May logra mantener cerradas las filas de su Gobierno en vísperas de la cumbre europea

La primera ministra británica controla la rebelión del ala más euroescéptica del Gabinete

Protesta de partidarios del Brexit, este martes durante una reunión del Consejo de ministros en Downing Street (Londres).NEIL HALL (EFE)

En vísperas de una cumbre europea consagrada a los términos de la salida británica de la UE, Theresa May ha vuelto a capear las maniobras contra su liderazo que se fraguan desde los cimbres de su propio Gobierno. La primera ministra británica ha conseguido brindar una imagen de unidad, tan falsa y temporal como necesaria ante la cita con sus socios europeos, tras la reunión de este martes con su Gabinete en la que las voces euroescépticas no osaron rebelarse.

A lo largo de las dos horas y media del encuentro, los ministros más reacios a una componenda con la Unión Europea expresaron sus...

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En vísperas de una cumbre europea consagrada a los términos de la salida británica de la UE, Theresa May ha vuelto a capear las maniobras contra su liderazo que se fraguan desde los cimbres de su propio Gobierno. La primera ministra británica ha conseguido brindar una imagen de unidad, tan falsa y temporal como necesaria ante la cita con sus socios europeos, tras la reunión de este martes con su Gabinete en la que las voces euroescépticas no osaron rebelarse.

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A lo largo de las dos horas y media del encuentro, los ministros más reacios a una componenda con la Unión Europea expresaron sus recelos hacia el plan de May de aceptar la permanencia del Reino Unido en la unión aduanera europea incluso más allá del acuerdo transitorio de salida, cuyo plazo expira el 31 de diciembre del 2020. Esa es la única solución que vislumbra su jefa de filas para evitar el regreso de una frontera dura en Irlanda del Norte, frente al influyente sector eurófobo del Partido Conservador y su alergia al sometimiento británico a las normas europeas, que además ataría las manos de Londres para firmar acuerdos comerciales con otros países.

Puestas las cartas sobre la mesa, ninguno de los contendientes en el seno del Gabinete se movió un ápice de sus postulados. Pero lo importante para May es que pudo esgrimir una estrategia unitaria a la hora de encarar el difíciil tramo final de las negociaciones con Bruselas. "Estoy convencida de que, si permanecemos juntos como un solo Gobierno, acabaremos consiguiéndolo", afirma la declaración oficial de May difundida tras esa cita extremadamente tóxica con su Gabinete.

Tan solo el día anterior, y coincidiendo con una comparecencia de la primera ministra en los Comunes para desgranar su plan sobre el Brexit, miembros destacados del ala euroescéptica tory se reunían en una oficina del mismo Parlamento para debatir su cuestionamiento de May. Las especulaciones de la prensa sobre un presunto golpe de timón, esto es, sobre una dimisión en bloque de los ministros defensores de un Brexit duro con la consiguiente caída del Gobierno, acabaron finalmente en nada.

Es cierto que hasta ocho ministros concurrieron al apodado “cónclave de la piza” (en alusión a las que pidieron durante su reunión) que convocó la jefa de las filas conservadoras en los Comunes y destacada eurófoba, Andrea Leadsom. Pero un escrutinio estricto de los participantes revela la presencia de pesos pesados del Ejecutivo, como el titular de Exteriores, Jeremy Hunt, o el propio encargado de la negociación con la UE, Dominique Raab, que busca un Brexit ordenado que prime el interés del país.

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