Namibia elige a una mujer presidenta por primera vez en su historia
Netumbo Nandi-Ndaitwah, candidata gubernamental, obtiene el 57% de los votos en los comicios celebrados a finales de noviembre
Netumbo Nandi-Ndaitwah ha sido elegida presidenta de Namibia en las elecciones celebradas entre el 27 y el 30 de noviembre pasados, según anunció este martes la comisión electoral. La candidata oficialista, que ocupaba el cargo de vicepresidenta, obtuvo un 57% de los votos frente al 25% de su principal rival, el opositor Panduleni Itula. De confirmarse estos resultados, pendientes de los recursos de la oposición, este país africano tendrá por primera vez en su historia a una mujer presidenta. La nueva mandataria pertenece al ...
Netumbo Nandi-Ndaitwah ha sido elegida presidenta de Namibia en las elecciones celebradas entre el 27 y el 30 de noviembre pasados, según anunció este martes la comisión electoral. La candidata oficialista, que ocupaba el cargo de vicepresidenta, obtuvo un 57% de los votos frente al 25% de su principal rival, el opositor Panduleni Itula. De confirmarse estos resultados, pendientes de los recursos de la oposición, este país africano tendrá por primera vez en su historia a una mujer presidenta. La nueva mandataria pertenece al partido gubernamental Organización del Pueblo de África del Suroeste (Swapo, por sus siglas en inglés), que ha ocupado el poder desde la independencia en 1990. Con esta victoria, Nandi-Ndaitwah se convertirá en la segunda mujer que ocupa actualmente el puesto de presidenta en África, junto a la tanzana Samia Suluhu.
Hija de un predicador anglicano y figura de la lucha por la libertad contra la ocupación sudafricana que impuso un apartheid, Nandi-Ndaitwah, de 72 años, era vicepresidenta de Namibia desde febrero pasado y antes ocupó el puesto de viceprimera ministra durante nueve años. En su larga carrera política también ha sido diputada y ocupó las carteras de Relaciones Internacionales y Cooperación, Información y Medio Ambiente y Turismo. Su experiencia en puestos de responsabilidad y su solidez han sido sus principales bazas de campaña para contrarrestar la acusada pérdida de votos de su partido en elecciones pasadas.
“La nación namibia ha votado por la paz y la estabilidad”, ha asegurado a la agencia Reuters la candidata gubernamental, apodada NNN por sus iniciales. Ha prometido crear 250.000 puestos de trabajo en cinco años para combatir el desempleo juvenil, que alcanza el porcentaje del 50%, así como atraer la inversión extranjera, compromisos que mantuvo durante el discurso que pronunció este martes una vez se publicaron los resultados.
Otras mujeres presidentas en África en tiempos recientes han sido Ellen Johnson Sirleaf, mandataria de Liberia entre 2006 y 2018 y premio Nobel de la Paz; Joyce Banda, jefa de Estado de Malaui entre 2012 y 2014; la centroafricana Catherine Samba-Panza, presidenta de transición de 2014 a 2016, y la etíope Saleh Work-Zewde, quien permaneció en el cargo entre 2018 y 2024. La lista la completan Ruth Perry, presidenta de Liberia entre 1996 y 1997; Sylvie Kinigi, presidenta de Burundi durante siete meses (1993-1994), y Rose Francine Rogombé, mandataria interina de Gabón durante cuatro meses tras la muerte de Omar Bongo en 2009.
Los comicios en Namibia estuvieron plagados de irregularidades. El cierre definitivo de las urnas se prorrogó hasta en dos ocasiones debido a problemas logísticos como la falta de papeletas en ciertos colegios electorales. Itula, de 67 años y que lidera el partido Patriotas Independientes por el Cambio (IPC), anunció que no reconocía los resultados y pidió la anulación del escrutinio. “No podemos definir estas elecciones como libres, justas y legítimas”, dijo el sábado, incluso antes de la publicación de los datos, y anunció la presentación de un recurso ante la Justicia.
Namibia, con unos tres millones de habitantes, fue colonizado primero por los alemanes y, tras la I Guerra Mundial, por sus vecinos sudafricanos blancos, quienes a partir de los años cuarenta aplicaron el mismo régimen de apartheid contra la población negra que estaba en vigor en su propio país. En los años sesenta, el Swapo y otros movimientos guerrilleros lanzaron una insurgencia apoyada por la Unión Soviética que culminó en la independencia de Namibia en 1990. Pese a sus notables recursos naturales, sobre todo uranio, se considera el segundo país más desigual del mundo, según el Banco Mundial.