El extraño caso del “voto útil” en Jalisco: la campaña para tumbar la hegemonía de López Obrador

“Este 2 de junio, los ciudadanos tendremos la enorme oportunidad de poner un alto al autoritarismo que amenaza a nuestra nación”. Ese es el llamado que hace la agrupación política Confío en México para que los votantes de Jalisco apuesten por la continuidad de Movimiento Ciudadano (MC) en el Gobierno del Estado, pero que apoyen la candidatura presidencial de la opositora Xóchitl Gálvez. La campaña promueve el “voto útil e inteligente” con espectaculares, calcomanías y folletos, en un intento por frenar el avance electoral de Andrés Manuel López Obrador y su partido. “El objetivo es que Morena no gane”, afirma Salvador Cosío Gaona, el principal impulsor. El esfuerzo no ha estado exento de polémica, entre acusaciones cruzadas de “guerra sucia”, un mar de especulaciones sobre las motivaciones políticas y el surgimiento de una respuesta directa: la aparición de propaganda para apoyar a Lemus y a Claudia Sheinbaum, la aspirante oficialista.

En medio queda Movimiento Ciudadano. Jalisco es su principal bastión y el partido no está cómodo con estos movimientos que descartan a su candidato presidencial, Jorge Álvarez Máynez, tercero y a mucha distancia en las encuestas. La polémica llega en terreno abonado. El todavía gobernador, Enrique Alfaro, ha sido muy duro con su candidatura e incluso deslizó la idea de sumarse al frente opositor. En cuanto a Lemus, favorito a la gubernatura, también se desmarca del “voto útil” y ha anunciado acciones legales contra ambas campañas.

Los espectaculares con las caras de Gálvez y Lemus aparecieron desde marzo pasado, en el arranque oficial de las campañas a la presidencia, aunque los medios locales informaron de que fueron colocados desde el año pasado, en la precampaña. Los llamados al “voto útil” son recurrentes en cada elección, pero no suelen promocionarse de forma abierta. Morena han denunciado desde hace meses que se trata de una estrategia “ilegal” y ha insistido en que se pretende condicionar el voto de la ciudadanía con anuncios “anónimos”. Cosío Gaona, exdiputado e hijo de un gobernador priista, defiende que “no hay secretos” y sostiene que el voto cruzado es la mejor opción para Jalisco. “No nos avergonzamos de ello”, señala el líder de Confío en México en entrevista. “No es ningún delito expresarnos y promover el voto por dos partidos distintos”, agrega.

Cossío Gaona asegura que Confío en México tiene una fuerza de unos 110.000 miembros en Jalisco y otros Estados. Alrededor de la mitad milita en formaciones opositoras como el Partido Acción Nacional (PAN), el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD). El año pasado organizaron encuentros con aspirantes como el panista Santiago Creel, el priista Enrique de la Madrid e, incluso, Ricardo Monreal, de Morena. Los acercamientos con Gálvez comenzaron desde junio y el apoyo se formalizó poco después de que se hizo con la candidatura del frente opositor, comenta el dirigente de la organización. “Desde el inicio le dijimos que no tendríamos un compromiso con un bloque partidario, pero nos declaramos antimorena”, explica. “Lemus recibió nuestro respaldo también de forma muy visible, pero le dijimos que sólo era para él”, agrega.

La aparición de dos campañas distintas promoviendo el voto por la fórmula Lemus-Gálvez y Lemus-Sheinbaum, promocionada como “el verdadero voto útil” y cuya autoría sigue siendo un misterio, ha provocado incomodidad en todos los frentes políticos. De cara al público, Movimiento Ciudadano no ve con buenos ojos que se descarte a su candidato presidencial, Jorge Álvarez Máynez, tercero en las encuestas, en su principal bastión. “Nosotros ya superamos desde hace rato a la candidata del PRIAN en Jalisco”, dijo Máynez de visita por la entidad y agregó que existe una buena relación con el partido en su entidad, pese a que el gobernador Enrique Alfaro ha criticado su candidatura y había impulsado la idea de sumarse al frente.

El frente del PRI, PAN y PRD también es reacio a reconocer que Laura Haro, su candidata a la gubernatura de Jalisco, no sea competitiva. Algunos de sus dirigentes, sin embargo, han coqueteado con la idea de dividir apoyos. “Si hablan de voto inteligente, ese es votar por Xóchitl Gálvez, yo invito a mis amigos de Movimiento Ciudadano a sumarse”, dijo el exgobernador panista Emilio González Márquez, también delegado de la campaña de Gálvez en esa entidad. Morena no quiere enfrentar a una alianza de facto entre sus principales rivales en la contienda nacional y el partido gobernante en el Estado. “Yo diría que es voto inútil”, ironizó Sheinbaum a principios de mes.

