Martes, no te cases, pero vota

Esto va de izquierdas y derechas. Ninguna es perfecta, pero ambas son más hermosas y reales que los insultos de marketing

Un cámara junto a los atrios para informar de las elecciones en Madrid en el Centro de Procesamiento y Difusión de Datos instalado en Ifema.Fernando Alvarado (EFE)

En martes ni te cases ni te embarques, pero sí ve a votar.

Entiendo que no te apetezca. Los candidatos, que se han dedicado a acusarse mutuamente de mentir e incitar a la violencia, no se lo merecen. De una campaña tan agria no pueden salir unos resultados dulces. Pero, precisamente por eso, sal a votar. No pienses en ellos. Piensa en ti y, sobre todo, en el prójimo. En quienes están sufriendo m...

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En martes ni te cases ni te embarques, pero sí ve a votar.

Entiendo que no te apetezca. Los candidatos, que se han dedicado a acusarse mutuamente de mentir e incitar a la violencia, no se lo merecen. De una campaña tan agria no pueden salir unos resultados dulces. Pero, precisamente por eso, sal a votar. No pienses en ellos. Piensa en ti y, sobre todo, en el prójimo. En quienes están sufriendo más directamente la pandemia. En las personas que han perdido, o están perdiendo, la salud física y psicológica, el trabajo o el negocio de toda la vida. En los mayores dependientes y en los jóvenes que no se pueden independizar.

Piensa en esos problemas reales y no en los ficticios creados por los políticos. No todos se han comportado igual, pero la mayoría ha acabado presa de los mensajes simples de sus spin doctors. En estas semanas de intensidad tragicómica que hemos sufrido, y que esperemos se diluyan hoy en las urnas, candidatos solventes de todos los colores parecían el grisáceo rey de Rohan en El Señor de los Anillos: autómatas hechizados por un brujo.

Sin embargo, tras cada uno de esos líderes y sus nigromantes demoscópicos, hay un programa político para los problemas de los madrileños. Hay soluciones argumentadas, en algunos casos incluso bonitas, tanto de izquierdas como de derechas, para afrontar los retos de una comunidad tan rica como frágil. Y en cada uno de los partidos hay también todo un conjunto de profesionales dispuestos a gestionar una de las administraciones más importantes del país. Piensa en todas esas propuestas legítimas y en sus dedicados ejecutores, y acude a las urnas.

Si, para votar, cuesta salir de casa un domingo, más difícil todavía es salir del trabajo un martes. Los expertos recomiendan que las elecciones se celebren en festivos para evitar la desmovilización, sobre todo de aquellas personas para las que votar supone un sudoku logístico, como madres solteras, autónomos y empleados que compatibilizan varios trabajos precarios o tienen dependientes a su cargo. Quienes más se juegan son los que lo tienen más difícil para participar si los comicios se celebran un día laborable. Vota por ellos, vota por ti.

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Esto no va de democracia, fascismo, libertad o comunismo. Va de izquierdas y derechas. Ninguna es perfecta, pero ambas son más hermosas y reales que los insultos de marketing. @VictorLapuente

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