públicas, de interacción con la sociedad civil y de negociaciones entre los países. Es un pacto mundial, de los pocos pactos que tanto consenso han concitado. Un pacto entre países que atraviesa todas las sensibilidades políticas, y que no depende de una región o país determinados.
En España, esta agenda fue apoyada y suscrita por un Gobierno de centroderecha, desarrollada posteriormente por muchos gobiernos autonómicos y locales de diferente signo político, con sus propias estrategias y planes de acción, y asumido por un Gobierno que le ha dado el rango de ministerio propio.
Hasta recientemente casi nadie cuestionaba la Agenda 2030, pero ahora nos encontramos con una ultraderecha que trata de desvirtuarla, acusándola sin fundamento alguno de esconder la “supremacía de la mujer”, de “adoctrinamiento” o, de forma más vaga, señalando que supone “una mengua” de la soberanía española, por venir “impuesta” por “entidades supranacionales” y, por último, que no responde a las “necesidades más acuciantes” de los españoles.
Pues resulta que esta Agenda sí responde a esas necesidades de la sociedad española. Es más, contiene las propuestas para responder a esas necesidades. En noviembre de 2022, 12 de los 20 principales problemas que preocupaban a los españoles estaban directamente relacionados con alguno de los ODS, según el barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). Tomando como ejemplo la acción por el clima (ODS 13) o la educación (ODS 4), el 80,5% de la población española señalaba que el cambio climático era un tema que le preocupaba mucho o bastante (Barómetro CIS, diciembre 2022) y un 82,5% cree en la necesidad de un pacto educativo de Estado al margen de ideologías (Informe sobre la Percepción de la Educación en España, marzo 2022). Además, en los sucesivos barómetros que publica el CIS, la vivienda, el paro, la sanidad o la desigualdad aparecen siempre en los primeros puestos de las preocupaciones de la ciudadanía de nuestro país.
Pero un problema mayor, si cabe, al que se enfrenta la Agenda 2030 no son los ataques recibidos desde la ultraderecha, sino la falta de apoyo explícito desde el ámbito político. Por ello necesitamos renovar el consenso que existía en este ámbito, y que sí se mantiene entre el sector privado —pocas empresas dudan de la necesidad de adaptar esta agenda a sus estrategias económicas—, los sindicatos, universidades, ONG, etcétera.
España es uno de los 20 países mejor situados en el avance hacia el cumplimiento de los ODS, según el informe 2023 de la red académica internacional Sustainable Development Solutions Network que trabaja bajo los auspicios de Naciones Unidas. Este informe destaca específicamente los avances en igualdad de género (ODS 5), así como en el liderazgo político y el compromiso gubernamental por los ODS. De hecho, nuestro país es una referencia internacional en la adaptación de la Agenda 2030 al ámbito autonómico y local. Numerosas comunidades autónomas y municipios se han apoyado en la Agenda para dotar a sus estrategias y planes de acción de una visión integral de desarrollo sostenible y de una mirada de largo plazo.
La Agenda 2030 no solo expone los retos y las metas que debemos alcanzar para lograr un mayor bienestar y una vida más saludable, de la humanidad y del planeta, también señala cómo alcanzar esos retos. El ODS 17 nos dice claramente que sólo a través de la inteligencia y la acción colectiva lograremos abordar retos tan complicados como el cambio climático, la desigualdad o la transformación de nuestro modelo de producción y consumo. De ahí que lancemos esta alerta para recuperar el consenso político, para defender los ODS explícitamente y desmontar las mentiras generadas desde un sector minoritario pero muy ruidoso. Porque a la sociedad española le importa, y mucho, los 17 objetivos de la Agenda 2030.