Caracas vuelve a vivir otro día de batalla campal entre la policía y los manifestantes opositores

Aunque notoriamente menor que las concentraciones de la semana pasada, la marcha opositora de este Lunes Santo fue blanco del ataque desmedido de los cuerpos de seguridad. Cuando los manifestantes apenas empezaban a movilizarse al mediodía hacia la urbanización Las Mercedes, al sureste de Caracas, fueron dispersados con gases lacrimógenos. Algunos manifestantes consiguieron ganar la ruta hasta la cercana autopista Francisco Fajardo, la principal arteria vial de la ciudad, donde protagonizaron choques intermitentes con piquetes de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) y la Guardia Nacional.

Durante los enfrentamientos y persecuciones, que se prolongaron hasta la media tarde, se reportó el lanzamiento de bombas lacrimógenas desde helicópteros de la policía. Dos reporteros quedaron heridos por impactos directos de granadas de gases lacrimógenos, incluyendo al periodista Román Camacho, quien sufrió fractura de tibia, y el fotógrafo Diógenes Colina. Una diputada de oposición, Delsa Solórzano, también recibió un golpe en el pecho por una bomba de gas.

El alcalde del municipio de Baruta, Gerardo Blyde (opositor), informó que los servicios de paramédicos de su dependencia debieron atender en Las Mercedes a un joven, todavía sin identificar, que presentaba traumatismo grave de cráneo. Al cerrar esta nota, el joven se debatía entre la vida y la muerte en el Hospital Domingo Luciani de El Llanito, en el sureste de la capital.

Entre tanto, el gobernador del Estado de Miranda y dos veces excandidato presidencial, Henrique Capriles Radonski, denunciaba a través de su cuenta de Twitter la presencia de presuntos francotiradores apostados en edificios que sirven de sede a organismos oficiales, vecinos al sitio de los disturbios.

El Defensor del Pueblo, Tarek William Saab – ex diputado y ex gobernador por el oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV)- se vio obligado a rechazar, también por Twitter, el “lanzamiento desde el aire de objetos contundentes para dispersar manifestaciones, pues pudiera ocasionar víctimas fatales”.