Cartas al director

Olvidamos cómo es ser humano

Los lectores opinan sobre cómo las decisiones que tomamos afectan a los que nos rodean, la necesidad de que España se dote de una economía sostenible frente a los retos que plantea la pandemia, y sobre el antifascismo

Una mascarilla tirada al suelo en una calle de Madrid.EL PAIS

Se nos pasa la vida esperando, barriendo culpa y malestar como si no fuéramos los actores principales de nuestras vidas y los dueños de nuestras decisiones. Se nos pide paciencia, ganas y ser positivos. Mostramos maldad con lo que nos rodea, con quienes no conocemos; y vengamos nuestro malestar: una mascarilla al suelo, un cigarro en una parada de bus, una mala mirada al que lleva mal puesta la mascarilla. Olvidamos cómo es ser humano. No sé cómo se puede dormir sabiendo a cuántas personas destr...

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Se nos pasa la vida esperando, barriendo culpa y malestar como si no fuéramos los actores principales de nuestras vidas y los dueños de nuestras decisiones. Se nos pide paciencia, ganas y ser positivos. Mostramos maldad con lo que nos rodea, con quienes no conocemos; y vengamos nuestro malestar: una mascarilla al suelo, un cigarro en una parada de bus, una mala mirada al que lleva mal puesta la mascarilla. Olvidamos cómo es ser humano. No sé cómo se puede dormir sabiendo a cuántas personas destruye una mala decisión y aun así seguir probando opciones hasta dar con algo acertado. Mientras tanto, nosotros, a seguir esperando. Las pocas alegrías se reflejan en los pequeños gestos y acciones que nos brindan nuestros profesores, mascotas, amigos, parientes y amados. Es hora de despertar a la vida que nos han cambiado. Y no olvides lo importante que es ser consecuente con tus actos.

Sorina Minteu. Madrid

Por una economía sostenible

Como respuesta a la pandemia, la UE aprobó un paquete de recuperación sin precedentes de 750.000 millones de euros y suspendió temporalmente las normas fiscales, permitiendo a los Gobiernos gastar lo necesario. La recuperación ofrece una oportunidad única en una generación para construir un puente hacia una futura economía sostenible con niveles de vida crecientes y empleos decentes para todos. Sin embargo, datos recientes muestran que el 70% de los 72.000 millones de euros del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de España se desperdiciará en reactivar la vieja economía y en dar subvenciones estatales a las industrias del pasado, incluido el rescate de las aerolíneas Iberia y Vueling. España planea gastar solo el 11% de su esfuerzo de recuperación en curso en reforzar la resiliencia medioambiental de la nación ante futuras crisis climáticas y un escaso 6% en medidas de bienestar social para mejorar la salud y el bienestar a largo plazo de nuestros ciudadanos. Como economistas y líderes de la sociedad civil, hacemos un llamamiento a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, para que revise sus planes y utilice este paquete de gasto único para hacer frente a nuestra vulnerabilidad ante futuros acontecimientos de “cisne negro”, como las pandemias y la perspectiva de un cambio climático irreversible. La ministra Montero también debe utilizar su influencia para impulsar una revisión permanente de las normas fiscales de la UE para evitar una ruinosa vuelta a la austeridad. Es hora de invertir en una economía sostenible y socialmente resiliente, guiada por propuestas de la sociedad civil.

Patricia Suárez Ramírez (CEO, ASUFIN), Diego Isabel La Moneda (director de NESI Forum) y Benoit Lallemand (secretario general de Finance Watch).

Manifestación contra el encarcelamiento de Pablo Hasél, en Pamplona, Navarra (España), el pasado 20 de febrero.Eduardo Sanz Nieto (Europa Press)


No son antifascistas

Los jóvenes que se manifiestan violentamente no buscan libertad de expresión, ni son antifascistas. Son gente violenta y maleducada, sin más. Desgraciadamente, con su comportamiento lo que están consiguiendo es fabricar votos para la ultraderecha. El señor Echenique no debería alentar semejantes desmanes. Lo que tiene que hacer es ayudar a su Gobierno a mejorar la ley de libertad de expresión.

Tomás Daroca Arguello. Sevilla

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