Claudia Ruiz Massieu: “Hay una crisis de confianza en los partidos políticos”
La secretaria general del PRI repasa el momento por el que atraviesa México y su partido
Si algo caracteriza el despacho de Claudia Ruiz Massieu (Ciudad de México, 1972) son las fotos de su padre, José Francisco, repartidas por toda la oficina. La figura del asesinado político está muy presente, en su hija, que, 22 años después de su muerte ocupa el mismo cargo que su progenitor, secretaria general del PRI. La víspera del Día Internacional de la Mujer, Ruiz Massieu se presta a conversar sobre la actualidad de México y los retos de su partido, en horas bajas ante la falta de popularidad del presidente, Enrique Peña Nieto.
Pregunta. ¿Qué tan machista es la política mexicana?
Respuesta. Es una realidad que las mujeres tienen menos espacios de participación política y menos espacios en instancias de toma de decisiones por construcción cultural. Hemos avanzado mucho en la administración del presidente Peña. El ejemplo es el haber buscado la paridad en las candidaturas al Congreso. Eso nos permite que en esta legislatura tengamos un 42% de mujeres en la Cámara de diputados y un 32% en el Senado, por encima de la media mundial. Somos el séptimo país con mayor representación de mujeres. Eso abre brecha para todas.
P. ¿En algún momento se sintió desplazada o minusvalorada dentro del Gabinete por ser mujer?
R. No, por supuesto que no. Lo que es cierto es que a las mujeres que tenemos una trayectoria, cada vez que tenemos un nuevo puesto, otra vez viene el cuestionamiento: ¿Por qué se lo dan? A un hombre nadie le cuestiona que ocupe una cartera y después otra o que haya sido diputado y después senador. Tienes que probarte desde cero y volver al primer peldaño. No solo por los colegas. Los medios de comunicación lo refuerzan.
P. ¿Cuál es el principal desafío para el PRI?
R. El objetivo de nuestra organización es conquistar el poder. Tenemos por delante retos inminentes con cuatro elecciones y la presidencial el año entrante. El reto es fortalecer el partido, seleccionar nuevos candidatos y construir competitividad. Tenemos un reto que no es exclusivo del PRI, que implica construir confianza con la ciudadanía. No es un secreto que hay una crisis de confianza de la gente en los partidos políticos. Hay que reconstruir el diálogo con la ciudadanía, tender puentes y escuchar los planteamientos ciudadanos.
La elección presidencial todavía está a 16 meses. No es una elección que esté ni ganada ni perdida
P. ¿La baja aprobación del presidente no representa un lastre para el partido?
R. De ninguna manera. Somos un partido que gobierna la mayoría de la población de México y que cree en el proceso de transformación que ha encabezado el presidente Peña Nieto. Uno de nuestros retos es transmitir a la ciudadanía por qué ese proyecto de nación y esas decisiones que ha tomado el presidente de manera muy valiente son las correctas e importantes.
P. ¿Cuánto pesará al partido la desconfianza que hay hacia el presidente de cara a 2018?
R. La desconfianza de los ciudadanos en los partidos es general. Cualquier encuesta indica que alrededor de 40% son indecisos, personas que no se identifican a priori con ningún partido, que muchas veces no quieren saber nada del sistema de partidos. Es un número importante. Es un reto de todos los partidos políticos, no solo del PRI.
P. Andrés Manuel López Obrador, de Morena, es puntero en los sondeos rumbo a 2018. ¿Cómo piensa el PRI frenarlo?
R. Nos estamos preparando para competir. La elección presidencial todavía está a 16 meses de distancia. No es una elección que esté ni ganada ni perdida en este momento. Lo que hagamos este año en las elecciones en cuatro entidades, el fortalecimiento de las estructuras, una buena selección de candidatos y de cuadros y el diálogo que entablemos con la ciudadanía serán factores que nos permitirán llegar más competitivos a 2018. Tenemos la confianza de que vamos a ganar.
P. ¿Se está creando una suerte de sentimiento en torno a López Obrador de que no hay vuelta atrás, de que esta vez le toca ganar?
A un hombre nadie le cuestiona que ocupe una cartera y después otra o que haya sido diputado y después senador
R. Es demasiado pronto, si volteamos a las elecciones de 2012 y 2016, a la misma distancia de la que estamos hoy se advirtió un escenario distinto al del día de la jornada electoral. Es pronto para aventurar el triunfo o la derrota de alguien.
P. Sugiere que de alguna forma el PRI está por encima de la figura de Peña Nieto. ¿De qué va a depender el nuevo candidato?
R. Hay tiempos todavía, hasta finales de año o principios del que entra no se ve que vaya a haber una definición. Tenemos estaciones que pasar, las elecciones de este año, una asamblea del partido… No estamos pensando en personas, sino en el proyecto y en la oferta que construir para la ciudadanía. El presidente Peña es un activo del partido, su proyecto es una fortaleza para el PRI, tenemos que traducir ese proyecto en confianza y credibilidad ciudadana.
P. Repite que hay que recuperar la confianza. El Gobierno ha sido muy criticado por la tibieza a la hora de responder a Donald Trump. ¿Cree que se debía haber sido más enérgico?
R. Me parece que el Gobierno de México fue respondiendo a la dinámica de la relación bilateral según la etapa en la que estaba el propio proceso de Estados Unidos. A un precandidato no se le puede tratar como a un candidato. Y con un candidato hay reglas implícitas de interlocución, de no intervención en procesos externos. Cuando se es presidente electo, también cambia la naturaleza de la interlocución. México ha sido consistente en ir adapantando a las circunstancias su respuesta. Yo he visto a un presidente enérgico en el rechazo a ciertas cosas, en la defensa de los mexicanos En otras etapas, pues eran otras las reglas de interlocución.
P. En esas otras etapas se produjo la visita de Trump a México, usted era canciller. ¿estaba de acuerdo con aquella visita?
R. Mi punto de vista lo expresé en su momento. Me parece que abrir canales de diálogo siempre es positivo. La responsabilidad del Gobierno de México es buscar la construccion de las relaciones politicas más constructivas para el país, apostar al diálogo siempre es pertinente.
P. ¿Incluso con una persona como Trump que después de la visita se la jugó a México?
R. Buscar la interlocución y el diálogo con cualquier persona o instancia que pueda potencialmente potenciar el bienestar y el desarrollo de México creo que es importante.
P. ¿Cree usted que al actual canciller, Luis Videgaray, se le ha dado más poder del que usted tenía?
R. Yo creo que el canciller es una persona extremadamente talentosa, un gran amigo, compañero de partido y de proyecto desde hace muchos años. Está trabajando con todas las herramientas de la Cancillería y las capacidades que la circunstancia demanda.
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