La batalla entre el uribismo y la izquierda domina la campaña electoral en Colombia

Las opciones de centro se estancan cuando falta una semana para las elecciones legislativas

El expresidente colombiano Álvaro Uribe, actual senador del Centro Democrático.Mauricio Dueñas Castañeda (EFE)

La sociedad colombiana lleva casi dos años dividida sobre los acuerdos de paz con las FARC, desde antes del plebiscito del 2 de octubre de 2016. Pero la campaña de las elecciones presidenciales que el próximo 27 de mayo decidirán el sucesor de Juan Manuel Santos ha evidenciado una polarización que va más allá de ese proceso y que está relacionada con una confrontación ideológica más tradicional. Cuando falta una semana para la celebración de los comicios que renovarán el Congreso, algunas de las principales encuestas dibujan un pulso e...

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La sociedad colombiana lleva casi dos años dividida sobre los acuerdos de paz con las FARC, desde antes del plebiscito del 2 de octubre de 2016. Pero la campaña de las elecciones presidenciales que el próximo 27 de mayo decidirán el sucesor de Juan Manuel Santos ha evidenciado una polarización que va más allá de ese proceso y que está relacionada con una confrontación ideológica más tradicional. Cuando falta una semana para la celebración de los comicios que renovarán el Congreso, algunas de las principales encuestas dibujan un pulso entre dos bloques: el uribismo y la izquierda.

Los dos candidatos que encabezan los sondeos difundidos el pasado jueves por Caracol Radio y este domingo por el diario El Tiempo son el senador Iván Duque y el exalcalde de Bogotá Gustavo Petro. El primero, aspirante del Centro Democrático, partido conservador fundado en 2013 por el expresidente Álvaro Uribe, cuenta con un respaldo que oscila entre el 22% y el 23,6%. El segundo, un hombre de izquierdas que cabalga la ola del descontento, sobre todo de las clases populares y los jóvenes, alcanza un porcentaje de apoyo del 23,1%. El choque entre dos discursos definidos ha generado un efecto que, al menos de momento y según estos datos, ha logrado frenar el centro político, que en la historia reciente de Colombia ha recogido la mayoría del electorado.

Se da la circunstancia, además, de que ni Duque ni Petro son oficialmente candidatos presidenciales. El próximo domingo se medirán en dos consultas que determinarán la parrilla de salida de esos comicios después de una precampaña de más de un año. Para el líder de Colombia Humana será más bien una formalidad imponerse ante Carlos Caicedo, exregidor de Santa Marta. Duque tenía ante sí un camino más complejo para representar a la coalición promovida por Uribe y el también exmandatario Andrés Pastrana. Tendrá que medirse con Marta Lucía Ramírez, exministra conservadora, y con el exprocurador Alejandro Ordóñez. Este último, de derecha radical, apenas cuenta con base electoral. Ramírez despierta consensos que le permitirían competir internamente. No obstante, los pronósticos más recientes demuestran que el senador sería el aspirante de esa alianza con más posibilidades de éxito en las elecciones.

La polarización entre el uribismo y la izquierda golpea a dos opciones que, hasta hace unas semanas, se situaban a la cabeza de las encuestas y que pueden volver a repuntar. Se trata, en primer lugar, de Sergio Fajardo, que se mueve entre el 8% y el 11%. Exalcalde de Medellín y antiguo gobernador del departamento de Antioquia, es un político que rehúye las etiquetas ideológicas y que hace hincapié en una propuesta de reconciliación nacional después de más de medio siglo de guerra entre el Estado y las FARC. Fajardo ha recibido críticas de la derecha y de la izquierda y ha evitado ahondar en la confrontación directa. Esta semana, eligió como fórmula vicepresidencial a Claudia López, del Partido Verde, una mujer que puede ser decisiva para el impulso de la candidatura.

En segundo lugar, Germán Vargas Lleras, que fue vicepresidente de Santos hasta marzo de 2017, no supera el 8%. Representa al centro-derecha y sigue siendo una opción que los analistas no subestiman, sobre todo por su control del territorio, la llamada maquinaria. La proyección del antiguo negociador jefe con las FARC, Humberto de la Calle, está cada vez más desdibujada en medio de la pinza ideológica. El candidato del Partido Liberal lograría un 4%, aunque sus votos serían decisivos en una más que probable segunda vuelta.

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