Zelenski afirma que Trump vive en una “burbuja de desinformación” y este le llama “dictador”

El presidente de Ucrania responde a las palabras del mandatario republicano, que culpa a su Gobierno de iniciar la guerra. El choque dialéctico tensa las relaciones entre los dos países en medio del nuevo acercamiento entre Washington y Moscú

El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, en rueda de prensa en Kiev este miércoles.Foto: TETIANA DZHAFAROVA (AP) | Vídeo: EPV (REUTERS)

Donald Trump hizo volar este martes por los aires el relato de la historia reciente de la invasión rusa de Ucrania. Casi 1.100 días después de que el Kremlin diera luz verde a una ofensiva total de su ejército sobre territorio ucranio, el mandatario republicano ...

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Donald Trump hizo volar este martes por los aires el relato de la historia reciente de la invasión rusa de Ucrania. Casi 1.100 días después de que el Kremlin diera luz verde a una ofensiva total de su ejército sobre territorio ucranio, el mandatario republicano dio un puntapié a Kiev al manifestar que fue el Gobierno de Volodímir Zelenski el que inició las hostilidades. “Nunca debiste haberlo comenzado”, afirmó el presidente estadounidense en rueda de prensa. El revés ha desatado un intercambio dialéctico entre Washington y Kiev que amenaza con dinamitar el diálogo entre las partes hacia unas posibles negociaciones para la paz. Unas horas después de que Trump lanzara el dardo, este miércoles, el mandatario ucranio respondió: “Desafortunadamente, el presidente Trump, con todos mis respetos (...), vive en una burbuja de desinformación”. Zelenski insistió en que Moscú, la “parte culpable”, tiene la responsabilidad de la guerra. No es un “conflicto”, dijo, sino una invasión que no se puede “lavar como el dinero”. En un toma y daca, el líder republicano le ha devuelto el golpe poco después a través de su red, Truth Social, con un calificativo duro y sin paños calientes: “Dictador sin elecciones”.

En una de sus múltiples alocuciones de este martes, Trump, conocedor del malestar y las críticas en Kiev por la reunión en Arabia Saudí entre rusos y estadounidenses, había sugerido que Zelenski debería celebrar elecciones, dado que su índice de popularidad, según el republicano, está en torno al 4%. No aportó fuente alguna que constatara esa cifra. Según una encuesta elaborada este mes por el Kyiv International Institute of Sociology (KIIS), el presidente ucranio cuenta con la confianza del 57% de sus ciudadanos. Sobre esto, en la comparecencia de este miércoles, Zelenski señaló: “Si alguien quiere reemplazarme ahora mismo, eso no va a funcionar”. Aunque el mandato de Zelenski concluyó en mayo de 2024, la ley marcial aprobada tras el inicio de la ofensiva rusa hace tres años impide la celebración de elecciones.

En su mensaje de este miércoles, Trump, en su habitual tono canallesco, ha repetido que Zelenski cuenta con un apoyo muy bajo en la población y le ha acusado de “haber hecho un trabajo terrible”, informa desde Washington Macarena Vidal Liy. “Su país está destrozado y millones de personas han muerto de manera innecesaria”, ha escrito el líder republicano, en un comentario en el que ha avisado a su homólogo en Ucrania de que o actúa “rápido” o no quedará nada de su país. Trump ha aprovechado además para arremeter contra su predecesor, Joe Biden, y contra Europa por considerar que desempeñaron papeles fallidos en el conflicto: “Biden nunca intentó [negociar la paz], Europa ha fracasado en conseguir la paz y Zelenski probablemente quiere continuar viviendo del cuento”.

El choque entre los dos mandatarios se produce precisamente el día en el que el enviado estadounidense para Europa y Ucrania, Keith Kellogg, llegaba en tren a la capital ucrania con el objetivo de avanzar en una posible negociación de paz. Tras bajar a primera hora de la mañana del vagón, Kellogg mostró la cara menos dura de la actual diplomacia norteamericana. “Entiendo la necesidad [de Ucrania de tener] garantías de seguridad”, manifestó el militar retirado en referencia a una de las exigencias de Kiev para evitar una nueva invasión rusa en un futuro cercano. “Entendemos la importancia de la soberanía de esta nación”. Tanto Kellogg como el consejero de Seguridad Nacional norteamericano, Michael Waltz, han insistido en estos últimos días en que Ucrania debe ser parte de una negociación de paz. La pugna verbal entre Trump y Zelenski pone esto en entredicho.

