“En Nuevo León somos diferentes. Queremos que el Gobierno no estorbe, queremos hacer”

Clara Luz Flores se convirtió el domingo oficialmente en la candidata de una coalición encabezada por Morena al Gobierno de Nuevo León en las elecciones de junio de 2021. Su llegada al partido de Andrés Manuel López Obrador ha estado rodeada por las críticas de militantes que se consideran desplazados por la cúpula del partido, en manos de Mario Delgado. Sin embargo, su llegada es algo así como la contratación de Lionel Messi; la fórmula triunfadora para ganar en campo ajeno. La posibilidad de que la izquierda aterrice en el corazón industrial de México, un territorio históricamente adverso. Una contratación solo al alcance del partido en el Gobierno.

Nacida en Coahuila hace 46 años, Clara Luz Flores, reune las cualidades de un candidata con las mejores cartas: es popular, ofrece resultados, es creíble, no pertenece a las viejas familias que han controlado tradicionalmente el Estado y ha renegado del PRI, el partido en el que ha militado toda su vida. Su discurso combina reivindicaciones feministas con la necesidad impulsar la educación o un modelo de seguridad menos “guerrerista”.

Hasta llegar aquí, Flores, abogada de formación, se ha comportado como la alumna más aplicada del colegio. Ha sido elegida tres veces como presidenta municipal de Escobedo, una ciudad de 350.000 habitantes que forma parte del área industrial de Monterrey, una de las capitales más importantes del país. La última vez, en 2018, lo logró de forma contundente en una época en la que Morena arrasó y ganó varios puestos de elección popular, excepto la alcaldía de Escobedo, donde obtuvo la mayor diferencia de votos respecto a su contrincante en el Estado.

Desde aquí ha contenido la violencia en medio de cifras récord de homicidios gracias a un modelo de policía cercana y trabajo con los jóvenes que llamó la atención de muchos quienes solo veían en ella a la esposa de un reconocido miembro del PRI. Hace dos años todos los alcaldes de México la eligieron al frente de la Conferencia Nacional de Seguridad para que les explicara la estrategia. Flores tiene otra habilidad, es capaz de hablar bien de sus rivales, incluso de Samuel García, un joven y mediático aspirante a candidato por Movimiento Ciudadano, muy criticado por la forma en que trata a su pareja en redes sociales.

Pregunta. ¿Desde que es candidata, le ha sorprendido alguna llamada?

Respuesta. Muchas, pero no quiero decirlo por respeto a su privacidad. Muchos empresarios y académicos que se se han sumado, me dan ideas, me dicen en qué te ayudo, yo hice esto, lo otro, veo esta problemática, tengo esta solución...

P. Entiendo que no es gente vinculada necesariamente a la 4T...

R. Hay de todo. Gente que estaba en Morena y creyó en mí desde el principio, otros miembros de la coalición o incluso gente que se podría pensar que es contraria al movimiento y que se acercan para saber qué me animó. Cuando les digo que me mueve la libertad, honestidad y posibilidad de la transformación y buscar la transformación se quedan estupefactos.

P. ¿Cómo convencerá por un lado a los nuevo leonenses y por otro al sector de Morena que recelan de usted?

R. Siendo yo, siendo auténtica. Morena es un movimiento que incluye todas las ideas y opiniones y en el que se agotan todos los derechos legítimos. Esto es lo que lo hace diferente y no como en otros partidos donde un grupo de poder decide sobre todos. Lejos de ser una adversidad es un valor del movimiento.

P. Le preguntaba sobre cómo combinar esos dos discursos que pueden ser antagónicos...

R. No son dos discursos, es uno. Cuando hay integridad, congruencia y un valor mayor al que llegar solo puede haber un camino. Y en ese discurso unir las mejores ideas y capacidad y experiencia.

P. ¿Cuáles son las necesidades más urgentes de Nuevo León?

R. Muchas. Nos urge quitar el freno de mano y meter el acelerador para recuperar el tiempo perdido. Hay aspectos, como la educación donde hemos pasado de ser de los primeros en el país a ocupar el lugar 26. Esto no representa a Nuevo León. Somos gente de esfuerzo y trabajo. Lo que está en juego es cambiar de aire y subirnos también a esta nueva era de oportunidades. Hay problemas de la salud, necesitamos un sistema de calidad y calidez no solo por la emergencia de la pandemia. También en economía o en la movilidad que yo resumo en programas para “llegar antes a casa”. En seguridad queremos poner en marcha un modelo que funcione pero no desde la reacción o la guerra.

P. ¿Y eso será suficiente? La seguridad es el principal reproche al actual Gobierno estatal.

R. La seguridad no es algo solo de una entidad. Es cooperación y coordinación para que cada uno haga lo que le toca. El 95% de los delitos en el país son el fueron común y solo el 5% son federales. Hay muchas cosas que desde los municipios podemos hacer. Por ejemplo, el Gobierno comete una omisión en el momento en que eres víctima de un delito así que tenemos la responsabilidad de, por lo menos, cuando vayas a denunciar eso sea lo menos traumático posible. De España hemos copiado modelos muy eficaces para mejorar la policía de proximidad. El objetivo es que la policía crezca y haga su labor sabiendo que está para prevenir. No llamarla cuando se cometió un delito sino estar antes para evitar que suceda.

P. ¿Se siente cómoda en la 4T?

R. Hay muchas afinidades: compromiso social, honestidad, transparencia y adaptación a los nuevos modelos. Claro que con las variantes en cada entidad federativa. En Nuevo León tenemos un ímpetu diferente y queremos innovar. Queremos que el Gobierno no nos estorbe, queremos hacer.

