De Beyoncé a Schwarzenegger: los famosos prefieren a Kamala Harris en medio de la polarización de Estados Unidos

Las celebridades cada vez expresan más sus preferencias políticas. Taylor Swift, Oprah Winfrey y Bruce Springsteen respaldan a Harris, mientras que Trump tiene muchos menos apoyos

Kamala Harris y Beyoncé en un mitin en Houston, Texas, el 25 de octubre de 2024.Foto: Jordan Vonderhaar (Getty Images) | Vídeo: EPV

Estados Unidos está partido en dos. Las distancias políticas entre ciudadanos se traducen en una brecha en el mundo real. A menudo, republicanos y demócratas no mantienen amistad entre ellos. Solo el 8% de los matrimonios son entre simpatizantes de los dos partidos. El centro de investigación Pew Research demostró hace dos años que incluso ...

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Estados Unidos está partido en dos. Las distancias políticas entre ciudadanos se traducen en una brecha en el mundo real. A menudo, republicanos y demócratas no mantienen amistad entre ellos. Solo el 8% de los matrimonios son entre simpatizantes de los dos partidos. El centro de investigación Pew Research demostró hace dos años que incluso sus prioridades vitales son distintas: las noticias que ven, la vida que llevan en cada lado, rojo o azul, siguen esa estela de máxima polarización. De ahí que prácticamente solo quede un ámbito que todos los estadounidenses compartan: la cultura y el deporte. Por ello, en estos meses de larga campaña electoral han sido tan importantes las opiniones sobre los dos candidatos expresadas por las celebridades. Y en ese aspecto, pase lo que pase a partir del 5 de noviembre, ha habido una clara ganadora: Kamala Harris.

El respaldo de los famosos se ha centrado en el lado de la demócrata. Durante su corta carrera hacia la Casa Blanca —desde finales de julio, cuando Joe Biden renunció a la candidatura—, Harris ha congregado decenas de apoyos enormemente poderosos en el mundo de la música, del cine y la televisión. Ya en la convención demócrata que la nombró candidata en agosto se vio arropada por estrellas como Eva Longoria, músicos como Pink y Stevie Wonder, y la todopoderosa comunicadora Oprah Winfrey.

La actriz Kerry Washington (y su compañero en Scandal Tony Goldwyn, que interpretaba al presidente del país en la recordada ficción televisiva) presentó a Harris en la convención de agosto. En una charla con este diario hace escasas semanas, Washington, imparable activista a favor de Harris, reconocía que su trabajo era un privilegio, que presentar la convención había sido “emocionante” y que para ella su participación en campaña era “un acto egoísta”, que la conectaba con el mundo real. “La acción y el activismo son buenísimos antidepresivos”, aseguraba, medio en broma, medio en serio, en S Moda. Al hablar acerca de la importancia de que los famosos alcen la voz en pos de los líderes que apoyan, afirmaba: “No alzo la voz porque crea que los actores tengamos todas las respuestas a los grandes problemas sociales. Pero, como estadounidense, creo que cada uno de nosotros tiene la responsabilidad de participar en el proceso, porque eso es la democracia”.

“Llevamos mucho tiempo viendo coincidencias entre el mundo del espectáculo y la política”, explica el profesor Mat McAllister, especialista en Comunicación en la Pennsylvania State University. “Ronald Reagan, Arnold Schwarzenegger, Jesse Ventura, Al Franken... Son ejemplos de personajes públicos que empezaron en el mundo del espectáculo y luego accedieron a la política. Y en el pasado los famosos han hecho campaña por los políticos (John Wayne apoyó a Nixon en un anuncio de la revista Life en 1960). Pero parece que el solapamiento entre famosos y políticos ha aumentado en los últimos años. Trump era una celebridad televisiva en un reality show antes de ser presidente. Las redes sociales facilitan aún más que los famosos expresen su opinión a sus seguidores sobre todo tipo de temas, y a diario o incluso cada hora. Los periodistas y los fans también preguntan a menudo a los famosos por su opinión sobre temas de gran repercusión y carga política y social, como Black Lives Matter o los derechos reproductivos. Así que tiene sentido que estos incentivos se extiendan a los apoyos explícitos a candidatos políticos”, reflexiona.

