Miles de argentinas piden justicia por Micaela: “Nos tocan a una, nos tocan a todas”
El colectivo Ni Una Menos pide transformar el dolor por el asesinato de la joven activista en lucha colectiva para detener estos crímenes
"Por las que están, por las que no están, por las que peligran. Vivas, vivas, vivas nos queremos", coreaba en círculo una multitud de mujeres vestidas de violeta en la Plaza de Mayo de Buenos Aires. Había mucho dolor y rabia en ese grito colectivo provocado por el último femicidio que ha conmocionado a Argentina, el de Micaela García. Después de siete días de búsqueda, esta joven activista, de 21 años, fue hallada muerta a las afueras de Gualeguay, unos 230 kilómetros al norte de Buenos Aires. Murió estrangulada el mismo día de su desaparición, según la autopsia, y nuevos indicios comprometen aún más al principal sospechoso, Sebastián Wagner, condenado por dos violaciones y en libertad condicional desde hacía nueve meses.
El colectivo Ni Una Menos que encabeza la lucha contra los femincidios en Argentina había convocado a una asamblea abierta en la plaza, pero la convocatoria desbordó el lugar por la llegada de miles de personas decididas a exigir justicia por Micaela y pensar en acciones para frenar estos crímenes. Un total de 2.384 mujeres han sido asesinadas en Argentina por el hecho de ser mujeres en los últimos nueve años. "Cuanto más nos quieran silenciar, más alto vamos a gritar", "Nos tocan a una, nos tocan a todas", "Mica, serás nuestro motor de lucha. Faltan varias, pero quedamos muchas", podía leerse en algunas de las pancartas de las manifestantes. Entre la multitud de mensajes que pudieron escucharse en la asamblea destacaba la decisión de plantar cara unidas a la violencia machista. No se han detenido por ahora los feminicidios, pero el repudio ante cada nuevo asesinato es contundente y crece la presión sobre el Estado para que tome medidas.
"Es un día de duelo. Pero del dolor sabemos hacer potencia. Nos lo enseñaron las Madres y las Abuelas en esta misma plaza", señala la periodista Marta Dillon, integrante del colectivo Ni Una Menos. "A Micaela la vamos a vengar con organización", asegura la veterana feminista Nina Brugo. Junto a los carteles de Micaela podía verse algunos con la cara de otra joven, Araceli Fulles, de 22 años, quien permanece desaparecida desde el pasado 2 de abril. Con una cruz pintada en los labios, una joven toma el micrófono en la asamblea para recordar que la intentaron violar a los 19 años y advertir que ni ella ni ninguna mujer tiene la culpa de ser la víctima de ese delito, independientemente de la ropa que lleve, la hora que sea y el lugar en el que esté. Un adolescente se presenta como Franco y pide llorando que no se apuñalen más mujeres. Hay aplausos y lágrimas.
Más prevención
La indignación por el asesinato de Micaela ha recaído sobre el juez que le concedió la libertad condicional. El magistrado Carlos Rossi hizo caso omiso a dos informes que lo desaconsejaban y se ha visto sepultado por un alud de críticas -entre las que se incluyen también las del presidente argentino, Mauricio Macri- y peticiones de destitución. Sin embargo, el colectivo Ni Una Menos y otras organizaciones sociales y políticas presentes en Plaza de Mayo piden centrar los esfuerzos en medidas preventivas y no punitivas. "No nos dejemos llevar por las políticas de mano dura. Más cárcel no es la solución porque cuando hay cárcel es porque el hecho ya sucedió. Hace falta más prevención, educación sexual integral para educar a nuestros hijos en la igualdad", resume Violeta, integrante de Patria Grande.
Los padres de Micaela despidieron hoy a su hija en Concepción del Uruguay en una ceremonia multitudinaria, en la que recibieron numerosas muestras de solidaridad, entre ellas la llamada del músico Carlos Solari, del que era fan su hija. En Buenos Aires, las participantes en la concentración enviaron también sus condolencias a la familia y exigieron al Estado "que deje de ser cómplice y asuma un compromiso real". Las cifras muestran la urgencia de actuar: en lo que va de año ha sido asesinada más de una mujer por día.
Una adolescente de 16 años, la última víctima
Un día después de despedir a Micaela García, Argentina llora el asesinato de otra joven, Orlanda Dottori. El cadáver de esta adolescente de 16 años fue localizado ayer por la tarde en un campo de soja de Alberdi, en la norteña provincia de Tucumán. Según el informe policial difundido por medios locales, Dottori estaba semidesnuda, boca arriba, tenía dos ladrillos en el cuello y marcas de golpes en la cara y en sus partes íntimas.
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