“No puedo vender nuestro Estado”

A las garantías de seguridad de las que hablaba Kellogg, una suerte de plan b ante la difícil adhesión de Ucrania a la OTAN en el corto plazo, también se ha referido Zelenski este miércoles. El presidente ucranio vinculó estas garantías a un posible acuerdo con Estados Unidos sobre los minerales en suelo ucranio, uno de los temas más espinosos estos días y objeto de debate en la calle ucrania. “No hay nada claro; hablemos de porcentajes”, afirmó Zelenski ante los medios. “Pero yo estoy protegiendo a Ucrania. No puedo venderla; no puedo vender nuestro Estado”. El mandatario ucranio negó, en cualquier caso, que su país vaya a devolver “en minerales” la ayuda prestada por Washington durante estos años de guerra.

El viaje del enviado norteamericano a Ucrania forma parte de una gira que le ha llevado por Bélgica, Alemania y Polonia, estaciones previas a su llegada a Kiev. Kellogg cuenta con una invitación de parte de Zelenski para visitar durante su estancia el frente de guerra y ver de cerca la actual situación, aunque se desconoce por ahora si ha aceptado. En su declaración a los medios, el líder ucranio ha manifestado que el militar retirado visitará la capital y otras ciudades de Ucrania para comprobar con sus propios ojos el nivel de destrucción. “Que hable con la gente”, ha dicho Zelenski. “¿Confían en su propio presidente o en Putin? Que pregunte sobre Trump, qué piensa la gente sobre Trump después de sus declaraciones”. Según ha informado el propio presidente ucranio será este jueves cuando mantenga una reunión con Kellogg. “Es muy importante”, ha manifestado Zelenski en uno de sus perfiles de redes sociales, “que nuestra reunión y trabajo con EE UU sea en general constructivo”.

Con quien sí se ha podido ver Kellogg en su primer día en Kiev ha sido con el jefe de gabinete presidencial, Andrii Yermak, que se ha expresado en línea con las palabras de Zelenski. “Le he transmitido personalmente esto a Keith Kellogg: Rusia manipula constantemente la información, intenta sembrar la división y difunde mentiras para enfrentarnos”, ha asegurado en la red social X. También en esta plataforma ha hablado este miércoles el ministro de Exteriores ucranio, Andrii Sibiha. “Nadie puede obligar a Ucrania a rendirse”, ha escrito, “defenderemos nuestro derecho a existir”.

Afinidades salpicadas por Moscú

Kellogg, veterano de guerra norteamericano, con una larga experiencia a sus 80 años tanto en la trinchera —de Vietnam a Panamá e Irak— como en el departamento de Seguridad Nacional de la mano de gobiernos republicanos, es conocido como un hombre pragmático y directo, enemigo de la burocracia y, por tanto, un perfil ideal para las formas de hacer de Trump. Pero hasta estas afinidades pueden verse salpicadas por Moscú. Pese a ser, a priori, el enviado de EE UU para los dos países (Ucrania y Rusia), las presiones del Kremlin —donde le ven como un enviado demasiado duro en sus palabras sobre la guerra— han hecho que Washington limite su misión y elija a otro representante para dialogar en Moscú. Este otro podría ser el empresario Steve Witkoff, amigo de Trump clave en la actual estrategia diplomática estadounidense.

La misión de Kellogg se produce en un clima de una fuerte desazón en la sociedad ucrania ante el acercamiento de Washington a Moscú mientras ellos, los ciudadanos del país invadido, sufren a diario los bombardeos de la aviación y artillería rusas —el ataque con drones en la madrugada del miércoles sobre Odesa volvió a provocar cortes de agua y luz en la ciudad portuaria—. El enfado es, además, notable en el Gabinete de Zelenski. Según ha revelado la agencia de noticias Bloomberg, el príncipe heredero saudí, Mohamed Bin Salmán, sí era partidario de que Kiev tuviera representación en la cita de Riad. La negativa de EE UU y Rusia evitó que la reunión fuera a tres bandas, motivo por el que el presidente ucranio canceló a última hora un viaje a Arabia Saudí previsto para este martes.

Todavía en el andén de la estación central de Kiev, Kellogg mostró su alegría por regresar a Ucrania a solo cinco días del tercer aniversario de la invasión a gran escala rusa y manifestó que su objetivo es escuchar y transmitir el mensaje a su presidente. El ahora diplomático no es nuevo en estas lides. Ya en el verano del pasado año, trazó un plan de paz junto a Frederick H. Fleitz, veterano funcionario en la Administración estadounidense, en el que proponía aliviar las sanciones contra Rusia a cambio de un acuerdo de alto el fuego, congelar la línea del frente e introducir una zona desmilitarizada en Ucrania. En el marco de este plan, Washington mantendría su ayuda a Ucrania en línea con lo hecho hasta ahora.

Los primeros contactos entre los equipos de Trump y Putin han marcado, no obstante, una hoja de ruta en la que primero se recuperan los lazos diplomáticos entre los dos países para luego hablar de un posible cese de hostilidades en el frente ucranio y, posteriormente, de un acuerdo de paz.

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