Sheinbaum da poder a la Marina en una nueva ley para perseguir y abordar barcos aún sin despejarse la sombra de la red de huachicol
La mandataria mexicana ha enviado al Congreso una propuesta de Ley de la Armada que formaliza las nuevas atribuciones de la Marina en aeropuertos y aduanas para combatir delitos en el espacio marítimo


Con el escándalo de la red de contrabando de combustible aún planeando sobre las aduanas de México, que ha puesto en el foco a la Marina por la colusión de sus integrantes, la presidenta Claudia Sheinbaum ha enviado al Congreso una propuesta de ley que refuerza el poder de la institución, ensombrecida por la corrupción. La mandataria ha presentado una nueva Ley Orgánica de la Armada de México, enviada la noche de este lunes al Legislativo, con un contenido de calado que formaliza nuevas atribuciones de la Marina en aeropuertos y aduanas. Entre otros ingredientes, otorga a la institución el derecho de visita y de persecución, así como acciones de abordaje, registro e inspección de buques y embarcaciones en la zona económica exclusiva de México y altamar, para fortalecer el combate a los actos ilícitos cometidos en el espacio marítimo, incluido el llamado huachicol fiscal.
La propuesta de autoría presidencial mantiene el foco en la Marina mexicana que ha ocupado los titulares nacionales e internacionales las últimas semanas por el escándalo que involucra a los hermanos Manuel Roberto y Fernando Farías Laguna, militares de alto rango y familiares políticos de José Rafael Ojeda Durán, el secretario de Marina del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador (2018-2024), una trama que incluye crimen organizado, aduanas, militares y sumas millonarias de dinero en efectivo.

Sheinbaum ha ampliado, en su nueva propuesta, el poder de la Marina. En el puñado de nuevas atribuciones que propone la presidenta, destacan las acciones para salvaguardar la soberanía y la integridad del territorio nacional en el mar territorial, zona marítimo-terrestre, islas y cayos, pero también en los espacios aéreos correspondientes. Esto ha incluido participar en actividades de ciberdefensa y ciberseguridad para la conducción de las operaciones militares en el ciberespacio, en colaboración con otras autoridades, así como el empleo de la inteligencia artificial como herramienta tecnológica.
La propuesta da revés a un puñado de ordenamientos impulsados y aprobados por el Congreso durante el tercer año de la Administración de López Obrador a través de la Ley Orgánica de la Armada de México, que con la propuesta de Sheinbaum quedaría derogada. Entre los cambios, la mandataria ha tocado los nombres y los niveles jerárquicos, para que el de mayor relevancia sea el de mando superior en jefe estratégico, cargo desempeñado por el titular de la Jefatura de Operaciones Navales, que sustituirá, en caso de aprobarse, la figura de Estado Mayor General de la Armada, que la Secretaría de Marina propuso en el sexenio pasado. Además, ha propuesto eliminar sanciones más severas y la baja de marinos por delitos contra la salud en su modalidad de narcotráfico o por traición a las fuerzas armadas, disposiciones que el Congreso dejó asentadas en 2021 en la Ley Orgánica de la Armada de México aupada por López Obrador.
Sheinbaum no ha dado un paso atrás en su defensa de la Secretaría de Marina, una dependencia que forjó por años la reputación de ser la institución más fiable en la lucha contra el crimen organizado y que se creía incorruptible antes de que se revelara la red de contrabando de combustible bajo la dirección y licencia de mandos marinos empoderados con el control de las aduanas, atribución otorgada por su antecesor. La mandataria ha reforzado su confianza y respaldo a la Marina cada día después de que estallara el escándalo que cuestionó su integridad. “Los valores de nuestras fuerzas armadas son muy sólidos”, ha dicho este martes en su conferencia matutina.
Con esta nueva propuesta, la presidenta parece cerrar la pinza con la reforma que avanza en el Congreso. La Cámara de Diputados está a horas de votar la nueva Ley de Aduanas, también de autoría presidencial. La reforma endurece los controles para frenar la fuga de capitales para el erario público que suponen las operaciones de contrabando, incluido el huachicol fiscal. Pone el foco en nuevas regulaciones para la figura del agente aduanal, cargándola con mayor responsabilidad, nuevas multas y una fiscalización más frecuente por parte de las autoridades.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma
