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REBECA GRYNSPAN | Secretaria general Iberoamericana

“Me preocupa la retórica extremista y la polarización”

Venezuela y Nicaragua no forman parte de la agenda oficial de la XXVI Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno en La Antigua (Guatemala) pero los conflictos que viven ambos países, así como la crisis migratoria, marcan el encuentro

Elvira Palomo
Rebeca Grynspan, secretaria general iberoamericana, en la sede de la institución en Madrid.
Rebeca Grynspan, secretaria general iberoamericana, en la sede de la institución en Madrid.Álvaro García (EL PAÍS)

Con una agenda centrada en los Objetivos de Desarrollo Sostenible se celebra la XXVI Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno en La Antigua, Guatemala. En un momento de cambios en la región, con un conflicto político-social abierto desde hace seis meses contra el Gobierno del sandinista Daniel Ortega en Nicaragua; una fuerte crisis institucional en Venezuela y un vuelco en el signo político de potencias como Brasil y México, la cumbre celebra este viernes su plato fuerte con la reunión de mandatarios, en la que coincidirán 17 jefes de Estado y de Gobierno. Algunos por primera vez y hay expectación acerca de la presencia de Nicolás Maduro y Daniel Ortega.

En Venezuela y Nicaragua, “hay una necesidad de diálogo y negociación”

Sobre si la coyuntura política eclipsará el tema central de la cumbre, la secretaria general Iberoamericana, Rebeca Grynspan (San José, 1955), cree que “dependerá de lo que reflejen los periodistas”. En conversación con EL PAÍS antes de viajar, subraya la importancia de los asuntos a tratar porque “afectan directamente a las personas” y considera que el desarrollo sostenible “es la única narrativa que tenemos hoy que hace un llamado a la cooperación, a la solidaridad y a resolver los problemas de la gente. Todo lo demás es un llamado a la confrontación y la fragmentación”.

Pregunta. ¿Cómo ha cambiado la región desde la última cumbre hace dos años?

Respuesta. A partir de 2014 ya habíamos empezado un proceso de desaceleración latinoamericana, después del periodo de mayor crecimiento en las últimas décadas, lo que nos ha impuesto retos a la región, que ha visto la reversión de algunos progresos hechos en la primera década y media. Ha comenzado a subir la pobreza y la sostenibilidad de los planes sociales ha sido más precaria. Por otro lado, el comercio internacional está creciendo poco y están subiendo las tasas de interés.

P. ¿Y políticamente?

R. Hemos estado en un periodo electoral intenso, alrededor de 10 países han cambiado de mandatario y por lo tanto vamos a una cumbre en la que se van a ver la mayoría, no todos, de los nuevos presidentes.

P. Ha habido un viraje de fuerzas políticas ¿Cómo espera que sean esos encuentros?

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R. Me parece que lo que hay más bien es una alternabilidad. Tuvimos muchos Gobiernos de signo de izquierda en un periodo y ahora con la alternabilidad propia de las democracias presidenciales hay un cambio hacia partidos de otro signo.

P. ¿Puede afectar a los avances sociales?

R. Los estudios muestran que los avances de la primera década y media se dieron tanto en los Gobiernos de derecha como de izquierda de la región; no es tan cierta la narrativa de que solo en los Gobiernos de izquierda se dieron avances sociales. Yo creo que más bien fue la presión de la ciudadanía que demandaba mejoras, las que motivaron las políticas sociales en muchos países.

P. ¿Le preocupa la polarización?

R. Me preocupa que la retórica es más extremizada y creo que es no solo en América Latina, sino que es un fenómeno mundial. La polarización política puede llevar a mayor enfrentamiento.

P. ¿Cómo se puede desanudar esa crispación?

R. Mirando las cosas que nos unen y no las que nos separan.

P. En estos momentos hay crisis en Nicaragua y Venezuela ¿cree se tratarán algunos de estos problemas?

R. Con respecto a los temas políticos los presidentes decidirán si van a tratar temas políticos específicos, no nos corresponde a nosotros.

