Ayuso y la cultura del esfuerzo

La presidenta madrileña asegura que los jóvenes de hoy lo tienen todo. Vuelve a coincidir con el discurso de Vox

Alberto Núñez Feijóo e Isabel Díaz Ayuso, este lunes en la convención sectorial del PP sobre la juventud. Foto: JUAN CARLOS HIDALGO (EFE)

La convención, convocada para esta semana por el primer partido de la oposición, se titulaba Juventud, un proyecto de vida. Abrió la jornada Beatriz Fanjul, presidenta de Nuevas Generaciones del PP: “Nos dijeron que si estudiábamos, si cursábamos una carrera, si nos pagábamos un máster, tendríamos la vida resuelta. Somos la generación que ha encadenado prácticas con trabajos temporales, pero no nos resignamos”. La cerró ...

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La convención, convocada para esta semana por el primer partido de la oposición, se titulaba Juventud, un proyecto de vida. Abrió la jornada Beatriz Fanjul, presidenta de Nuevas Generaciones del PP: “Nos dijeron que si estudiábamos, si cursábamos una carrera, si nos pagábamos un máster, tendríamos la vida resuelta. Somos la generación que ha encadenado prácticas con trabajos temporales, pero no nos resignamos”. La cerró Alberto Núñez Feijóo: “Los que tenéis 35 o menos años, desde que os empezasteis a incorporar al mercado laboral habéis sufrido tres crisis consecutivas: la financiera, la del covid y la actual, agravada por la guerra de Ucrania. Realmente, lo tenéis muy complicado. Lo tenemos todos, pero los jóvenes, de manera muy especial”. En el medio intervino Isabel Díaz Ayuso, quien dijo: “¿Qué dificultades están encontrando los jóvenes hoy en España? Por un lado, la falta de estímulos. Lo tienen todo, o por lo menos tienen mucho más que otras generaciones. (…) Pero les falta esa cultura del esfuerzo que se ha ido perdiendo por las sucesivas leyes educativas que han convertido la educación en España en un gran fracaso, regalando los aprobados e igualando a la baja y con un exceso de promesas que solo lleva a una frustración de expectativas”.

Y estalló Twitter.

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En su intervención, Ayuso añadió: “La izquierda se aprovecha de todo: para acortar la infancia, prolongar la adolescencia, sin responsabilidades, y ahora pretendiéndose adueñar de la salud mental. Todo en un mismo pack. Lo único que se pretende es que se estudie menos, se trabaje menos, pero se odie más”. En la convención sobre juventud del PP, la presidenta madrileña (103.090,32 euros de retribución anual) también habló de violencia —”las bandas juveniles… algunas son latinas, otras muchas no lo son, pero esto sucede por las consecuencias de las familias que han venido a vivir con nosotros en la segunda generación”— ; de drogas —“Es un problema que no tiene solución si no se erradica, si no queremos convertirnos en narcoestados. No se pueden financiar los servicios públicos de un país a través de un negocio que destroza vidas”—, y de soledad, lo cual tiene todo el sentido teniendo en cuenta lo anterior (drogas y violencia) —“Tienen menos aficiones, menos pandillas, menos amigos en el barrio…”—.

Feijóo la felicitó por su “extraordinario discurso, no de eslóganes fáciles”. Las generalizaciones son, efectivamente, un terreno fácil para los prejuicios, las caricaturas y las injusticias. Pero para evitarlas están los datos, las estadísticas. Más de un millón de personas en España, la mayoría menores de 30 años, estaban estudiando y trabajando a la vez en el segundo trimestre de 2022: es la cifra más alta desde que la Encuesta de Población Activa empezó a medirlo en 1987. Los españoles se independizan casi a los 30 años, es decir, tres más tarde que la media europea, según Eurostat. El último informe del Consejo de la Juventud en España precisa que, para vivir solo, un joven debe dedicar el 79,2% de su salario al alquiler. Si quisiera comprar, solo la entrada de la hipoteca de una vivienda media del mercado inmobiliario español supondría 3,8 veces su salario neto anual.

No es la primera vez que un político se burla de los jóvenes, quienes votan menos que los mayores. El líder de Vox, Santiago Abascal, que en su día admitió que la Fundación para el Mecenazgo y el Patrocinio Social de la que cobró 83.000 euros de la Comunidad de Madrid entre 2013 y 2014 era un chiringuito innecesario, también ha acusado al Gobierno de acabar con la famosa “cultura del esfuerzo”. Y este verano, Juan García-Gallardo, de 30 años, vicepresidente de Castilla y León, sugirió que los jóvenes alarmados por la emergencia climática hagan “trabajos de prevención de incendios” para quitarse “la tontería” de la ecoansiedad. Como no es bueno generalizar, aclaremos que el joven García-Gallardo, de Vox, es graduado en Derecho, trabajó durante más de cinco años en el bufete de su familia y quedó decimotercero en el campeonato mundial de debate por parejas de 2013. El martes, en el Parlamento de la comunidad que gobierna con el PP, llamó al PSOE “banda criminal” y, hace unas semanas, “imbécil” a Francisco Igea, de Ciudadanos, su predecesor en el cargo. En mi colegio también había un niño así, chuleta, malhablado, y se repanchingaba en el pupitre igual que García-Gallardo en el escaño. Los niños repiten lo que oyen en casa. Y sus señorías, especialmente las del PP y Vox, a veces también.

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