Una cooperante, tras su regreso de Gaza: “Los palestinos están al borde de la hambruna”

La organización Acción contra el Hambre alerta de que el 30% de los niños menores de dos años en la Franja sufren de desnutrición aguda

Una niña con desnutrición en el hospital de Deir al Balah (Gaza), el 31 de mayo.Saher Alghorra (DPA vía Europa Press)

Los palestinos se enfrentan a una hambruna “en los próximos meses”. Esa es la inquietante proyección de la cooperante y especialista en nutrición Cristina Izquierdo, miembro de la ONG Acción contra el Hambre. Izquierdo acaba de volver a España tras un mes de trabajo humanitario en Gaza y ha expuesto el desolador panorama que ha evidenciado en las últimas semanas. “El nivel de destrucción de la infraestructura vital, como hospitales, escuelas o instalaciones de s...

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Los palestinos se enfrentan a una hambruna “en los próximos meses”. Esa es la inquietante proyección de la cooperante y especialista en nutrición Cristina Izquierdo, miembro de la ONG Acción contra el Hambre. Izquierdo acaba de volver a España tras un mes de trabajo humanitario en Gaza y ha expuesto el desolador panorama que ha evidenciado en las últimas semanas. “El nivel de destrucción de la infraestructura vital, como hospitales, escuelas o instalaciones de saneamiento, ha dejado a los palestinos sin acceso a ningún servicio básico. Si la ayuda no llega, Gaza va a colapsar”, ha relatado este martes en la sede de la ONG en Madrid.

La grave situación alimentaria se ve en los rostros de los palestinos, según esta voluntaria de Barcelona. “Los palestinos pasan hambre y sus cuerpos no reciben la energía necesaria; se descomponen los tejidos y se ve afectada la piel. Por eso vemos imágenes de personas con apariencia demacrada”, ha señalado. Las condiciones para los niños son aún peores: “La falta de alimentos ralentiza el crecimiento y el desarrollo. En muchas situaciones es irreversible y el sistema inmune falla, por eso muchos mueren de alguna infección”. La población, ha subrayado, “está al borde de la hambruna”, la situación más grave de inseguridad alimentaria, con riesgo de muerte por inanición, según la clasificación de referencia global.

Naciones Unidas ya avisó a mediados de marzo de que la hambruna en el norte de Gaza era “inminente” debido al bloqueo de las tropas israelíes para que llegue la ayuda humanitaria a esa zona del enclave palestino. Para que se declare la hambruna en determinada población se tienen que cumplir tres criterios: que el 20% de los habitantes esté pasando hambre, que la desnutrición infantil sea superior al 30% y que dos de cada 10.000 muertes al día sucedan por falta de comida. Pero Izquierdo ha recordado que “debe haber un consenso internacional” para verificar que se dan estas circunstancias.

Aunque la cooperante ha afirmado que el proceso para determinar esta situación es “complejo”, la organización ya tiene constancia de que el 30% de los niños menores de dos años sufre de desnutrición aguda. Otras 50 organizaciones humanitarias reclamaron a finales de mayo a la ONU y a las “instituciones internacionales” que se declare la hambruna en la Franja. “Con los pasos fronterizos cerrados y la ayuda humanitaria bloqueada por Israel, la desnutrición aguda ha resurgido y se ha extendido rápidamente”, alertaban en un comunicado.

Dos niños palestinos, tratados por desnutrición en el hospital de Al Aqsa, en el centro de la franja de Gaza, este sábado.HAITHAM IMAD (EFE)

“No hay carreteras para llevar la ayuda”

Fenia Diamanti, jefa de la base del equipo de la ONG en el terreno, también acaba de volver de la Franja. Según ella, la situación en Rafah, ciudad en el sur de Gaza y en donde ahora el ejército israelí concentra su operación terrestre, es crítica. “En las últimas semanas, y tras varias evacuaciones, solo podemos distribuir agua potable, kits de refugio y lo poco de comida fresca que queda”, ha relatado. Para Diamanti, el problema del acceso de alimentos a la población no pasa solo por el bloqueo de los pasos terrestres, sino también por las dificultades para la descarga y el transporte dentro de la Franja. “No hay sitios de almacenamiento y no hay carreteras para llevar la ayuda; es casi imposible llegar hasta el norte [de Gaza]”.

El trabajo humanitario, como cualquier otra actividad en Rafah, se ha visto afectado por el asedio de las tropas israelíes. “Tuvimos que dejar de nuevo nuestra oficina y muchos dejaron sus hogares. También teníamos almacenes con alimentos o materiales de higiene y ya no sabemos en qué estado están”, ha expuesto.

Los lanzamientos aéreos de comida, así como la llegada de ayuda a través de un puerto marítimo construido por EE UU —que ya no está en funcionamiento—, son medidas insuficientes, según Diamanti. “Una sola entrada no sirve. Necesitamos que se abran los puertos fronterizos y las vías terrestres”, ha solicitado. Según la ONU, solo 216 camiones de ayuda humanitaria entraron a la Franja por el paso de Kerem Shalom el último mes. Es decir, una media de ocho por día. El paso en Rafah está cerrado desde que Israel tomó la semana pasada control sobre el corredor de la frontera entre la Franja y Egipto.

Acción contra el Hambre ha insistido en que, aun cuando no se ha declarado una hambruna en Gaza, la población ya está muriendo por enfermedades o infecciones relacionadas con el hambre. De acuerdo con el Ministerio de Sanidad de la Franja, controlado por Hamás, al menos 30 personas, la mayoría niños, han muerto por desnutrición aguda.

Centro de distribución de alimentos en Gaza, en una imagen facilitada por Acción contra el Hambre. Acción contra el Hambre

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