Ciudadanos resignados
Los lectores escriben sobre el olvido a Extremadura, la aceptación del alcohol en la sociedad, el techo de cristal y la reforma de los delitos de malversación y sedición
Cada vez que llueve, ciudades como Badajoz se vuelven caóticas. Suele escucharse que no estamos acostumbrados al agua, que somos de secano. Supongo que basándose en esa idea del secano hay que aceptar con la endémica resignación que nos caracteriza a los extremeños que la única carretera que une las dos capitales de provincia hoy esté partida en dos por el temporal de lluvia. Tengo 31 años y creo que solo he usado el tren una vez en m...
Cada vez que llueve, ciudades como Badajoz se vuelven caóticas. Suele escucharse que no estamos acostumbrados al agua, que somos de secano. Supongo que basándose en esa idea del secano hay que aceptar con la endémica resignación que nos caracteriza a los extremeños que la única carretera que une las dos capitales de provincia hoy esté partida en dos por el temporal de lluvia. Tengo 31 años y creo que solo he usado el tren una vez en mi región. Conozco a poca gente de mi entorno que lo haya usado, no digamos ya el avión. Todos tienen coche. Pero, ¿cómo rendirse ante la evidencia de que somos menos que nadie? Necesitamos con urgencia un AVE que puedan usar los mismos que usan el avión, para que puedan ir a Madrid, entre vítores, a decir que por fin Extremadura tiene lo que se merece. El resto tendremos que encomendarnos a Perlita de Huelva y a la buena voluntad de las confederaciones hidrográficas. Porque sí, los extremeños somos resignados y además, devotos absolutos. No sea que también nos tilden de infieles. Lo que nos faltaba.
Lázaro Caldera Gómez. Talavera la Real (Badajoz)
Brindar con agua no da mala suerte
Con las cenas de empresa toca brindar, pero no con agua porque da mala suerte. Herencia de una leyenda griega en la que el agua simbolizaba la muerte. Nada que ver con la actualidad en la que, según la OMS, cada año mueren tres millones de personas por el alcohol. En nuestra sociedad está bien visto beber alcohol. Si eres de los que no bebes, te expones seguro a un interrogatorio. Hace poco, Gerard Piqué insistía a Ibai Llanos para salir y tomarse una copa. Mientras no aceptemos los riesgos del consumo de alcohol, la leyenda no va a cambiar. Podríamos empezar por aceptar que hay personas que no beben alcohol y romper así la maldición griega.
Juan Carlos Azpiroz. Palma (Baleares)
El techo de cristal sigue ahí
El concepto fue descrito por primera vez en los años setenta, pero el techo de cristal mantiene firmemente su lugar en el panorama sociolaboral español. Basta con mirar a nuestro alrededor. Aunque a día de hoy parezca impensable, las mujeres todavía nos enfrentamos a barreras infranqueables que dificultan nuestro camino hacia la cima empresarial. Infranqueables e invisibles. Porque si algo tiene el techo de cristal es que, en ocasiones, resulta imperceptible. Sobre todo por quienes no lo quieren ver. Las empresas siguen aplicando roles preconcebidos sobre las personas en función de su género y las políticas de inclusión continúan sin ser una prioridad. Y entre tanto, gran parte de la sociedad sigue atribuyendo el rol del cuidado del hogar y la familia a la mujer. Por desgracia, no lo digo yo. Lo demuestran los datos. Todavía nos queda mucho camino por recorrer.
Diana Peralta Fernández. Zaragoza
Penas disuasorias
El Gobierno defiende que los indultos y las rebajas en los delitos de sedición y malversación pacifican Cataluña y que todo está en calma a diferencia de los años de gobierno del PP. ¿No será que lo que ha impedido al independentismo repetir los hechos han sido las duras condenas de cárcel, inhabilitación y económicas que ahora se quieren reducir a los dirigentes que organizaron todo y el miedo a acabar como ellos?
Rafael Soriano Román. Mataró (Barcelona)