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Encuesta: la inseguridad, la corrupción y la economía serán los temas cruciales de la campaña electoral

Un 69% de votantes ya sabe a quién apoyará en los primeros comicios en los que saldrá elegida una mujer. Sheinbaum (Morena) aventaja en 30 puntos a Xóchitl Gálvez (PAN, PRI, PRD). Movimiento Ciudadano queda en posición irrelevante, según la encuesta de Enkoll para EL PAÍS y W Radio

Cabecera Presidencia 2024
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Carmen Morán Breña

México ya sabe que está en campaña electoral y algunos de sus ciudadanos, un 19% para ser exactos, hasta afinan el día en que se abrirán las urnas para depositar el voto, el 2 de junio. A tres meses de que eso ocurra, la población va perfilando sus preferencias por las candidatas y sitúan a la morenista Claudia Sheinbaum 30 puntos por encima de la adversaria panista, Xóchitl Gálvez. Las opiniones recogidas en la encuesta de Enkoll para EL PAÍS y W Radio entre el 24 y el 28 de febrero apenas modifican los resultados manifestados en este sentido meses antes. Pero la campaña acaba de empezar y es ahora cuando el ruido político se dejará escuchar alto y claro. Tres asuntos clave para la ciudadanía en México a la hora de elegir nuevo gobierno serán la inseguridad, la corrupción y la economía, y sobre ellos incidirán los candidatos. Mucho han cambiado las cosas en los últimos años de mandato de López Obrador al respecto. En 2022, un 35% de los encuestados situaba los asuntos económicos como el principal problema, pero esa línea no ha hecho más que descender y ahora solo un 15% lo ve así. Justo lo contrario ha pasado con la violencia: aquel año le preocupaba especialmente a un 45% del electorado, pero la inseguridad se aúpa en estos momentos hasta un 53% entre las inquietudes de la población. La corrupción, de sempiterna presencia en la conversación mexicana, ha ascendido de un 20% a un 32%.

De modo que las candidatas ya saben por dónde van los tiros. Sheinbaum, sustituta del actual presidente en el cartel de Morena, muy probablemente hará valer las buenas cifras económicas de un país que atisba un extraordinario despegue en inversiones, comercio y empleo. Y habrá de sortear como pueda el fracaso en materia de seguridad del actual sexenio, que superará las cifras de muertos del anterior, por no hablar de la sangre que se ha venido derramando en estos días de precampaña. Esa es la tabla a la que se agarrará la oposición, que ya ha definido su eslogan electoral: Por un México sin miedo. No hay nada más urgente en este país que disminuir la violencia que devora territorios enteros.

Con todo, será difícil descabalgar a Claudia Sheinbaum, cuyas calificaciones son inmejorables por ahora: su paso por el gobierno de la capital y sus muchos viajes de precampaña la han hecho bien conocida (84%), mientras su contrincante se ha tenido que ganar a pulso esa carrera. Gálvez ha subido 41 puntos en este aspecto desde julio de 2023. También le ha costado sus buenos recorridos por todo el país. Sin embargo, la opinión que de ella se ha hecho el electorado no acaba de despegar, incluso ha bajado 3 puntos en simpatía política en ese mismo periodo, quedándose en un 39%. Sheinbaum también se ha desgastado un poco, pero conserva un 66%. No es de extrañar, pues, que un 63% de los encuestados manifieste por ella una preferencia efectiva de voto, frente al 33% de Gálvez. 30 puntos pueden limarse en la campaña electoral, y en eso confían los seguidores del PAN, PRI y PRD, que irán coaligados a la elección bajo el nombre de Xóchitl Gálvez. Pero no será fácil dar la vuelta por completo a un resultado previsible.

Hay un tercer candidato en liza, Jorge Álvarez Máynez, por Movimiento Ciudadano, el partido que ha acumulado en las últimas semanas varios errores de peso que han desbarrancado sus opciones de alcanzar un puesto meritorio. La formación naranja, que se presenta como una tercera vía ante la polarización de los bloques mayoritarios está en franco declive. Máynez solo recaba el 4% de la preferencia de voto y apenas un quinto de la población lo conoce. El candidato se postuló recientemente, solo cuando el gobernador de Nuevo León, Samuel García, tuvo que retirarse de la contienda por impedimentos políticos. Es todavía un personaje gris al que el gran bloque opositor ni siquiera menciona y para la candidatura oficialista significa poco o nada. De enero a la fecha ha subido un punto en la preferencia ciudadana, lo mismo que Gálvez. Sheinbaum ha bajado dos, oscilaciones poco significativas aún y que no marcan tendencia.

El reto de la campaña será modificar, cada quien a su favor, la idea que trae en la cabeza la ciudadanía, puesto que un 69% dice estar ya seguro de la opción por la que votará. Y atraer para sí la boleta del 29% que no descarta cambiar de opinión. Si el resultado da sorpresas de última hora, muy probablemente se deba al casi un tercio de los electores que aún no se ha dejado convencer del todo por nadie. Ambas candidatas tienen mucho que hacer para poner a su favor a la población. Solo un 39% está seguro de que su voto será para el partido guinda, el oficialista, mientras que la boleta irá para los aliancistas, sin arrepentimientos de última hora, en un 19%. La clave está en los márgenes. Gálvez tendrá que luchar contra el rechazo efectivo que manifiesta todavía por su persona la mitad de los consultados, Máynez hará lo propio con un 34% que no lo considera presidenciable, y para Sheimbaum será algo más fácil (16%). Pero ojo al 34% que contempla la necesidad de poner un color distinto al Gobierno que viene.

La candidata morenista rema cómoda en la fluida corriente que muestra su partido, el predilecto en estos comicios para un 52% de los mexicanos. Todo lo contrario de su adversaria, cuyas velas están lastradas por los vientos en contra que soplan para algunos de los partidos que la impulsan, como el PRI, que recaba el mayor desprecio. La ciudadanía parece acusar el cansancio de décadas de partido único y los fracasos recientes de gobiernos corruptos: al tricolor solo le votaría un 15% y eso que todavía cuenta con estructuras clientelares poderosas. Tampoco el PAN está en su mejor momento, con un 19% de preferencias. Y el PRD, con riesgo de perder el registro electoral, atrae a un 3% del electorado. La insistencia de Gálvez por deslindarse de estos partidos para presentarse como un verso suelto radica en estas conocidas opiniones de los electores.

La población más joven, coinciden muchos, será un factor crucial en esta contienda. México tiene una pirámide poblacional muy ancha en edades tempranas y los candidatos están moviendo su campaña con golpes de efecto en las redes sociales y el aparataje de las nuevas tecnologías. Para esta encuesta se ha entrevistado en sus casas a 814 personas con su credencial de elector vigente. El 52% eran mujeres y el 38% del total eran jóvenes de 18 a 34 años. Eso también lo tendrán en cuenta las candidatas en la campaña que marca su línea de salida.

Sobre la firma

Carmen Morán Breña
Trabaja en EL PAÍS desde 1997 donde ha sido jefa de sección en Sociedad, Nacional y Cultura. Ha tratado a fondo temas de educación, asuntos sociales e igualdad. Ahora se desempeña como reportera en México.
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