Qué es un abuelo tóxico y su influencia en la armonía familiar
Manipular, dividir o desacreditar a los hijos son algunas actitudes de los mayores que pueden afectar a la autoestima del nieto y crearle confusión a la hora de saber qué pautas de los adultos acatar. Para evitarlo conviene dejar claro cuál es su rol y los límites que no se deben traspasar
Los abuelos no siempre son entrañables y tiernos, también los hay manipuladores y conflictivos que pueden crear malestar y enfrentamientos familiares. Sin embargo, son una figura fundamental que puede aportar a los nietos una valiosa información basada en su recorrido vital. “Suelen ser referentes, cuidadores y compañeros de juegos, además la experiencia añade un grado de sabiduría a sus enseñanzas con los hijos y nietos”, explica Montse Díaz, psicóloga del Centro Integral San Lorenzo, un gabi...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
Los abuelos no siempre son entrañables y tiernos, también los hay manipuladores y conflictivos que pueden crear malestar y enfrentamientos familiares. Sin embargo, son una figura fundamental que puede aportar a los nietos una valiosa información basada en su recorrido vital. “Suelen ser referentes, cuidadores y compañeros de juegos, además la experiencia añade un grado de sabiduría a sus enseñanzas con los hijos y nietos”, explica Montse Díaz, psicóloga del Centro Integral San Lorenzo, un gabinete de expertos en Madrid. Pero la expresión “los padres están para educar y los abuelos para consentir” puede chocar con la realidad: “Esta frase sigue haciendo mucho daño en la actualidad porque se puede acabar malcriando a los nietos o sobrepasando los límites de las normas de los padres del niño”, aclara la psicóloga.
Díaz explica que los abuelos tóxicos pueden desacreditar a los padres instando a desobedecerles, lo que confunde al menor: “También se pueden apropiar de la crianza tomando decisiones o acciones sin contar con los progenitores a través de la manipulación y la culpa, lo que puede crear roces familiares”.
Cuando alguien provoca emociones negativas en su entorno tiene una actitud tóxica. “Se trata de personas poco empáticas, porque asumen un papel protagonista en las relaciones que no es real, menosprecian las ideas de otros o se apropian de responsabilidades que no les competen”, describe la psicóloga Gema José Moreno. Estos abuelos, según explica José, suelen realizar cosas que se les ha indicado expresamente que no hagan, por ejemplo, dar de comer al niño, así como también enfrentar a los miembros de la pareja implicados en la educación del niño o restar autoridad a los padres.
La actitud adecuada de los abuelos en el escenario familiar pasaría por saber poner límites. “Estos son necesarios porque aportan seguridad y permiten vivir en armonía, respetando a todos los miembros de la familia, sean de sangre o no”, agrega Díaz.
La postura de los progenitores respecto a los abuelos
La actitud de los padres con respecto a sus progenitores debe ser clara y firme para que todos los miembros de la familia cumplan su papel sin extralimitarse en sus funciones. “Los progenitores tienen derecho a equivocarse, a permitir, a limitar; a educar a sus hijos como mejor consideren. Conviene comunicar de forma positiva, sin reproches y sin juicios, pero con claridad, cuáles son las cosas infranqueables ante las que no se cede”, aclara Díaz.
Un nieto que tiene un abuelo que se centra solo en sí mismo porque tiene una actitud narcisista y egocéntrica sufre las consecuencias. “Es un menor que no se desarrolla en plenitud, porque no recibe la atención ni los refuerzos positivos que necesita. Generalmente, estos mayores quieren tener razón con respecto a cualquier norma que se establezca en el núcleo familiar, por lo que habrá diferentes órdenes para el pequeño, lo que le provocará desconcierto”, sostiene José. Esta psicóloga argumenta que se pueden dar pautas contradictorias con respecto a una misma acción y los menores querrán satisfacer a los adultos de su entorno para evitar consecuencias, así que es posible que al final acaben por ignorar las normas de todos. Además, la ausencia de límites por parte del abuelo también influirá en otras cuestiones: “Pueden llevar a los favoritismos con alguno de los nietos en particular, lo que perjudicará la autoestima de los otros o la desautorización y desvalorización del papel de los padres que no respeta su estilo educativo”, añade Díaz.
¿Qué actitud tiene un buen abuelo? “Es el que cuida desde el amor y pone por encima de todo el bienestar y la felicidad de su nieto y no a sí mismo. Sabe respetar las normas educativas elegidas por sus hijos y evita la intromisión en la pareja para ofrecerles su ayuda para lo que necesiten”, describe José, quien recomienda que los mayores de la casa tengan una actitud abierta para participar en el desarrollo del menor con el fin de brindar un espacio seguro y respetuoso para el niño.
Recomendaciones para evitar la actitud tóxica de los abuelos
El hecho de que los abuelos tengan más edad y experiencia no implica que puedan imponer sus normas. “Hay que recordar que no se puede aceptar un comportamiento inadecuado, angustiante o irrespetuoso por su parte”, asegura Díaz.
Los padres pueden seguir unas pautas para lograr que el papel de los abuelos en la crianza esté ajustado y equilibrado dentro de la familia. La psicóloga Gema José Moreno José señala las siguientes:
- Explicar las funciones y el rol que cumplen; qué órdenes pueden dar a los niños y cómo comunicarse con ellos.
- Evitar hablar del pasado para decir que en su época se hacían las cosas de manera diferente y adaptarse en la medida de lo posible a la realidad en la que vivimos.
- Expresar con honestidad, si se diera el caso, que las emociones que generan en la familia no son adecuadas para el desarrollo de sus nietos.
- Evitar el descrédito delante del niño sobre lo que los padres indican a su hijo.
- Supervisar la compañía y las visitas del abuelo cuando no cumple los límites establecidos porque el objetivo es el bienestar del niño.
Puedes seguir Mamas & Papas en Facebook, X o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter quincenal.