Esa capacidad de convertirse en altavoces de unas ideas, como explicaba Washington, más que en oráculos con soluciones, ha impulsado a muchos famosos. Probablemente, dos de las más destacadas han sido dos mujeres fundamentales en la cultura pop del siglo XX, generadoras de contenido, de tendencias y de, también, millones de dólares: Taylor Swift y Beyoncé. Ellas han respaldado la campaña de la vicepresidenta de distintas maneras pero igual de poderosas. Swift lo hizo el 11 de septiembre, tras el debate de vicepresidentes, animando a registrarse, a votar y a hacerlo por Harris. Miles de personas se inscribieron, paso previo fundamental para emitir el voto.

Beyoncé ya había dado señales de apoyar a Harris cediéndole el uso de su canción Freedom, que la candidata ha usado de manera constante, pero esperó al último momento de la campaña para la traca final. Apenas 10 días antes de la votación, el 26 de octubre, apareció en un mitin en Houston (Texas) “no como una celebridad, no como una política”, decía: “Estoy aquí como madre. Una madre que se preocupa profundamente del mundo que mis hijos, y todos nuestros hijos, van a habitar. Un mundo en el que tengamos libertad de controlar nuestros cuerpos. Un mundo en el que no estamos divididos”.

Tradicionalmente, los demócratas han tenido más apoyo de las celebridades, que suelen identificarse con un pensamiento más progresista. Pero en esta ocasión no ha habido dudas. Hollywood se volcó en recaudación y visibilidad con Harris desde el primer día gracias a estrellas como George Clooney, Barbra Streisand, Katy Perry, John Legend, Jamie Lee Curtis, Cardi B y Lizzo, entre otros. Con los meses, la ola solo ha ido creciendo. Cher, Eminem, Anne Hathaway, Leonardo DiCaprio, Jennifer Aniston, Ben Stiller, Michael Keaton, David Duchovny, Sarah Jessica Parker, Stephen King, Mandy Patinkin, Billie Eilish, Sally Field, Mariska Hargitay, Neil Young, Octavia Spencer, Jason Bateman, Sigourney Weaver, Kathryn Hahn... Incontables estrellas han apoyado a la candidata en sus redes y sus discursos públicos.

Hasta Mariah Carey, apoyada por la incombustible Washington, ha esperado un poco más a descongelar su éxito navideño All I Want For Christmas (Is You), que además este año cumple tres décadas, en pos de animar al voto.

Algunos lo han hecho, también, con acciones reales. Bruce Springsteen tocó tres canciones en un mitin de Harris en Atlanta (Georgia) a finales de octubre. “Quiero un presidente que venere la Constitución, que no amenace, sino que quiera proteger y guiar nuestra gran democracia”, dijo entonces. La cantante y compositora Carole King se unió a la campaña Swifties for Kamala en la que, con llamadas y visitas a domicilio, se animaba a votar al combo Harris-Walz, y a donar a su favor. En su acto, se recaudaron más de 122.000 dólares (algo más de 112.000 euros). El director y guionista J. J. Abrams y los actores Mark Hamill, Joseph Gordon-Levitt, Sean Astin, Jeff Bridges y Will Ferrell, entre otros, son parte de la iniciativa de política y humor White Dudes for Harris (Tíos blancos por Harris).

Otros han creado sus propias campañas y plataformas, como la actriz Rosario Dawson, promotora de la fundación Voto Latino, que tiene Vota con Ganas, una plataforma con cinco millones de dólares de financiación por la que famosas como America Ferrera han animado al registro y al voto. Otro es Vote Like a Madre (Vota como una madre), donde mujeres latinas, madres o no, animan también a votar pensando en el futuro de las siguientes generaciones. Fue fundada por Jessica Alba y en ella han participado Rita Moreno, Gina Torres, Eva Longoria y Camila Cabello.

