La memoria hace escépticos

Los lectores escriben sobre las guerras, la despedida de José Antonio Marcos de la Cadena SER, las becas educativas, la sanidad y la situación de los teleoperadores

Los bomberos retiran los escombros de un edificio bombardeado en Vinnytsia (Ucrania).SERGEI SUPINSKY (AFP)

Soy una ciudadana escéptica. Libramos dos guerras en Irak para liberar al mundo del malvado de todos los malvados que amenazaba nuestra civilización. Resulta que el presunto señor del mal no tenía armas letales y las consecuencias de la guerra fueron un Irak destrozado, un rosario de conflictos locales y desplazamientos de población masivos. Fuimos a Afganistán para liberar a la población de la amenaza talibán. Resulta que la guerra no estaba motivada por la defensa de la democracia, sino por la defensa de EE UU, y ...

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Soy una ciudadana escéptica. Libramos dos guerras en Irak para liberar al mundo del malvado de todos los malvados que amenazaba nuestra civilización. Resulta que el presunto señor del mal no tenía armas letales y las consecuencias de la guerra fueron un Irak destrozado, un rosario de conflictos locales y desplazamientos de población masivos. Fuimos a Afganistán para liberar a la población de la amenaza talibán. Resulta que la guerra no estaba motivada por la defensa de la democracia, sino por la defensa de EE UU, y dejamos a los afganos en la estacada cuando ya no fueron necesarios. En todos los casos, se presentó la guerra a la opinión pública como justa e inevitable. Ahora tengo la impresión de que Ucrania es el tablero de una partida de ajedrez que comenzó mucho antes de la invasión. El resultado: una Ucrania destrozada, un parón en la lucha contra el cambio climático, grandes beneficios para la industria armamentística y un retorno de la Unión Europea a los brazos de EE UU. ¿Por qué no se negoció para evitar la guerra y por qué no se negocia ahora para pararla?

María Milagros Cristóbal Cristóbal. Madrid

Gracias, Marcos

Dicen que todas las despedidas son tristes, pero yo hoy he tenido la oportunidad, y pienso que la suerte, de presenciar la despedida por jubilación de una voz de la Cadena SER que me ha acompañado durante más de una década. Gracias a las nuevas tecnologías puedo verlo las veces que quiera e incluso guardarlo para poder compartirlo con alguien muy especial que hoy no está disponible, pero que sé a ciencia cierta que le va a encantar escucharlo y verlo. José Antonio Marcos nos ha dado las gracias a nosotros entre otros compañeros, sus oyentes, y a mí me gustaría decirle gracias a él, a su buen hacer. Después de todo, ¿no es un amigo la persona a tu lado con la que transcurren días de todos los colores?

Carmen Mellado Martín-Cleto. Toledo

Becas y sanidad

Becas en educación y sanidad son dos pilares esenciales de las sociedades modernas. Su buen funcionamiento constituye el llamado “bien común”. Algo que no casa con la Comunidad de Madrid, que ahora dará becas a familias que perciben más de 100.000 euros anuales. El deterioro de la sanidad pública es más que considerable: urgencias saturadas, listas de espera demasiado largas, sanitarios desbordados por sobrecarga laboral, pérdida de la relación humana médico-paciente. Un panorama que demanda rápida solución.

José Arias Martínez. Collado Villalba (Madrid)

Teleoperadores

Debería tenerse en cuenta la situación de más de 120.000 trabajadores en toda España: los teleoperadores. Soy consciente de que nuestro trabajo a veces tiene mala prensa, ya que cuando hacemos llamadas podemos molestar, pero también hacemos muchas otras cosas y, en la mayoría de los casos, por un salario de mil euros o menos. Todo el mundo sabe como estamos a nivel económico general, pero todos nosotros estamos con nuestro sueldo congelado desde hace más de tres años. La patronal sigue teniendo beneficios, pero no está dispuesta a subirnos el sueldo más allá de un 2,5% en este año. Hagan cálculos con el IPC tal y como estuvo y está.

Francisco García Morales. Getafe (Madrid)

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