El propio Lemus se desmarcó esta semana, dijo que iba a emprender acciones legales contra ambas campañas y pidió que “no le cuelguen milagritos”. “No tengo absolutamente nada que ver ni con unos ni con otros”, dijo el puntero en las encuestas por la gubernatura. Las declaraciones se desprenden de otra polémica: ¿Cómo se van a fiscalizar esos recursos y a qué candidatura se le van a cobrar? “No vaya a ser que me los carguen a mis gastos de campaña”, reprochó Lemus.

Cosío Gaona asegura que la campaña ha costado cerca de un millón de pesos y dice que entregaran los comprobantes al equipo de Gálvez como una donación de particulares. El Tribunal Electoral falló a favor de MC al reconocer que no tienen relación con la campaña y revocó una resolución del Instituto Nacional Electoral por omisiones relacionadas a este caso en sus reportes de gastos.

“El voto en Guadalajara es muy volátil y cambiante, siempre es un voto de castigo y muchas veces diferenciado, sobre todo en los sectores que están más politizados”, comenta David Gómez Álvarez, académico de la Universidad de Guadalajara. El investigador asegura que detrás de la campaña Lemus-Gálvez están expriistas que se han sentido desplazados por el partido, panistas que han migrado a las filas de MC y empresarios que ven como una amenaza el crecimiento de Morena en Jalisco. “Creo que el hecho de que gobierne Movimiento Ciudadano descoloca los ejes del análisis para alguien que no es de aquí”, agrega. “Morena no está haciendo casi una campaña local y apuesta todo por lo nacional, mientras que MC acusa cierta orfandad porque no tiene una campaña nacional que lo arrope y necesita elementos para deslindarse o diferenciarse”.

El politólogo comenta que algunos simpatizantes de Morena podrían estar detrás de la campaña Sheinbaum-Lemus, como una forma de visibilizar su descontento ante las decisiones del partido a nivel estatal. Gómez Álvarez ve un reacomodo a partir de la configuración del escenario político en Jalisco: los priistas se fueron a Morena, los panistas al partido naranja. En el nuevo juego político entran como factores el conservadurismo de varios grupos con presencia en el Estado, sentimientos regionalistas en la línea de que “Jalisco se cuece aparte” y los problemas de Morena para encontrar una figura local que capitalice el arrastre de López Obrador, comenta.

No es un fenómeno nuevo en Jalisco. MC ya había hecho un llamado al “voto útil” en las elecciones de 2021, al presentarse como la única fuerza que podía contender con Morena en el plano legislativo y las votaciones locales. También ha habido intentos anteriores que han cuajado en el Estado, como en las elecciones de 2006, en la que se lanzó la campaña de que López Obrador era “un peligro para México”. En otros casos, Gómez Álvarez apunta que sí ha habido intentos en Jalisco por fragmentar el voto, sobre todo en las contiendas por el Congreso.

Adriana Báez, académica de la Universidad Nacional Autónoma de México, ve como único antecedente en el plano nacional la elección de Vicente Fox, donde se extendió la idea de que el “voto útil” era sacar al PRI. La investigadora comenta que la campaña que ha aparecido en Jalisco abona al pragmatismo que ha marcado esta elección, con un frente opositor que ha insistido en la necesidad de tumbar a Morena, pero que ha tenido problemas para presentar una oferta distinta de proyecto político y superar sus diferencias ideológicas. “La idea es tumbar a López Obrador, pero no queda claro que van a hacer si llegan al poder”, comenta. La consigna puede encontrar eco entre ciertos sectores que vivieron la hegemonía del PRI y temen que Morena no tenga contrapesos al promover el llamado plan C. “Hay una conciencia cada vez mayor de la importancia del Congreso en estas elecciones”, resume.

Cossío Gaona rechaza dar marcha atrás con la campaña de voto cruzado y adelanta que el siguiente paso será apoyar las candidaturas al Senado de MC, previsto a formalizarse la próxima semana. También sostendrán reuniones con candidatos naranjas a diputados federales para analizar extender el respaldo. “No soy un traidor”, dice el dirigente e insiste en que no milita en el PRI desde 2006. Sus hermanos mantienen su participación y ellos son quienes deben guardar la disciplina partidista, comenta. “Yo nunca me comprometí a apoyar al PRI”, zanja.

Jalisco tiene más de 6,6 millones de electores en la lista nominal y es el tercer Estado con mayor número de votantes, después del Estado de México y la capital. En 2018, el principal beneficiado el voto cruzado fue López Obrador, que obtuvo más del 53% de los sufragios, 11 puntos más que la coalición Juntos Haremos Historia en la votación para diputados.

En Jalisco, el presidente obtuvo 1,4 millones de votos y Ricardo Anaya ―entonces candidato del PAN, PRD y MC― casi 1,2 millones hace seis años. Alfaro, en cambio, se impuso como gobernador con 1,3 millones, casi medio millón más que el candidato de Morena. Willibald Sonnleitner, investigador del Colegio de México, calculó que López Obrador se hizo con el 55% de las preferencias entre los votantes de MC a nivel nacional. Confío en México espera que la estrategia de “voto útil” acerque a Gálvez al millón y medio de votos o, incluso, a los dos millones. La última palabra será de los electores.

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