El derrumbe de una mina en Durango deja al menos un muerto

Un nuevo derrumbe en una mina ha vuelto a cimbrar a México. El colapso se ha registrado este jueves en la pequeña comunidad de Indé, de menos de 5.000 habitantes, ha informado la dirección estatal de Protección Civil. El gobernador del Estado de Durango, Esteban Villegas, ha ordenado la atención inmediata del siniestro y el despliegue de brigadas de rescate para auxiliar a los mineros atrapados. Al menos un trabajador ha muerto en el desplome, de acuerdo con múltiples reportes de la prensa nacional que citan a fuentes gubernamentales.

El derrumbe se produjo en una mina de oro. La hipótesis preliminar es que sucedió mientras los mineros perforaban piedras con un barreno, una herramienta similar a un taladro que se utiliza para hacer agujeros. Las piedras, según los primeros informes recogidos desde el lugar de los hechos, se vinieron encima de los trabajadores. La roca que provocó el deceso del trabajador pesaba unas tres toneladas. Las autoridades han descartado que otros mineros quedaran atrapados.

“Ya han sido desplegados equipos de Protección Civil, un servicio de rescate especializado, y atención médica prioritaria”, ha escrito Villegas en redes sociales. Una parte del equipo de emergencias se ha desplazado por aire hasta Indé, una localidad relativamente remota en el extremo centro-norte de Durango, en el norte de México. Las autoridades no han dado un saldo confirmado de heridos, aunque dan una cifra preliminar de un minero lesionado y que se encuentra estable tras ser atendido en un hospital de la región. Un equipo de la Fiscalía estatal también se ha trasladado a Indé para investigar el derrumbe, según medios locales.

Apenas el pasado 3 de agosto, otro derrumbe minero en el también Estado norteño de Coahuila enlutó al país, con un saldo de 10 mineros fallecidos y cuyos cuerpos aún no han sido recuperados. Tras intentar durante semanas sacar a los trabajadores con vida, el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador eventualmente tuvo que reconocer que los trabajos de recuperación se extenderán entre seis y 11 meses. El siniestro desató la indignación en México, tras producirse en una excavación de carbón plagada de irregularidades y con dudas sobre la titularidad de la concesión de explotación. A finales del mes pasado, el presidente admitió que había que dar por muertas a las víctimas atrapadas.

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