Médicos en España
Los lectores opinan sobre la situación de los médicos en España, el derroche de energía, la importancia de no olvidar los crímenes cometidos por la dictadura chilena y las políticas que refuerzan la desigualdad
Es sorprendente que se anuncie que necesitamos 289.000 médicos en España y, en cambio, no se ofrezcan suficientes plazas públicas cribando a partir de notas de MIR. No se entiende que cada autonomía haya realizado sus pruebas de selectividad en fechas dispares. No se entiende que Europa pida contratos fijos para los sanitarios en España. No extraña que los estudiantes prefieran repetir el MIR antes que coger plaza como médico de f...
Es sorprendente que se anuncie que necesitamos 289.000 médicos en España y, en cambio, no se ofrezcan suficientes plazas públicas cribando a partir de notas de MIR. No se entiende que cada autonomía haya realizado sus pruebas de selectividad en fechas dispares. No se entiende que Europa pida contratos fijos para los sanitarios en España. No extraña que los estudiantes prefieran repetir el MIR antes que coger plaza como médico de familia. ¿Qué estamos haciendo? Una cosa es clara: estamos favoreciendo a la sanidad privada y a sus universidades con el resultado final de una pobre sanidad pública. Estamos en pandemia y nadie ha premiado la labor sanitaria reforzándola, mejorando los sueldos, ofreciendo más plazas para estudiar y trabajar. Dónde tenemos el orgullo de haber sido uno de los mejores países en formación y servicios sanitarios ¿Es necesario un paro generalizado para comprender la importancia de la labor de la medicina en este país?
Mamen Tamayo Meca. Barcelona
Despilfarro de energía
Mañana de verano en la milla de oro de Madrid, 36 grados en la calle e incontables tiendas con sus puertas abiertas de par en par, el aire acondicionado en su interior al máximo y escapando a raudales por esas puertas que no se cierran en ningún momento, no vaya a ser que el ansiado cliente no entre por no abrirlas… ¿Por qué no requerir a los locales con refrigeración tener sus puertas cerradas?, una medida sencillísima que reduciría significativamente el consumo y despilfarro energético.
Beatriz Rábago Cosío. Madrid
No hay que olvidar
En una entrevista en EL PAÍS, la ministra de Exteriores de Chile afirmó que “no ha habido reparación, justicia y verdad para las víctimas de la dictadura”. Soy chilena y española y viví años de exilio en Madrid, donde tengo grandes y entrañables amigos. También, varias personas desaparecidas en mi familia y yo misma vivimos cárcel y expulsión. Es seguro que no se ha hecho lo suficiente. Nunca se podría. Pero es necesario saber que, recuperada la democracia, se hizo, y aún se hacen esfuerzos por lograrlo (leyes, informes, programas de atención psicológica, subsidios, apoyo para terminar estudios...). Es importante no olvidar la dictadura, pero también lo es recordar los esfuerzos de los gobiernos que siguieron a su término, mediante un plebiscito pacífico.
Carmen López Stewart. Santiago de Chile
Por la desigualdad
La sanidad, educación y otros servicios públicos son el mayor logro de la lucha —en positivo— por la igualdad. Pero para conseguir que todos tengamos los mismos derechos, obligaciones y oportunidades hay que combatir la pobreza y la desigualdad que persiste y crece en España. Un camino tan largo y difícil que comienza al menos en el Neolítico, cuando unos pocos se encaraman por encima de la mayoría y desde entonces defienden con uñas y dientes sus privilegios. Por eso, hoy, los que abandonan y privatizan los servicios públicos, conceden becas a las rentas altas o bajan los impuestos, no se deben ni nos deben engañar porque así, de hecho, solo defienden la desigualdad.
Luis de Luxán Meléndez. Porrúa-Llanes (Asturias)