La pobreza en Argentina cae levemente por primera vez desde que gobierna Mauricio Macri
El 30,3% de los argentinos son pobres, casi dos puntos porcentuales menos que a mitad del año pasado
Mauricio Macri incluyó entre sus prioridades eliminar la pobreza en Argentina. Está muy lejos de ese objetivo, pero por primera vez desde que asumió la Presidencia, el número de personas con ingresos insuficientes bajó levemente después de haber subido en los primeros meses como consecuencia de la inflación y la recesión. La pobreza cayó al 30,3% en diciembre de 2016, frente al 32,2% registrado en el pasado junio, según los datos difundidos este martes por el Indec, el organismo responsable de las estadísticas oficiales. Aún así, la cifra es aún superior a la de finales de 2015, el último año de Cristina Fernández de Kirchner en el poder, cuando la pobreza era del 29%, según la Universidad Católica Argentina.
Sobre una población censada de 27 millones de personas (de un total nacional de 45 millones de habitantes) en 31 conglomerados urbanos, 8,2 millones están por debajo del umbral mínimo de ingresos. De esta cifra, 1,6 millones son indigentes, es decir que no ganan lo suficiente para cubrir sus necesidades alimentarias. El Indec advirtió que no son comparables los datos de pobreza de este segundo semestre con los publicados en septiembre, ya que entonces se difundieron solo los del segundo trimestre. El apagón estadístico de los tres primeros meses de 2016 se debe a la intervención del Indec ordenada por Macri para normalizar las estadísticas oficiales tras años de manipulación. El kirchnerismo había interrumpido la publicación de los datos de pobreza en abril de 2013, cuando los resultados que mostraba eran absolutamente inverosímiles, con una pobreza del 4,7% y un 1,4% de indigentes.
La cantidad de pobres registrada por el Gobierno argentino a fines de 2016 es inferior a la anunciada por el Observatorio de la Deuda Social Argentina (ODSA), dependiente de la UCA, en los primeros nueve meses del año pasado. En ese período, que concentró los peores datos económicos del Gobierno macrista, la pobreza creció en 1,5 millones de personas en el país suramericano, hasta un total de 13 millones, el 32,9% del país. La elevada inflación de los primeros nueve meses del año -casi del 32%- y la contracción de un 2,4% del PIB en ese periodo castigaron con especial dureza a la población con menos recursos.
Para reducir el impacto de la recesión económica, el Gobierno ha mantenido las ayudas sociales. Sin embargo, el director del ODSA, Agustín Salvia, advirtió hace unas semanas que el mayor problema es la inflación, que destroza la capacidad adquisitiva de los más pobres, que dependen en muchos casos de trabajos temporales en negro que disminuyen en momentos de crisis.
Los últimos indicadores económicos muestran una desaceleración de la inflación y un repunte de la actividad económica. El Gobierno se aferra a ellos para confiar en que traerán aparejada una reducción de la pobreza.
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