La importancia del autocuidado para cuidar en la maternidad

Romper con el modelo tradicional de madre abnegada y sacrificada no es nada fácil, y cuando se intenta llegan la culpa, la presión social y la falta de corresponsabilidad. Pero mimarse puede ser el mejor antídoto contra el agotamiento emocional y físico

El autocuidado no es una moda ni un capricho, sino una necesidad vital para mantener una buena salud física y mental.MoMo Productions (Getty Images)

Ser madre es una tarea fascinante e inigualable, pero también agotadora y desafiante que te exige al máximo a diario, que te deja poco tiempo para cuidar de ti, para buscar momentos para detener el ritmo, mimarnos y cargar de nuevo las baterías. Nos cuesta priorizarnos porque aún seguimos arrastrando un modelo tradicional de madre abnegada y sacrificada que prioriza el cuidado de sus hijos por encima del suyo propio. Romper con ese modelo no es nada fácil y, cuando lo intentamos, llegan la culpa, la presión social y la falta de corresponsabilidad.

Nos pasamos el día entrelazando tareas a gran velocidad, ayudando siempre a los demás, mostrando muchas dificultades para equilibrar nuestras responsabilidades familiares, laborales y personales. Para conciliar y disfrutar del día a día. El autocuidado es, sin duda, la tarea pendiente para la mayoría de madres. Nos cuesta priorizar nuestras necesidades delante de la de los demás y buscar esos momentos para mimar nuestro interior, todas aquellas actividades o aficiones que nos regalan felicidad.

El autocuidado es la práctica consciente de cuidar de uno mismo para mantener el equilibrio y bienestar en todos los aspectos de la vida. Implica reconocer las propias necesidades y actuar de manera proactiva para satisfacerlas. No podemos permitir que todas las responsabilidades de la maternidad aplasten a la faceta de ser mujer. El autocuidado no es una moda ni un capricho, sino una necesidad, es vital para mantener una buena salud física y mental, para conseguir un adecuado bienestar emocional que nos haga sentir felices y plenas. No es un acto egoísta hacia nuestros hijos sino de generosidad. Cuidarnos es fundamental para poder acompañar y cuidar mejor, porque si no estamos bien nuestros hijos tampoco lo estarán.

Esta falta de tiempo para el mimo personal genera mucho estrés y empeora nuestra salud. Cuando no nos priorizamos no logramos hacer una buena gestión de las emociones, nuestro sistema inmune empeora y tendemos a estar de mal humor y perder la paciencia con más facilidad. Además, aparecen en nuestra mente mensajes negativos que hacen tambalear la autoestima, nos llenan de culpa y la relación de pareja se resiente.

Los hijos no necesitan unas madres que se desvivan por ellos y renuncien a su propia vida olvidándose de su propio bienestar. Precisan un modelo de persona a su lado que se respeta, cuida y valora. Que sepa coger aire, busque tiempo para hacer lo que necesita y les enseñe lo importante que es que cada uno marque sus límites y se quiera.

Marcarse pequeños objetivos y ponerse metas asequibles es una manera de sentir que las necesidades propias están cubiertas.MoMo Productions (Getty Images)

El tiempo para nosotras nos regala seguridad, confianza y recarga los depósitos de paciencia. Mejora el estado de ánimo y ayuda a relativizar los problemas y disfrutar más de la maternidad.

Claves para conseguir un autocuidado consciente

  1. El autocuidado no debería convertirse en una obligación, sino en una elección personal. Baja tu nivel de exigencia y busca esas actividades que te hagan olvidar los problemas y te ayuden a desconectar. Ir al gimnasio, quedar con una amiga, leer un buen libro, escuchar música, meditar o aprender una afición nueva te ayudarán a sentirte mucho mejor.
  2. Agenda tiempo para tu autocuidado, marca en el calendario los momentos que serán para ti. La organización será clave para conseguir tener tiempo para cuidarte, eligiendo actividades que se adapten a tu realidad y que te ayuden a cuidar de tu cuerpo, mente, emociones y relaciones sociales. Recuerda que ese tiempo es sagrado y que delegar tareas te ayudará a conseguirlo.
  3. Anula tu sentimiento de culpa. La mejor manera de conseguirlo es sentir que mereces cuidarte y ser consciente de los beneficios que aporta el autocuidado. Para conseguir el bienestar familiar, todos los miembros de la familia necesitan sentir que sus necesidades están cubiertas.
  4. Márcate pequeños objetivos y celebra cada uno de tus logros reconociendo tus esfuerzos y perseverancia. La maternidad es un viaje desafiante y mereces disfrutar de cada pequeño paso conseguido. Ponerte metas asequibles te ayudarán a mantener tu motivación.

La gran carga mental que sufrimos en la maternidad a menudo nos hace sentir que nuestras necesidades no están cubiertas y no son importantes. El cuidado personal es el mejor antídoto contra el agotamiento emocional y físico en la maternidad. La mejor manera de establecer límites en cuanto a las responsabilidades y el tiempo que se dedica a los demás, de querernos y buscar la felicidad.

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