P. ¿Qué opinión tiene de López Obrador?

R. Es un hombre tenaz que quería hacer cambios antes de llegar al poder y no lo frenó ninguna adversidad. No lo conozco mucho pero creo que le mueve todos los días la sensación de que quiere cambiar las cosas y que el tiempo es oro. Quiere hacer historia para bien y está cambiando muchas cosas. Obviamente que a muchos le duelen porque estaban acostumbrados a que eso era una forma de ser, de vivir y de ser exitosos basado en la corrupción y pelear contra eso no es un tema menor. Habrá resistencia de quienes crecieron así.

P. ¿Su lucha contra la corrupción es lo que más valora?

R. Eso y la empatía con los más necesitados. Ha visibilizado la pobreza y ha hecho que personas que no sabían que existía esa desigualdad tan grande la voltearan a ver. Ese es el valor más importante que le reconozco.

P. ¿Y lo peor?

R. No sé lo peor hasta que no pasen los seis años de su Gobierno.

P. ¿Nada que reprochar?

R. No soy quien para decir cómo hacerlo mejor. Solo diría que el presidente necesita gente que quiera y pueda con capacidad y honestidad ayudarle a transformar el país.

P. ¿Cómo valora la gestión de Jaime Rodríguez, el Bronco?

R. Ya le dije, nos urge quitar el freno de mano y meter el acelerador.

P. ¿Cuándo decidió dejar el PRI?

R. Llevaba mucho tiempo viendo cosas que no me gustaban y las quería cambiar pero pensé que podía hacerlo desde adentro. ¡Algunas cosas logré, eh! Fui su chininta en el zapato y los obligué a que no hicieran algunas atrocidades. Me fui cuando me di cuenta que ya no lo podía lograr y que se habían ido o cansado muchos y solo quedaban los que habían llevado al partido a un rumbo que no quería. Yo me separé sin pensar que llegaría este proyecto. Me separé por cansancio porque sentía que no era correcto dar mis resultados a un grupo de personas que los utilizaba para medios más mezquinos.

P. ¿Dónde estaba en 2006 cuando López Obrador reclamó fraude en las elecciones o cuando perdió en 2012?

R. En 2015 yo denuncié muchas tropelías del PRI que me causaron una guerra muy fuerte en contra por defender a los comerciantes abusados por líderes sindicales. El problema era que yo quería terminar mi modelo de seguridad con resultados y para reelegirme tenía que hacerlo por el mismo partido. Y quería terminar eso para que se viera que sí se pueden hacer las cosas y no solo es una cuestión de dinero o que no me deja el Gobierno federal o estatal. Y lo logré. La consulta fue abierta. Todo Nuevo León votó y dijo que yo podía ser la mejor opción.

P. ¿Qué opina de su posible rival, Samuel García?

R. Es un joven impetuoso con muchas ganas de cambiar cosas. Se parece a un grupo de personas de Nuevo León que son muy echadas para adelante y que quieren cambiar la realidad. Siempre es bueno incentivar ese ánimo de los jóvenes para que, con el tiempo, puedan aportar valor a su comunidad.

P. ¿Y de Luis Donaldo Colosio Riojas?

R. Es un joven con unos valores extraordinarios. Su vida es testimonio de su responsabilidad. Es un muchacho con unos valores muy firmes y lo vemos en su actitud y en sus decisiones. A pesar de su juventud tiene claro que los principios y valores no se traicionan.

P. Su esposo apareció en un video diciendo que todo lo que había conseguido se lo debe a él

R. Mi esposo tiene su carrera propia con sus logros y fracasos propios. Es un empresario que le ha aportado mucho valor a Nuevo León antes de entrar en política. Somos una pareja que nos valoramos, respetamos y admiramos. Cuando pactamos cual sería su rol cuando me postulé a presidenta municipal decidió seguir con su área empresarial y cuando se publicó este video, hace tres años, fue cuando combatí a esos líderes sindicales vinculados al PRI. Mis enemigos editaron y aprovecharon el video para golpearme pero son las mismas personas que no quieren que nada cambie ni haya transformaciones.

Él es un hombre que respeta mucho mi decisión. Por supuesto que platicamos del día a día pero quien es candidata a Nuevo León soy yo; quien ha logrado los méritos de Escobedo soy yo y quien ganó tres veces la presidencia municipal soy yo. Y más en una época en la que Morena arrasó. Todo lo malo que tienen mis enemigos de mí es un video de mi marido.

P. ¿Le molesta que le pregunte por su esposo?

R. No, al contrario, me permite explicarlo.

P. ¿Se siente parte de una cuota o de una revolución?

R. Soy parte de una oportunidad que va más allá de las mujeres. Es un grupo de personas cuyas habilidades el mundo no había tomado en cuenta y que aporta una visión diferente relacionado con la transparencia y nuestra forma de sortear obstáculos.

P. ¿Cómo ve las últimas protestas?

R. Las mujeres estamos cansadas, quienes han sufrido violencia y quienes hemos sufrido otras agresiones. Yo soy abogada pero a mí me dijeron nunca serás mano derecha de un director jurídico solo porque las mujeres no tienen esa capacidad. Cuando recibes esas respuestas y descubres la impunidad tan grande surge el enojo. Cuando vas a una autoridad y te dice que lo que pase de puertas para adentro de la casa es propiedad privada eso nos harta y nos enoja. Nos generó esta rabia que se traduce en estos movimientos sumamente legítimos de protesta para protegernos entre nosotras. Es el momento de las mujeres y exigimos que se nos permita aportar nuestras habilidades para construir este país y nuestro Estado.