P. Pero, ¿cree que puede ser un buen momento para que se traten al margen de la cumbre?

R. Creo que es una buena oportunidad para el diálogo, para el encuentro, en estos foros hay distintas interconexiones, no solo en el foro abierto del tema de discusión de la cumbre, sino entre los mandatarios y los personajes políticos que participan, pero nosotros no hemos recibido ninguna comunicación, ni petición.

P. ¿Pueden hacer algún tipo de acompañamiento?

R. Nosotros no nos hemos metido en los asuntos internos de los países, no tenemos mandato para eso. Lo único que hemos dicho siempre es que no conozco que se haya resuelto satisfactoriamente y de manera sostenible nunca un conflicto que no sea a través del diálogo, de la institucionalidad y de la diplomacia. Hay una necesidad de negociación, diálogo y una salida institucional.

P. ¿Tiene previsto reunirse con el presidente Ortega o con Maduro?

“Hay que mirar las cosas que nos unen y no las que nos separan”

R. No tengo pedida en este momento ninguna bilateral.

P ¿Teme que estos temas eclipsen el tema de la cumbre?

R. Creo que eso depende mucho de ustedes, no tanto de nosotros. Nosotros llegamos a la cumbre con los deberes cumplidos, la cumbre tiene sustancia, resultados y tiene importancia porque son las cosas que afectan a la gente en su cotidianidad y a mí me parece que no hay nada políticamente más importante que resolver los problemas de la gente, y estar cerca de la ciudadanía. Ahora, la prensa decidirá si eso es importante o no y a mí me preocupa precisamente. Creo que al otro lado de los objetivos de la agenda 2030 hay una sociedad mejor.

P. Los compromisos de la Agenda 2030 centran la discusión ¿Hay alguno en particular que desean lograr?

R. Hemos hecho una reflexión sobre cuál es nuestro valor agregado, para conseguir la reducción de la pobreza, la desigualdad y fomentar la inclusión. Creemos que nuestra contribución es traer las alianzas necesarias, los actores para que la agenda sea posible. Y no es posible sin la colaboración del sector privado, porque no se pueden cambiar los patrones de producción y consumo alienando a uno de los actores fundamentales, que son los que producen.

P. ¿Cómo se materializará?

R. Llevamos varias cosas concretas, en el tema de la inclusión de las personas con discapacidad, que no se ha hecho un programa en esta dirección en la región y hay muchos países que requieren de una agenda más propositiva. También sobre el empoderamiento económico de las mujeres, muchos objetivos solo serán posibles con mayor equidad en las oportunidades. Y la movilidad estudiantil para los jóvenes, para que adquieran las habilidades para un mundo globalizado.

P. ¿Qué debe cambiar para incluir a las mujeres?

R. Nos vamos a centrar en el marco legal: hay leyes que eliminar, que modificar y que promover. En las leyes a eliminar tenemos identificados una lista de 13 países que tienen restricciones de ciertas profesiones a mujeres, queremos cambiar la idea de tutelaje que decidan ellas si hay o no trabajos riesgosos que quieren o no realizar. Las que hay que modificar están relacionadas con la conciliación, aumentar los permisos de maternidad y paternidad. Y promover el convenio de la OIT para que se respeten los derechos de las trabajadoras domésticas.

P. ¿Estas cumbres siguen teniendo vigencia?

R. Sí, yo no veo cómo vamos a construir un mundo mejor si los que tienen que tomar las decisiones no se encuentran, no dialogan, no conversan, no negocian... Por eso aquí nos estamos ligando a una agenda global que ha sido elegida por todos los presidentes. Nosotros, vamos a reiterar el compromiso con la agenda 2030, pero más que a discutir el qué, vamos a discutir el cómo.

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Sobre la firma

Elvira Palomo
Es redactora en la sección de Internacional. Licenciada en Periodismo y máster en Comunicación Política. Comenzó su carrera en la agencia Efe para la que fue corresponsal en Washington. Comenzó a colaborar con EL PAÍS en Montevideo. Ha trabajado como periodista multimedia en la BBC, en la mesa de edición de AFP para América y en Univision Noticias.

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