Gastroenteritis en niños: despídete de la dieta blanda
Es una de las causas más frecuentes por la que los niños acuden al pediatra. Uno de los alimentos que se suele asociar con la idea de que empeora los síntomas es la leche, pero no conviene retirarla
La gastroenteritis es una de las causas más frecuentes por la que los niños acuden al pediatra. En España, es la segunda causa de consulta en urgencias tras las infecciones respiratorias. Cuando nuestro hijo tiene gastroenteritis puede tardar en recuperarse entre tres y siete días. Uno de los indicadores de que el niño está mejor es el aumento del apetito. El período de convalecencia de la gastroenteritis puede resolverse con ...
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La gastroenteritis es una de las causas más frecuentes por la que los niños acuden al pediatra. En España, es la segunda causa de consulta en urgencias tras las infecciones respiratorias. Cuando nuestro hijo tiene gastroenteritis puede tardar en recuperarse entre tres y siete días. Uno de los indicadores de que el niño está mejor es el aumento del apetito. El período de convalecencia de la gastroenteritis puede resolverse con más facilidad gracias a determinados alimentos que ayudan a restablecer el funcionamiento adecuado del intestino, como el yogur natural o la leche materna para los bebés.
Los niños se recuperan mejor de la gastroenteritis si toman una dieta variada, que no se limita a la denominada dieta blanda “a base de arroz, puré de patata y pollo a la plancha. Hay que intentar comer de todo, evitando únicamente alimentos con mucha grasa y azúcar que aumentarán la diarrea, pero incluso una pequeña cantidad de fibra a base de fruta o verdura, puede ayudar a la recuperación, porque el intestino se recupera antes dándole de comer que dejándolo en ayunas”, explica Myriam Herrero Álvarez, especialista en sistema digestivo y nutrición pediátrica del Hospital Universitario Rey Juan Carlos Móstoles de Madrid.
La sabiduría popular no siempre está bien encaminada con respecto a las pautas de alimentación adecuadas que ayudan a que un niño se recupere de la gastroenteritis. Es el caso de la limonada “que hacían las abuelas con agua, limón, un poco de bicarbonato y una cucharadita de sal. Esta receta se ha descartado porque contamos con el suero de rehidratación disponible en farmacias que tiene cantidades más equilibradas de sodio y bicarbonato para compensar la pérdida de líquido. Las bebidas isotónicas para deportistas, los refrescos de cola o los zumos tampoco son recomendables porque pueden ocasionar más diarrea al arrastrar agua a su paso, debido al exceso de azúcar que contienen y generar más diarrea”, comenta Myriam Herrero.
La mala fama de la leche para la gastroenteritis de los niños
Uno de los alimentos que se suele asociar con la idea de que empeora los síntomas de la gastroenteritis del niño es la leche, pero no conviene retirarla. “En todo caso, se puede sustituir por una leche sin lactosa en los casos en que la diarrea se prolongue más de una semana. Si la leche es un alimento fundamental en la dieta de un niño, que se puede tomar dos vasos al día y uno o dos yogures, en caso de eliminarla de su dieta, estamos reduciendo una fuente alimentaria completa muy importante y sobre todo con azúcares de fácil absorción y bien tolerados”, añade Herrero.
Hay alimentos que, además de ser nutritivos para el niño, “aportan algún efecto añadido y beneficioso para la salud que puede ser preventivo o terapéutico. A nivel gastrointestinal, su función sería la de mejorar la función intestinal, la formación de heces, la composición de la flora bacteriana del colon y la del tejido del intestino. El primer y principal alimento funcional sería la lactancia materna, recomendada incluso en los casos con gastroenteritis, ya que la leche materna está compuesta por agua y los bebés se deshidratan menos, además de nutrirse”, añade Miryam Herrero, que recomienda otros alimentos para que el niño se recupere de la gastroenteritis, como la fruta fresca y la verdura, que aportan azúcares con fibra, excepto las de hoja verde o la col y la coliflor.
Alimentos sin grasa y yogur para la recuperación intestinal del niño
Cuando el niño tiene gastroenteritis, conviene evitar alimentos con grasa. Pueden consumir pescado y carne a la plancha o al horno y evitar salsas o alimentos fritos. Las infusiones, como la manzanilla o el poleo, tienen un efecto natural que calma el intestino de los niños. En el caso de los “suplementos con pre y probióticos, son alimentos funcionales que ayudan a la recuperación intestinal. No son mágicos, pero pueden ayudar a acortar el período de diarrea en 24 o 48 horas. Aunque existen multitud de preparados comerciales, no debemos olvidar que hay alimentos naturales que ya contienen esos probióticos, como los yogures con sus bífidus, que mejoran la flora intestinal, mejor naturales para evitar los azúcares de los que tienen sabores. Otros alimentos naturales que sirven como prebióticos son la fruta y la verdura, que con su fibra ayudan a mejorar la consistencia de las heces del niño”, concluye Miryam Herrero.
¿Qué ocurre en el cuerpo de un niño cuando se produce una gastroenteritis?
La gastroenteritis es un proceso en el que se producen alteraciones del aparato digestivo del niño que provoca vómitos y diarrea. “Esto, junto a la dificultad para ingerir alimentos y líquidos, la presencia ocasional de fiebre y el escaso apetito puede favorecer la aparición de deshidratación y pérdida de peso en el niño. Las razones habituales por las que se produce la gastroenteritis son por infecciones provocadas por virus o bacterias. Mucho menos frecuentes son las diarreas provocadas por parásitos. Por otra parte, algunas gastroenteritis agudas pueden estar producidas por alimentos en mal estado”, explica Enrique la Orden Izquierdo, jefe de Servicio de Pediatría y de la Unidad de Gastroenterología Infantil del Hospital Universitario Infanta Elena en Valdemoro y Profesor Asociado de la Universidad Francisco de Vitoria.
La forma de prevenir la gastroenteritis en los niños es a través de “una alimentación variada y equilibrada que siga el patrón oro de dieta mediterránea para disminuir la posibilidad de contraer infecciones o la aparición de problemas digestivos de cualquier índole. Es indispensable, además, una buena higiene de manos y una adecuada preparación y conservación de los alimentos que se vayan a consumir”, concluye el pediatra.
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