Tener un poco de humanidad

Los lectores opinan sobre el acompañamiento a personas dependientes, la primera ministra de Finlandia, la sanidad pública en Madrid, y sobre el “fin de la abundancia” anunciado por el presidente francés, Emmanuel Macron

Una enfermera ayuda a otra a bajar las escaleras.getty

Hace unos días escuché, en un podcast, lo siguiente: “Limpiar un culo es la actividad más ingrata del mundo”. Y lo peor no es de quien venía semejante afirmación (y el hecho de que tenga miles de seguidores), sino el contenido de la misma.

Lo que para algunos es “limpiar un culo”, para otros es una tarea más de nuestro trabajo. Y esto no lo escribo porque sea enfermera. Lo escribo porque no se trata de “limpiar un culo”, señores. Es tener un poco de humanidad. ...

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Hace unos días escuché, en un podcast, lo siguiente: “Limpiar un culo es la actividad más ingrata del mundo”. Y lo peor no es de quien venía semejante afirmación (y el hecho de que tenga miles de seguidores), sino el contenido de la misma.

Lo que para algunos es “limpiar un culo”, para otros es una tarea más de nuestro trabajo. Y esto no lo escribo porque sea enfermera. Lo escribo porque no se trata de “limpiar un culo”, señores. Es tener un poco de humanidad. Se trata de cuidar, de dar confort al otro, de ser las manos y los ojos del que no puede. Porque a todos nos gustaría que cuidasen de nosotros. ¿O no es así? ¿Qué valores estamos dejando? Mis abuelos cuidaron de sus padres, hasta el final. He visto a mis padres cuidar de los suyos, también hasta el final. Y me asusta pensar que el “cuidar” esté pasando de moda. Sólo espero que a aquellos que opinan que “limpiar un culo” es ingrato, nunca se lo tengan que limpiar.

Judit Caballero Linares. Barcelona

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Ejemplo de liderazgo

Sanna Marin, primera ministra de Finlandia de 36 años, ejemplifica una nueva forma de hacer política y de que el liderazgo puede ser joven, moderno y femenino. La respuesta de hacerse un test y zanjar una estúpida guerra machista demuestra que la nueva clase política carece de egos, esos a los que tan acostumbrados estamos en España. Pero ella es solo un ejemplo. En Noruega, la ministra de Justicia tiene 30 años. Es mujer, joven y responsable. Nuevas líderes que no se quitan corbatas, obstruyen la justicia o buscan la gresca constante.

José Mateu. Stokke (Noruega)

Cita médica en Madrid

El pasado 22 de agosto, a través de internet, solicité consulta telefónica con la médico de cabecera en el ambulatorio. La aplicación me ofreció el 14 de septiembre. A pesar de los 24 días de distancia, acepté, qué remedio. Como la molestia se acelera, me acerqué al centro de salud para solicitar una fecha más cercana que me permitiera hablar con otro doctor menos cargado de pacientes. La respuesta: “No le podemos enviar a otra porque la que le corresponde es la suya”. Si ahora voy a urgencias, probablemente me digan, con toda razón, que me dirija al médico de familia, puesto que la dolencia no es urgente. Estoy por presentarme en la Puerta del Sol y preguntar a Díaz Ayuso qué hago.

Enrique Chicote Serna. Madrid

Decrecimiento

Me parece bien abrir EL PAÍS este sábado con “42 días atrapados en olas de calor”. El artículo de Jorge Riechmann sobre Macron y “el fin de la abundancia” complementa la información argumentando que un ilimitado crecimiento económico en un mundo limitado es imposible. ¿Por qué califican el crecimiento como una necesidad, como si su reducción fuera necesariamente una catástrofe? Solo un importante decrecimiento inmediato puede frenar el calentamiento de la Tierra. El informe del IPCC ve la necesidad de reducir el consumo mundial en un 35% para limitar el calentamiento global en este siglo por debajo de los 2 °C. El decrecimiento económico es una necesidad política para el futuro de la humanidad.

Paul Klinkisch. Sant Pere de Ribes (Barcelona)

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