La UE reprocha a Turquía su papel en Siria y la violación de los derechos humanos

Los presidentes europeos se reúnen con Erdogan para tratar de mejorar la relación

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, junto al primer ministro búlgaro (d), Boyko Borísov, este lunes en Varna.AFP

Turquía y la Unión Europea han tratado este lunes de lograr un mínimo espacio común en las posiciones antagónicas que mantienen frente al mundo. Los líderes de la UE y el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, se han citado en Bulgaria para discutir de lo que vincula a ambos territorios, a pesar de las tensiones que atraviesan. Los presidentes europeos han reprochado al dirigente turco su intervención en la guerra siria, el retroceso del Estado de derecho y los choques con algunos Estados miembros. Erd...

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Turquía y la Unión Europea han tratado este lunes de lograr un mínimo espacio común en las posiciones antagónicas que mantienen frente al mundo. Los líderes de la UE y el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, se han citado en Bulgaria para discutir de lo que vincula a ambos territorios, a pesar de las tensiones que atraviesan. Los presidentes europeos han reprochado al dirigente turco su intervención en la guerra siria, el retroceso del Estado de derecho y los choques con algunos Estados miembros. Erdogan les pidió avances en el proceso —congelado de facto— de adhesión turca a la UE. Solo un elemento acerca hoy a ambos polos: el acuerdo migratorio que frena desde 2016 las llegadas de refugiados y migrantes a Europa a cambio de ayuda económica.

La reunión celebrada en Varna (Bulgaria) entre Donald Tusk, presidente del Consejo Europeo, Jean-Claude Juncker, su homólogo en la Comisión Europea, y Erdogan nació ya carente de contenido, pero los líderes europeos consideraron mejor estrategia cultivar el diálogo con Ankara que interrumpirlo. El único punto de coincidencia ha sido la necesidad de que la UE desembolse otros 3.000 millones de euros —ya hubo una entrega idéntica desde 2016— para que Turquía atienda a los más de 3,5 millones de refugiados sirios que alberga en su territorio. Se trata de la principal compensación que recibe Ankara por controlar los flujos.

“Queremos que Turquía sea un socio verdaderamente estratégico de la UE”, ha manifestado Juncker, que ha pedido a los Estados miembros que desembolsen esa suma. Pero más allá de eso, todo han sido reproches. Juncker ha exigido la puesta en libertad de los periodistas encarcelados y ha condenado las actuaciones en Siria al asegurar que “deberían respetar el ordenamiento internacional”. Tusk ha aludido al deterioro de la democracia en el país. “Entendemos las reacciones tras el golpe de Estado, pero nos preocupan algunos métodos que minan las libertades fundamentales y el Estado de derecho en Turquía”, ha afeado en una comparecencia conjunta de los líderes europeos con Erdogan.

A su lado, el líder turco ha manifestado sin rubor que las medidas antiterroristas adoptadas por Turquía después del golpe de Estado no deberían desatar las críticas de la UE porque su país “respeta los derechos humanos”. Asimismo ha expresado su deseo de lograr “avances” en el proceso de adhesión al club comunitario, una hipótesis que hoy nadie considera realista. Erdogan, pese a todo, renunció al tono combativo que emplea hacia la UE cuando habla para su audiencia doméstica.

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