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La UE eleva la presión sobre Venezuela al prorrogar las sanciones al círculo de Maduro en plena escalada de Estados Unidos

Bruselas tiene a 69 venezolanos en su lista negra. Los sancionados no pueden viajar a territorio comunitario ni recibir fondos o recursos económicos europeos

La Unión Europea ha renovado otro año más las sanciones sobre el Gobierno venezolano de Nicolás Maduro. Los ministros de Exteriores de los 27 Estados miembros han aprobado este lunes en una reunión en Bruselas mantener en su lista negra, hasta el 10 de enero de 2027, a 69 personas —prácticamente todo el círculo de Maduro—, “a la vista de las persistentes acciones que socavan la democracia y el Estado de derecho, así como las continuas violaciones de derechos humanos y la represión de la sociedad civil y la oposición democrática”. El movimiento europeo se produce en plena escalada de presión del presidente estadounidense, Donald Trump, sobre Venezuela y sobre Maduro, al que ha declarado formalmente como terrorista y del que ha llegado a decir que sus días en el poder “están contados”.

Los sancionados por la UE —que van desde el ministro del Interior, Diosdado Cabello, a Delcy Rodríguez, ministra de Economía y vicepresidenta ejecutiva— no pueden ingresar en territorio comunitario, tienen sus bienes y sus cuentas en Europa congeladas y no pueden recibir fondos ni recursos económicos, directa o indirectamente, de la UE o cualquier entidad de sus 27 países. Además, según el régimen de sanciones europeo para Venezuela, que se aprobó por primera vez en noviembre de 2017 y se ha ido ampliando, las medidas restrictivas incluyen también un embargo de armas y equipos que se puedan usar para la represión interna.

Una hipotética revocación de las sanciones de la UE dependerá de avances tangibles en materia de derechos humanos y Estado de derecho en Venezuela, dicen los ministros de Exteriores en un comunicado, así como de que el país dé pasos significativos hacia un diálogo genuino y una transición democrática. “La UE no ha adoptado ninguna medida que pueda perjudicar al pueblo venezolano ni a la economía. La responsabilidad de poner fin a la crisis en Venezuela recae en sus autoridades”, señalan.

Tras la decisión, el Gobierno venezolano ha acusado a la UE de “decadencia política” y han asegurado que las sanciones son un “rotundo fracaso” que “confirman la irrelevancia creciente de la UE como actor internacional”.

Las sanciones a Venezuela se renuevan cada año, aunque en 2023, de cara a las elecciones de julio de 2024 y tras ver “pasos alentadores”, la UE decidió prorrogarlas solo por seis meses. Sin embargo, en vista de la represión, se han vuelto a extender anualmente. La fecha clave es el 10 de enero, momento en el que hace casi un año se debía haber producido la toma de posesión del nuevo presidente tras las elecciones de julio. Esos comicios, según la copia del 80% de las actas presentadas por la oposición, dieron la victoria al candidato opositor, Edmundo González, pero Maduro, sin haber mostrado las actas oficiales, insiste en que fue él el vencedor.

La decisión de la UE, que aumenta la presión sobre Caracas, se produce en un contexto internacional extremadamente caliente, en plena escalada militar de EE UU y tras la entrega del premio Nobel de la Paz a la líder opositora María Corina Machado, que ha respaldado las acciones de Trump.

Washington (que también tiene sus propias sanciones sobre Venezuela) sostiene que el enorme despliegue militar que mantiene desde agosto en aguas internacionales del Caribe frente a Venezuela tiene como objetivo la lucha contra el narcotráfico. En estos meses, las operaciones militares de la Operación Lanza del Sur han supuesto el bombardeo de al menos 22 supuestas narcolanchas, ataques extrajudiciales en los que han muerto al menos 87 personas.

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