Mike Tyson y Hulk Hogan, con Trump

Por su parte, los republicanos lo han tenido más difícil. Sus apoyos no son tantos ni de tanto calado. Además del astronauta Buzz Aldrin, de los luchadores Mike Tyson y Hulk Hogan y de actores como Kelsey Grammer, Dennis Quaid, Roseanne Barr y Russell Brand, han animado a Donald Trump raperos como Kid Rock y Azealia Banks. Otro músico, 50 Cent —que en febrero colgó y después borró un comentario de que “quizá Trump es la respuesta” y en marzo subió un vídeo en el que explicaba que creía que Trump volvería a ser presidente, aunque sin apoyarle explícitamente—, ha contado que el equipo del republicano le llamó para actuar en el gran mitin de Trump en el Madison Square Garden de Nueva York del 27 de octubre pero que él rechazó la oferta: “Ni siquiera quiero hablar mucho de esas cosas. Me da miedo la política, no me gusta tomar parte. Ni pandillas, ni política”.

Según la calculadora de apuestas AceOdds, y con datos analizados de Google, los ciudadanos realizan millones de consultas sobre qué celebridades apoyan a los candidatos: unos 1.393 millones de búsquedas en redes sociales de qué famosos están a favor de Harris, y unos 389 millones de los de Trump. Entre quienes apoyan a los demócratas, generan especial interés Billie Eilish, Taylor Swift y Beyoncé, en ese orden; en cuarto lugar, Lebron James; en los republicanos, principalmente el magnate Elon Musk, así como Mike Tyson. Como explica el profesor McAllister, hay gran interés popular. “Los famosos tienen sus propias bases de fans que pueden convertirse en usuarios de las noticias, e incluso los que no son fans pueden sentir curiosidad por ellos”, reconoce.

El mitin en el Madison Square Garden de Nueva York del pasado domingo ha sido enormemente problemático para Trump, haciéndole perder apoyos también entre algunas celebridades. Cuando el cómico Tony Hinchcliffe definió con algo peor que poco tino a Puerto Rico como “una isla flotante de basura” —territorio estadounidense, aunque no considerado como Estado; sus residentes pueden votar pero no sobre quién será presidente, a no ser que estén fuera de la isla—, muchos más le dieron la espalda. El todopoderoso músico Bad Bunny fue uno de los más potentes, seguido de nombres como Marc Anthony, Ricky Martin o Jennifer Lopez, que acudió a un mitin con la vicepresidenta el jueves 31.

Ni siquiera quedaron en pie los viejos apoyos de Trump. Los raperos Anuel AA, Justin Quiles y Nicky Jam lo habían respaldado en un mitin en Pensilvania en agosto, pero este último se desdijo tras los insultos de Hinchcliffe, por mucho que el republicano tratara de desmarcarse de ellos. “Yo pensé que era lo mejor para la economía de Estados Unidos, donde vivimos muchos latinos, muchos inmigrantes que están sufriendo”, justificaba el boricua en sus redes. “Nunca en mi vida pensé que iba a venir un comediante a criticar a mi país, y por ende renuncio a cualquier apoyo a Donald Trump. Puerto Rico se respeta”.

El apoyo popular de Trump es tan bajo que no gusta ni en sus propias filas. Barbara P. Bush, hija del expresidente George W. Bush, ha anunciado que apoyará a Harris, al igual que políticos republicanos como Cheney o Mike Pence. Incluso uno de los republicanos más conocidos del mundo, Arnold Schwarzenegger, ha afirmado que “siempre” será “estadounidense antes que republicano” y que precisamente por eso no votará a Trump: “Serán solo cuatro años más de gilipolleces sin resultados que nos enfadarán, dividirán y llenarán de odio. Necesitamos cerrar ese capítulo de la historia estadounidense y sé que Trump no lo hará”. Los famosos lo pueden decir más alto, pero no más claro.

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