El ‘Lifeline’ atraca en el puerto maltés de La Valeta

El Lifeline y sus 238 migrantes (uno fue evacuado) han atracado pasadas las siete de la tarde de este miércoles en el puerto maltés de La Valeta, como había informado Joseph Muscat, el primer ministro de la isla mediterránea. Muscat ha asegurado que siete países de los Veintiocho de la UE, además de Malta, se han unido para ofrecer una solución al Lifeline y acogerán a algunos de los migrantes que lleva a bordo: Bélgica, Francia, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Holanda y Portugal. Italia ...

El Lifeline y sus 238 migrantes (uno fue evacuado) han atracado pasadas las siete de la tarde de este miércoles en el puerto maltés de La Valeta, como había informado Joseph Muscat, el primer ministro de la isla mediterránea. Muscat ha asegurado que siete países de los Veintiocho de la UE, además de Malta, se han unido para ofrecer una solución al Lifeline y acogerán a algunos de los migrantes que lleva a bordo: Bélgica, Francia, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Holanda y Portugal. Italia había denegado el acceso a sus puertos hace casi una semana. 

Europa lleva tres semanas dando soluciones excepcionales a cada grupo de rescatados frente a Libia. Valencia recibió a los últimos 630 salvados por el Aquarius, los recogidos por la Guardia Costera de Italia, un barco de la Armada de EE UU y un carguero danés fueron autorizados a desembarcar en Italia tras días de espera y otros 948 fueron interceptados y devueltos a Libia por los guardacostas de ese país tras delegar Italia en ellos el rescate de siete pateras. 

Este miércoles por la mañana, el Lifeline había recibido permiso de las autoridades para “entrar en aguas maltesas para protegerse del viento”, según un tuit publicado por la ONG Seenotrettug, que opera el buque. La espera empezaba ya a hacer estragos. “Hay un montón de gente que necesita atención médica, la comida no es la adecuada. Y el mayor problema son los mareos, el sol y las olas. Tenemos un bebé, es cuestión de tiempo que haya muertos”, explicaba Axel Steier, fundador de la ONG alemana Seenotrettung a este diario. Tres de los salvados están internados en la clínica de este barco de 32 metros de eslora.

La noche anterior el capitán había escrito al centro pidiendo permiso para buscar refugio de los fuertes vientos y la mala mar, según un tuit previo. Entonces seguían varados frente a Malta mientras los Gobiernos europeos pactan cómo repartirse al grupo antes de permitirles desembarcar. Es ya su séptimo día a bordo. Además de los migrantes, hay un médico, dos enfermeras y una quincena de tripulantes.

Steier ha sostenido que era el ministro del Interior de su país, Horst Seehofer, de la CSU bávara y que ha lanzado un pulso a la canciller Angela Merkel a cuenta de los solicitantes de asilo, el que bloqueaba la entrada del Lifeline a Malta y ha añadido que “todos los demás políticos han mostrado disponibilidad para resolver” esta crisis derivada del cierre de puertos a las ONG de rescate que pretenden desembarcar migrantes por parte de Italia y Malta. La Valeta negocia con sus socios de la UE el reparto de los 239.

La organización humanitaria también se defendió en la nota de lo que consideró "falsas acusaciones" de haber ignorado las órdenes del Centro de Coordinación de Rescate (RCC) de Roma y por lo que Malta ha anunciado que abrirá una investigación. "Es importante subrayar que la única orden que el barco denegó fue la de entregar las personas al llamado Servicio de Guardacostas de Libia, ya que esto no respeta la Convención de Ginebra sobre los Refugiados y, por lo tanto, es ilegal", agregan.

"Por lo tanto, es importante declarar que Lifeline obedeció todas las instrucciones de las diferentes autoridades marítimas siempre que estas cumplieran con el derecho internacional", añadieron. Mientras la embarcación espera la autorización, el ministro del Interior de Italia, el ultraderechista Matteo Salvini, celebró lo que considera que es una nueva victoria para su Gobierno, después de que haya prohibido la entrada en sus puertos a ONG con salvados a bordo.

Esta medida restrictiva obligó hace una semana al barco Aquarius a desembarcar en España con 630 inmigrantes, y ha provocado que la nave de Lifeline haya estado esperando en el mar seis días.