Hemos olvidado los puntos medios

Los lectores escriben sobre la degradación de los debates, la pérdida de derechos, la vuelta de las centrales térmicas y su impacto y las discusiones sobre el Orgullo LGTBI

Vista general del hemiciclo del Congreso de los Diputados.

La nueva manera de pensar de los jóvenes. Blanco o negro, si no tiene mis mismos ideales, tendrá los contrarios. Blanco o negro, adiós a la escala de grises. Blanco o negro, la nueva etapa de la política española. La estrategia argumentativa del discurso en el Congreso hoy en día es la retórica. El objetivo de cualquier partido es claro: dejar a la oposición siempre por debajo. Se nos enseña que debemos votar, que solo así el país mejorará, sustentad...

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La nueva manera de pensar de los jóvenes. Blanco o negro, si no tiene mis mismos ideales, tendrá los contrarios. Blanco o negro, adiós a la escala de grises. Blanco o negro, la nueva etapa de la política española. La estrategia argumentativa del discurso en el Congreso hoy en día es la retórica. El objetivo de cualquier partido es claro: dejar a la oposición siempre por debajo. Se nos enseña que debemos votar, que solo así el país mejorará, sustentado en la participación de la ciudadanía en la vida gubernamental. Pero ¿qué nos queda, cuando es esta misma la que es capaz de crear bandos dentro de una familia? Se ha perdido el punto medio. Hemos olvidado que hay ciertos temas en los que podemos estar de acuerdo, a pesar de no pertenecer al mismo partido o ideología. Que la política se basa en la cooperación. Que el papel de la oposición es fundamental e innegable, pero que el de la comprensión y colaboración, esencial. Blanco o negro, la degradación de la política en nuestro país y, a su vez, todo lo que debe ser reformado por las nuevas generaciones.

Elena Hernández Llorca. Alicante

Mundo anacrónico

En plena revolución digital, un anacronismo recorre el mundo: la involución ultraconservadora y su corolario. Porque anacrónica es la homofobia; porque anacrónico es el racismo y la xenofobia; porque anacrónica es la desigualdad y la lacerante acumulación de riqueza en unos pocos; porque anacrónico es que el Tribunal Supremo de los Estados Unidos tumbe el derecho al aborto; repito: derecho; no obligaba: amparaba. Porque anacrónico es cuestionar el inalienable derecho a la libertad de decidir sobre nuestro propio cuerpo, sin ataduras religiosas, morales o político-utilitaristas; porque anacrónica es la violencia machista; porque anacrónica es la guerra, la pobreza y el hambre. En la era del dios big-data mucho algoritmo, mucha fotito, mucho like... pero escasa, muy poca humanidad.

F. Javier Santos. Santiago de Compostela

Vuelven las centrales térmicas

Estábamos todos de acuerdo: el carbón es el combustible más letal para intentar parar el desastre climático y ambiental de la tierra. Nosotros, además, somos europeos, la vanguardia en la salvaguarda, de este desastre. Nosotros nos sacrificamos y cerramos minas en León, en Asturias, cerramos centrales térmicas, llevamos a la debacle económica a esos lugares. No había otra. Ahora, capitaneados por Alemania, seguido por Austria y demás países “mucho más europeos que nosotros” eso sí, se van a poner operativas de nuevo centrales térmicas, no tienen gas, ni desde luego les importa un pimiento el desastre climático que tenemos. Ya no entiendo nada, si España se sale del guion europeo, hay sanciones brutales. Es justo, ahora, que nuestro Gobierno proteste, que intente hacerse oír.

Carmen Sáez Yañez. Valencia

Perder el foco

Están siendo días raros y desalentadores para el colectivo LGBTI, en los que seguimos reclamando derechos mientras luchamos más que nunca contra la amenaza que afrontan los ya conseguidos. Pese a ello, algunas de las principales campañas del Orgullo de este año se difunden bajo los lemas “Orgullo de País” u “Orgullo de Madrid”. Qué pena que se haya perdido completamente el foco.

Francisco Gámiz. Loja (Granada)

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