La UE aprueba nuevas ayudas a Palestina tras el recorte anunciado por Trump
La alta representante Mogherini reconoce que la paz no es posible sin contar con EE UU
La Unión Europea ha aprobado este miércoles nuevas ayudas a Palestina por valor de 42,5 millones de euros, después de que el presidente Donald Trump anunciara hace dos semanas la reducción de la contribución de Estados Unidos a la UNRWA, la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos. La medida, anunciada en Bruselas por la alta representante de la Unión para Asuntos Exteriores, Federica Mogherini, pretende atenuar los efectos de una decisión de Washingt...
La Unión Europea ha aprobado este miércoles nuevas ayudas a Palestina por valor de 42,5 millones de euros, después de que el presidente Donald Trump anunciara hace dos semanas la reducción de la contribución de Estados Unidos a la UNRWA, la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos. La medida, anunciada en Bruselas por la alta representante de la Unión para Asuntos Exteriores, Federica Mogherini, pretende atenuar los efectos de una decisión de Washington que amenaza con agravar las condiciones de vida de la población palestina. En Gaza, donde la mitad de sus dos millones de habitantes subsiste gracias a la cooperación internacional, el malestar social es creciente. Siete centros médicos han interrumpido sus servicios esta semana en la Franja al no poder contar con combustible para los generadores eléctricos.
"La aportación financiera incluye actividades en Jerusalén Este y el apoyo a la construcción de un Estado palestino democrático y responsable", aseguró Mogherini, citada por la agencia Efe. La aportación de fondos de la UE coincide con la campaña de emergencia lanzada el martes por la ONU con el objetivo de recaudar 800 millones de dólares (645 millones de euros) para los cinco millones refugiados palestinos atendidos por la UNRWA, tanto en Gaza y Cisjordania como en Siria, Líbano o Jordania. El lunes pasado, los 13.000 empleados de la agencia humanitaria en Gaza secundaron una huelga —que obligó a clausurar las escuelas, clínicas y almacenes de alimentos de la organización— en protesta por la reducción de la financiación estadounidense.
"El fundamento de nuestro compromiso es la solución de dos Estados, con Jerusalén como futura capital de Israel y de Palestina. Esta posición se basa en los Acuerdos de Oslo y en las leyes internacionales, en particular, en las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU", recalcó Mogherini. Mientras la alta representante defendía en Bruselas la posición europea sobre el conflicto de Oriente Próximo, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, puntualizaba en Jerusalén ante el ministro de Exteriores alemán, Sigmar Gabriel, su visión particular: “Nosotros debemos tener el control de la seguridad al oeste del río Jordán, esa es la primera condición”, le replicó al jefe de la diplomacia de Berlín. "¿Se puede definir como un Estado (el palestino) si somos nosotros quienes controlamos la seguridad? Eso es otra cuestión, pero yo prefiero hablar de contenidos, no de etiquetas”.
Mogherini insistió en la necesidad de contar con Washington para una salida negociada al conflicto, a pesar de que los responsables palestinos han excluido a la Administración republicana como mediadora tras la declaración de Trump, que reconoció a Jerusalén como capital del Estado de Israel. "Todo el mundo admite que EE UU esencial para que cualquier proyecto tenga posibilidades realistas de éxito", argumentó. “Nada será posible sin EE UU, pero tampoco solo con EE UU”, destacó la diplomática italiana para reivindicar un “marco de negociaciones multilateral”.
Israel había presentado poco antes en también en Bruselas ante el Comité Especial de Enlace para Oriente Próximo, el cónclave internacional que se encarga de coordinar la ayuda internacional a Palestina, un plan de infraestructuras para revitalizar la economía de Gaza. El programa de inversiones en plantas desalinizadoras y en redes eléctricas y de suministro de gas, evaluado en mil millones de dólares, contaría con asistencia israelí, aunque tendría que financiado por la comunidad internacional, según fuentes del Gobierno hebreo consultadas por el diario Haaretz.
“Gaza corre el riesgo de volver a estallar”, ha asegurado el enviado de Naciones Unidas para Oriente Próximo, Nickolay Mladenov. “El colapso de su economía tendrá implicaciones en los servicios humanitarios, la política y la seguridad”. El los últimos meses, el tráfico de camiones con mercancías procedentes de Israel hacia el enclave palestino se ha reducido a la mitad a causa de la la pérdida de poder adquisitivo de sus habitantes. La tasa de desempleo en la Franja ronda el 50%.
España no prevé dar más dinero a la UNRWA
El Gobierno de Mariano Rajoy mantiene congelada en un millón de euros la aportación directa que facilita cada año para la atención de los refugiados palestinos desde que se desató la crisis económica en España y no tiene ninguna intención ni proyecto de aumentarla en sus próximos presupuestos. Fuentes de la Agencia Española de Cooperación avanzaron que la contribución estatal directa en 2018 será "muy similar" a la actual. Muy lejos del récord de los 20 millones de euros que se llegaron a aportar en tiempos del Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero.
El grupo socialista en el Congreso ha presentado una proposición no de ley para que la Cámara baja reclame al Gobierno que destine a la UNRWA al menos tres millones de euros en los presupuestos de 2018, así como otra contribución extraordinaria de al menos 2,4 millones. El llamamiento de la UNRWA se está ampliando en el caso de España a otras administraciones, y en especial a varias comunidades autónomas, que entregan ya otros cinco millones de euros. Los donantes individuales y particulares dan en España 870.000 euros más.