La bondad del trabajo inmigrante
Los lectores escriben sobre la situación de los extranjeros en el mercado laboral, la violación de dos policías a una chica en Estepona, las imágenes de eventos taurinos en televisión y la pérdida de contacto entre dos amigos
La política migratoria española ha sido no hacer política, dejando que los trabajadores extranjeros se incorporen a la economía sumergida. No nos ha ido mal, hemos incorporado: un inmigrante joven, soltero, centroafricano, musulmán no-practicante para la agricultura de primor; una mujer de mediana edad, con cargas familiares en origen, de tez clara y católica practicante para el servicio doméstico; hombres sin familia, que viven en las obras donde trabajan; mujeres y hombres sin horario labor...
La política migratoria española ha sido no hacer política, dejando que los trabajadores extranjeros se incorporen a la economía sumergida. No nos ha ido mal, hemos incorporado: un inmigrante joven, soltero, centroafricano, musulmán no-practicante para la agricultura de primor; una mujer de mediana edad, con cargas familiares en origen, de tez clara y católica practicante para el servicio doméstico; hombres sin familia, que viven en las obras donde trabajan; mujeres y hombres sin horario laboral para la hostelería y la limpieza industrial; conductores incansables para el transporte y la pequeña distribución de mercancías, etcétera. La reforma del reglamento de Extranjería aprobada en julio de 2022 da agilidad administrativa a este estado de cosas, hace más fácil el paso de la irregularidad a la regularidad, pero no incide en las condiciones de trabajo. En un Estado de derecho no deberían consentirse situaciones de empleo que hagan más rentable el trabajo de unos u otros en función de su origen.
Luis Fernando Crespo Zorita. Las Rozas de Madrid
Violación en Estepona
En un control en Estepona, dos policías “perdonaron” una posible multa a una chica de 18 años. Minutos después, ambos la violaron. Como es lógico, el presidente del tribunal calificó los hechos, por los que se pedían 30 años, como muy graves, revelando “una acusada peligrosidad criminal”; pero los otros dos jueces han reducido la pena a un curso de reeducación sexual. ¿Con qué tranquilidad podremos salir a la calle los ciudadanos mientras esos policías y jueces puedan actuar así?
María Faes Risc. Madrid
Imágenes duras
“Les advertimos de la dureza de las imágenes”, dicen muchos informativos del verano, cuando se activan las bárbaras tradiciones en los pueblos de España en las que se persigue, apalea, incendia y otras formas de martirio a un toro. O a una vaquilla, dependiendo del presupuesto. El animal, defendiéndose como puede, utiliza sus únicas armas: con los cuernos arrincona y voltea a la persona que pilla que le estaba importunando. Creo que sería más apropiado hacer esa advertencia cuando va a salir la imagen de un personaje, o varios, vestidos con su coloreado uniforme de trabajo, trabajo que consiste en clavar banderillas, espadas y cuchillos a un animal que no ha buscado el enfrentamiento. En este caso, con mucha más sangre e imágenes de dolor en la cara del animal, no se nos advierte de su dureza. Las personas sensibles a esta barbarie las evitamos, con la esperanza de que sean las últimas.
Lola Pereira. Salamanca
Carta a un amigo
Quizás no sea este el medio más adecuado para enviarte esta carta, pero admitirás que es más probable que la leas en EL PAÍS que si la mando a otro medio. Antes de la pandemia nos veíamos con cierta regularidad y hablábamos. Luego perdimos el contacto. Sé que pensabas que lo recuperaríamos después de que “pasara todo”, pero no ha sido así. Es que no ha “pasado todo” aún, o nuevas interferencias que yo desconozco se ciernen sobre ti. También podría ser que la distancia creada por los acontecimientos que nos rodean hayan mermado nuestra capacidad de comunicación. En cualquier caso continuo aquí, en el espacio del entendimiento, intentando resintonizar.
Francisco Vicente Valero. Cádiz