Tribuna

Abrir los libros

Un potente oligopolio editorial concentra la publicación de una enorme cantidad de producción científica, pero existe otro tejido editorial al que hay que atender en este momento de transición firme hacia la publicación en abierto

Portada de las revistas científicas.EL PAÍS

La ciencia también se publica en forma de libros. Aproximadamente un 17% de los títulos que se publican en nuestro país son académicos y, de ellos, el 80% son de ciencias humanas y sociales. La reciente publicación de la Estrategia Nacional para la Ciencia Abierta (ENCA) plantea a la industria editorial española un enorme reto al que hay que mirar de frente.

La ENCA representa una apuesta decidida para impulsar la ciencia abierta, entendida como “una evolución...

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La ciencia también se publica en forma de libros. Aproximadamente un 17% de los títulos que se publican en nuestro país son académicos y, de ellos, el 80% son de ciencias humanas y sociales. La reciente publicación de la Estrategia Nacional para la Ciencia Abierta (ENCA) plantea a la industria editorial española un enorme reto al que hay que mirar de frente.

La ENCA representa una apuesta decidida para impulsar la ciencia abierta, entendida como “una evolución de la forma de producir, financiar, comunicar y evaluar el conocimiento científico”. Alineada con la Ley de la Ciencia (2022), la nueva estrategia insta a los investigadores a publicar en abierto y de inmediato los resultados de investigación generados con fondos públicos, en un claro compromiso por democratizar el acceso al conocimiento científico. Pero además lo hacen en plena reforma de la evaluación de la investigación y en un momento de reivindicación internacional de un ecosistema de publicación científica no comercial.

La escena internacional está dominada por un potente oligopolio editorial que concentra la publicación de una enorme cantidad de producción científica. Las instituciones académicas pagan cantidades astronómicas por acceder a esos contenidos y, también, por publicar en abierto. El informe Global 50. The ranking of the publishing industry 2021 es esclarecedor: encabeza la clasificación RELX Group (Reed Elsevier), el gigante de la edición científica, con 4.797 millones de euros de beneficios en 2020. Imposible no detenerse en esta cifra.

Frente a este modelo, existe otro tejido editorial al que hay que atender en este momento de transición firme hacia la publicación en abierto. Es el que componen las editoriales universitarias y privadas de nuestro país, las que publican ciencia localmente relevante, garantizan la pluralidad en la investigación, la bibliodiversidad y el multilingüismo en la comunicación científica. Entre ellas, resulta importante prestar atención a las pequeñas y medianas editoriales que publican libros académicos. En España son unas 360.

Mientras los grandes sellos internacionales llevan años desarrollando programas de publicación en abierto y poniendo en marcha esquemas de financiación específicos basados en el pago de tasas por parte de los autores, las editoriales académicas españolas apenas han iniciado el camino. Su capacidad para adoptar el acceso abierto es muy limitada, si han de afrontarla individualmente. Y esto representa un enorme problema pues aquellos investigadores que decidan publicar su obra con una editorial española y quieran (deben) hacerlo en abierto, se encontrarán con opciones limitadas.

Las editoriales universitarias son las más avanzadas en este asunto, pero no suelen plantear específicamente la política de publicación de libros en abierto, la financiación o las licencias. Publican libros en abierto, pero solo ocasionalmente. Sí es frecuente encontrar las condiciones sobre el autoarchivo de los libros, es decir, sobre la posibilidad que tiene el autor de depositar su libro o su capítulo en un repositorio de consulta pública. Sin embargo, son bastante restringidas, pues se suele permitir solo para algún capítulo e incluso con embargo de seis meses o más. Ya esto supone una gran dificultad porque la Ley de la Ciencia exige que el original se publique en repositorios al mismo tiempo que se publica en la editorial.

La situación se agrava en las editoriales académicas privadas. Son negocios encargados de publicar y vender libros de ciencia. La publicación en abierto supone renunciar a las ventas y, por tanto, a su negocio. Hoy en día son contadas las editoriales académicas privadas que publican en abierto.

Publicar libros en abierto y mantener el negocio editorial solo es posible innovando y pensando de otro modo todo el sistema de comunicación científica. Así se ha hecho y con éxito en proyectos internacionales como Community-led Open Publication Infrastructures for Monographs o Toward an Open Monograph Ecosystem. Estas iniciativas involucran a los distintos actores en el sistema de publicación (autores, editores, bibliotecarios o gestores) para conformar un modelo que permita financiar y publicar en abierto en infraestructuras digitales.

La reflexión sobre cómo replantear la edición y la financiación para los libros académicos ha de producirse en España de forma urgente. El diseño de una estrategia colaborativa ha de implicar a distintos actores y ministerios entre los cuales no puede faltar el de Cultura y Deporte. Se acercarán así posiciones entre la política científica y la cultural. En este acercamiento habrán de superarse algunos recelos que persisten sobre la propiedad intelectual, que tiene sus propias fórmulas en el entorno digital.

Al afrontar la transición hacia los libros de acceso abierto nos pondremos al mismo nivel que otros países de nuestro entorno. El proyecto PALOMERA analiza las políticas de los libros en abierto en Europa. La ENCA nos permitirá reflejar en el estudio un paso adelante en el marco político que, esperemos, fructifique en un modelo de publicación en abierto para los libros académicos de nuestro país.

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