La licencia menstrual abre el debate sobre el tabú que persiste
La iniciativa que propone días de descanso para las personas menstruantes aún debe ser aprobada por el Congreso de la Unión
El Congreso de la Ciudad de México aprobó una iniciativa para proponer al Congreso de la Unión reformar la Ley Federal del Trabajo e incluir una licencia para las personas menstruantes. En caso de ser aprobado el proyecto, se otorgarían dos días de permiso cuando los síntomas de la menstruación sean incapacitantes.
La propuesta causó revuelo en redes sociales, donde hubo quién la aplaudió como un avance de los derechos a la salud y otros que la tacharon de un incentivo para discriminar a las mujeres en los centros de trabajo.
Algunas mujeres recurren a la práctica de tomar analgésicos constantemente para soportar la jornada laboral durante su menstruación. “Además de que puede afectar el riñón, el problema real es que puede encubrir una enfermedad que te puede traer consecuencias a largo plazo”, detalló la doctora Yoalli Palma.
Otra de las controversias fue que serán Instituto Mexicano del Seguro Social y el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales quienes expedirán el permiso para faltar, a pesar de las deficiencias que algunos trabajadores denunciaron en el proceso para obtener incapacidad.
Yamileth Cruz, estudiante de maestría que ha sufrido dolores crónicos, desmayos y mareos desde el inicio de su menstruación, describe el proceso para obtener una incapacidad oficial en una sola palabra: “Horrible”. “Es tedioso ir a un médico cada mes o cada que pasa esto y que me digan: reposo”, describe.
A pesar de que no están obligadas por ley aún, hay organizaciones y empresas que ya han decidido implementar un protocolo menstrual. Dentro de la asociación civil SiKanda, que promueve el desarrollo sustentable en comunidades en situación de marginación, el plan incluye desde contar con sillas con asientos de color oscuro hasta facilitar contenedores de agua o lavabos para la higiene de copas menstruales.
Para Bárbara Lazacano, Directora de Desarrollo de SiKanda, la aplicación de este plan de salud abrió “la posibilidad de hablar de estos temas sin culpa”. “Seguramente muchas mujeres o personas menstruales hemos faltado al trabajo por temas asociados a la menstruación y no lo hemos ni hablado”, comenta.
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