“Un empresario nacionalista podría levantar de nuevo a México”
Élmer Mendoza, padre de la narcoliteratura, crítica el intervencionismo de López Obrador durante la campaña electoral y analiza los problemas de seguridad de su Estado natal, Sinaloa
La próxima novela de Élmer Mendoza estará ambientada en el 2052. Una historia distópica sobre un mundo arrasado por la covid. Más de 800 millones de personas habrán muerto y el escritor fabula sobre “lo que pueda pasar con los que queden vivos”. Será la primera incursión en la ciencia ficción para el padre de la narcoliteratura. Mendoza (Culiacán, 71 años) lleva más de una decena de títulos de policías, bandidos y asesinos. En el último, Ella entró por la ventana del baño (Random House), el melancólico agente Edgar El Zurdo Mendieta -el personaje fetiche de su saga policíaca- trata de atrapar a un capo recién salido de la cárcel por las calles de Culiacán, capital de Sinaloa, el escenario recurrente de sus novelas y la casa de siempre del escritor. Desde allí repasa la actualidad política mexicana en tiempos electorales y explica que su acercamiento al género futurista no es tan extraño porque su literatura siempre intenta responder a lo que no tiene respuesta.
Pregunta. ¿Qué preguntas hay todavía sin responder en México?
Respuesta. No hay respuesta real a la cura de la covid. La gente cree que se vacunan y ya están salvados. Es falso. La vacuna es un paliativo. No hay cura segura todavía y nosotros vamos a padecerlo.
P. ¿Y la respuesta a los problemas estructurales de México: violencia, impunidad, corrupción?
R. La respuesta es que no acabarán.
P. Es pesimista.
R. Al contrario. Eso es ser optimista, no hacerse el tonto, pues. El problema de la corrupción es gravísimo. El Gobierno prometió acabar con ella, pero no lo puedes creer cuando tienen ahí a Manuel Bartlett, por ejemplo, que es famoso por la caída del sistema. Al presidente ya no le creemos que pueda avanzar en eso. Además, ahora le está dando un uso electoral.
P. ¿Y la violencia, tiene solución?
R. Claro que no. Si hay mercado legal de drogas igual habrá bandas y se pelearán. La organización de los delincuentes es una organización antigua y elemental. De tal suerte que siempre es la ley del más fuerte. No creo que se resuelva, no hay manera. Tendría que convertirse México en otro país, que hubiera igualdad de oportunidades, una excelente educación, que todas las familias tuviera un nivel económico aceptable y educar a nuestros hijos y nietos en el respeto a las leyes.
P. ¿Cómo ve el panorama electoral?
R. Morena ha ido perdiendo fuerza y yo creo que tiene que ver con la actitud del presidente. A nadie le gusta que intervenga tan descaradamente en la elección. Debería ser como un árbitro, mantener la neutralidad, la investidura que tiene. Yo creo que ha ensuciado mucho al partido y también, claro, el caso de Guerrero, el Toro y la Torita. ¿En qué siglo estamos? Me parece ridículo.
P. ¿Qué le parece la alianza de la oposición?
R. La única manera que tenían de contrarrestar el poder en la cámara era formar una coalición. Desde luego los partidos que la forman dejan mucho que desear, no se han instalado en la coyuntura que estamos viviendo. No han respondido como esperábamos, pero la coalición no me parece tan mala como el partido en el poder. Es importante que haya un contrapeso para que se puedan analizar más las propuestas del presidente, cambios de ley, de la Constitución… Ojalá la manejen con un sentido de Estado para resolver los problemas que hay en el país y orientar al presidente por donde tiene que ir.
P. ¿Cómo ve la carrera hacia las presidenciales de 2024?
R. No veo nada. Quizás si Margarita Zavala consigue el registro del partido podría ser. Y quizá Ricardo Anaya, pero Enrique Peña Nieto se encargó que tuviera problemas. Los dos de Morena están metidos en un barrancadero con eso de la Línea 12. Marcelo Ebrard me parece que podría aspirar, pero habrá que ver los tiempos del partido. A Claudia Sheinbaum no le veo estatura política. La Ciudad de México es muy difícil, pero creo que los problemas se la han comido. Y su dependencia con el presidente es muy fuerte.
P. ¿Ve posible emergencia de un candidato de la sociedad civil, un empresario, por ejemplo?
R. Yo creo que sí. El país va a quedar tan devastado que yo creo que un empresario nacionalista, capaz de sumar, podría levantarlo. Aquí, en Sinaloa, la industria está afectadísima. La inversión, la generación de empleos. Un empresario podría entender la situación y volver la genera riqueza que el país debe tener.
P. ¿Cómo ve Sinaloa y la política de seguridad? Están saliendo de la cárcel algunos de los capos históricos.
R. El problema son los que están fuera. Jalisco Nueva Generación, Sinaloa, que están trabajando sin parar y sigue habiendo delitos y súmale el huachicol. El Estado está muy lastimado. No tenemos esperanza, no creemos, no detectamos una política segura en la que podamos creer. No palabras, la seguridad requiere acciones.
P. ¿Qué le parece la Guardia Nacional?
R. Parece que sirven para detener migrantes. El Ejército siempre ha ayudado en tareas humanitarias. Pero eso no tiene que ver con la seguridad, siguen pasando cosas increíbles como en Jalisco. ¿Cómo puede ser? Las marchas también hablan de que hay un país que está en vilo, que no está conforme. Una madre del movimiento de los desaparecidos dice que todo esto va a tener una peso electoralmente, y yo creo que sí debe influir en la nueva cámara de diputados.
P. ¿Cómo ve los comicios a Sinaloa para gobernador? El candidato de Morena, Rubén Rocha, va por delante.
R. El problema que tiene Rocha es el partido, le afecta lo que está pasando a nivel nacional. Empezó en la izquierda y luego trabajó en los gobiernos del PRI, pero es un hombre que puede hacer el trabajo. Es muy entusiasta, muy entrón. El problema es el partido. Tememos mucho que los candidatos de Morena no sepan negociar con el presidente. Un gobernador que no se le enfrente, que se agache, no conviene. Este es un Estado de trabajo, el afán de los sinaloenses es tener trabajo, producir. Si no tiene un gobernador que garantice ese, difícilmente le apoyará.
P. ¿Qué novela negra podría transcurrir en el México actual?
R. Ahora estamos muy impactados por la covid y los errores del doctor López-Gatell. Yo en lo particular sigo atento, me llama la atención las marchas de Ciudad de México, las de las chicas que van de negro. Se me hace un grupo muy especial y que tiene una manera de protestar muy extremista, pero al parecer este Gobierno no tiene oídos para las mujeres y los feminicidios. Yo creo que sus acciones pueden hacer que las escuchen.
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