Mladic pide la absolución o un nuevo juicio en la apelación de su condena a perpetua por genocidio
La defensa aduce que el exgeneral serbobosnio presenta problemas de salud, pero no ha conseguido demostrar que esté incapacitado para seguir el proceso
El exgeneral serbobosnio Ratko Mladic, de 78 años, portaba este martes mascarilla debido a la pandemia durante la vista de apelación de su condena a cadena perpetua por el genocidio de Srebrenica, y por crímenes de guerra y contra la humanidad, en particular, el sitio de Sarajevo, perpetrados durante la guerra de Bosnia (1992-1995). Sentenciado hace tres años, pidió entonces a gritos a los jueces un aplazamiento ...
El exgeneral serbobosnio Ratko Mladic, de 78 años, portaba este martes mascarilla debido a la pandemia durante la vista de apelación de su condena a cadena perpetua por el genocidio de Srebrenica, y por crímenes de guerra y contra la humanidad, en particular, el sitio de Sarajevo, perpetrados durante la guerra de Bosnia (1992-1995). Sentenciado hace tres años, pidió entonces a gritos a los jueces un aplazamiento aduciendo una subida de presión arterial. Esta vez, sus abogados lo han presentado como un hombre enfermo e incapaz de comprender un proceso de esta envergadura, de modo que seguir adelante supondría una injusticia. Sin embargo, no han conseguido demostrar la incapacidad y la vista ha proseguido, por lo que han solicitado un nuevo juicio o la absolución.
“No puedo recibir instrucciones de mi cliente y tampoco estoy seguro de que pueda participar en la vista de forma significativa. El señor Mladic no está bien y así no se respetan sus derechos”, ha dicho su abogado, Dragan Ivetic. Tanto él como el propio acusado y parte del tribunal, se encontraban en La Haya (Países Bajos), sede del Mecanismo Residual para los Tribunales Penales Internacionales, encargado del último tramo de los juicios de los Balcanes. El resto se conectaron de forma virtual debido a las restricciones impuestas por la covid-19. Ivetic añadió que la apelación no debería celebrarse sin un examen médico que establezca la capacidad cognitiva de Mladic. En julio pasado, durante una audiencia previa, el equipo legal que le defiende ya advirtió de que el exgeneral “puede estar sufriendo un principio de demencia”. En tal caso, sería “una negación del derecho al debido proceso [que garantiza la correcta aplicación de las leyes] seguir adelante contra una persona que no está capacitada para ser juzgada”, añadieron.
Sus representantes también han explicado este martes que el primer juicio erró porque se le atribuyeron como válidos “algunos hechos surgidos solo de las declaraciones de testigos”. Entre ellos figuran incidentes con francotiradores o bombardeos, que no deberían vincularse con su papel como exjefe militar, según la defensa. Apodado “el carnicero de los Balcanes” en la guerra de Bosnia, Mladic estaba al mando del Ejército serbobosnio entre 1992 y 1995. En el proceso de 2017, los jueces le consideraron responsable de las campañas de limpieza étnica en busca de una Gran Serbia, libre de otras etnias, en el territorio de la antigua Yugoslavia. El genocidio de Srebrenica, donde perecieron unos 8.000 varones bosnio musulmanes a manos de sus tropas, y los cerca de 14.000 muertos registrados en el sitio de Sarajevo, la capital bosnia, vertebran la sentencia dictada entonces. La causa actual se prolongará hasta el miércoles cuando Mladic tendrá un turno de palabra de 10 minutos.
Al principio de la sesión, la presidenta de la sala, Prisca Nyambe, ha recordado las demandas de los abogados. A medida que avanzaba la jornada, Nyambe ha explicado que preguntará si pueden acelerarse las medidas de higiene impuestas por la covid-19, que requieren pausas de una hora para limpiar la sala de apelaciones. Mladic le había pedido que hiciera un esfuerzo por acortar dichos periodos. “He esperado cuatro horas en una habitación vacía y no creo que mañana vaya a soportarlo de nuevo”, ha dicho, poco antes del turno de la fiscalía. La fiscalía, que también apeló porque aduce un cargo adicional de genocidio perpetrado en cinco localidades de Bosnia —descartado en su día— pide además que se rechacen “por completo” los argumentos del procesado. Durante su intervención, la acusación ha asegurado que el exmilitar “es un criminal de guerra y no un héroe”. “Formó parte de una empresa criminal conjunta conjurada para deshacerse de las comunidades no serbias de Bosnia a cualquier precio, un plan que él mismo dijo que debía mantenerse en secreto, y sus argumentos para rechazar la cadena perpetua, en busca de un nuevo juicio o de una reducción de la pena, no se sostienen”.
Con la sala de vistas protegida con mamparas de plástico para evitar contagios, los continuos problemas técnicos han ralentizado el procedimiento que ha proseguido a pesar de las quejas del letrado Ivetic. Según el tribunal, no había conseguido demostrar las dificultades de su cliente en un escrito remitido antes de la vista. La salud del exgeneral ha causado retrasos y ha sido un argumento recurrente de la defensa para posponer o anular el proceso. Su hijo, Darko, ha señalado a la agencia francesa de noticias AFP que su padre “no ha tenido tiempo de prepararse debido a su salud: no tiene las fuerzas necesarias para ello y le falla la memoria en estos momentos”. La pandemia también ha complicado la situación ya que la apelación estaba prevista para marzo.
Cerca de 100.000 personas perdieron la vida y 2,2 millones se quedaron sin hogar en la guerra de Bosnia, según cálculos de la ONU, y Mladic estuvo escondido en Serbia durante 16 años. Arrestado en 2011 por tres unidades especiales de la policía serbia, el entonces presidente, Boris Tadic, aseguró que se cerraba así “un capítulo de la historia de nuestra región que nos acerca a una plena reconciliación”. Serbia presentó su solicitud de adhesión a la Unión Europea en 2009 y tiene el estatuto de país candidato desde 2012.