Basta de atención telefónica en la sanidad
Los lectores escriben sobre las citas médicas telemáticas, el rey emérito, el consumo y la contaminación y la jubilación
Tengo un dolor muy fuerte y decido acercarme al centro de salud de mi pueblo. Solo voy al médico por causas urgentes. Tampoco creo que un diagnóstico erróneo sea un delito, ya que toda persona puede cometer un error involuntario. Llego al centro médico y está vacío. Pregunto si está mi doctora en recepción y me dicen que sí, pero que tengo que solicitar la visita por internet. Lo hago y me dicen que muy bien, que ya me llamarán. Salgo del centro médico y me llama mi doctora desde dentro y, sin visitarme, me receta. A los dos días me encuentro peor y vuelvo a citarme por internet. Me llama mi d...
Tengo un dolor muy fuerte y decido acercarme al centro de salud de mi pueblo. Solo voy al médico por causas urgentes. Tampoco creo que un diagnóstico erróneo sea un delito, ya que toda persona puede cometer un error involuntario. Llego al centro médico y está vacío. Pregunto si está mi doctora en recepción y me dicen que sí, pero que tengo que solicitar la visita por internet. Lo hago y me dicen que muy bien, que ya me llamarán. Salgo del centro médico y me llama mi doctora desde dentro y, sin visitarme, me receta. A los dos días me encuentro peor y vuelvo a citarme por internet. Me llama mi doctora y le insisto en que, por favor, preferiría que me viese. A regañadientes me da hora para esa tarde. Me mandan pasar y la doctora me riñe por haber pedido verla. Qué cómo somos. Que qué manía con que nos visiten. Apenas me mira. El problema fue un diagnóstico erróneo, es esa sensación de lejanía y desamparo. ¿Dónde se quedó nuestra sanidad? ¿Dónde se quedó nuestra humanidad?
Rosa Díez López. Sant Climent de Llobregat (Barcelona)
¡Viva el Rey!
Según la Fiscalía, el rey emérito no ha declarado a Hacienda más de 65 millones de euros, más de 10.800 millones de pesetas. Con ese dinero se podría becar a investigadores, a alumnos, contratar sanitarios, personal docente, cuerpos de seguridad, asistir a los más desfavorecidos, etcétera. En el mensaje de Navidad de 2011, Juan Carlos I afirmaba con rotundidad sobre su yerno: “La justicia es igual para todos”. Pero era mentira. Él se movía en la impunidad impropia de su cargo. ¡Viva el Rey!
José Antonio Martínez Lamoca. Madrid
¿Merece la pena?
Si ahora mismo te dan una charla sobre el exceso de consumo y la contaminación que genera todo eso, seguro que pensarás: “Qué aburrido, el mismo sermón de siempre: reducir, reutilizar y reciclar”. Claro, es cierto que la teoría nos la sabemos todos, pero ¿qué hay de la práctica? Cada vez que algo se nos rompe, pasa de moda o, simplemente, nos aburre, nos compramos otra cosa. Es evidente que nuestra forma de vida se basa en la inmediatez y en el binomio problema-solución instantáneo. Ojalá llegue el momento en el que nos demos cuenta de que la felicidad que sentimos al poseer algo material es efímera y dura un instante. ¿Merece la pena? ¡Tú sabrás!
Yaiza Soldado Cardenal. Sarriguren (Navarra)
Incentivos para retrasar la jubilación
Leo que el ministro Escrivá quiere extender incentivos para que la gente retrase la edad de jubilación. Y me sorprende lo que ocurre en mi caso con eso. Me jubilé en julio de 2019 con un año de más, a los 66 años y seis meses. Me correspondía un porcentaje de demora, pero el INSS no me lo aplica porque hice huelga el 8 de marzo y me dice que incumplo el “contrato”. El abogado me asegura que no tiene sentido, pero tenemos dos juicios (ante dos magistradas) y perdemos. El INSS me dice entonces que puedo trabajar un día y solicitar de nuevo la pensión. Pero —otra vez el dichoso pero—, al hacerlo, me avisan de que van a enviar una inspección a la empresa y que a mí se me puede acusar de fraude de ley. Y yo digo: ¿qué es lo que se me achaca? ¿Se me sanciona el hacer huelga? ¿No será mayor fraude el que el INSS se quede con 364 días de cotización?
Ignacio C. Soriano Jiménez. Burgos