Una fiesta clandestina en Argentina termina con un muerto

El partido de Moreno, a 40 kilómetros de Buenos Aires, es un municipio siempre golpeado por los hechos vandálicos. Secuestros, toma de tierras, robos y peleas entre bandas son moneda corriente en una región en la que viven unas 452.000 personas, una demografía superior a provincias como La Pampa, Catamarca, La Rioja o Santa Cruz. Es por ello que está considerado uno de los bastiones electorales más fuertes del país y con una gran conflictividad social. Durante la madrugada del miércoles, un joven fue asesinado de un balazo en el tórax y otros 14 resultaron heridos en una fiesta organizada para celebrar la llegada de la primavera y que fue promovida por redes sociales. El hecho sucede 5 meses después de la tragedia en la fiesta Time Warp, realizada el 15 de abril en la ciudad de Buenos Aires, donde murieron 5 jóvenes a causa del policonsumo de drogas.

“Proyecto XXX”. Así se denominó la fiesta que se difundió por redes sociales pero que terminó siendo la excusa para que dos bandas de jóvenes diriman sus diferencias a disparos, cuchillazos, piedrazos y golpes. Tanto el nombre de la fiesta, como el descontrol que allí hubo, fueron inspirados en el film británico “Proyecto X”. El escenario de la gresca fue una finca que los organizadores alquilaron a una mujer de 70 años discapacitada por 4.000 pesos (266 dólares) ubicada en la avenida Libertador (Ruta23), y el cruce de la calle Ozanam, en el barrio Las Catonas, de Moreno. “Creemos que fue engañada, que la mujer la alquiló de buena fe sin saber lo que se estaba organizando”, dijo un investigador policial.

Para ingresar, los invitados debían pagar una entrada simbólica de 30 pesos (2 dólares) y como condición debían llevar una botella de alguna bebida alcohólica. En principio se planeaba que concurrirían 150 personas, pero testigos, vecinos y empleados de una estación de servicio que se halla enfrente del terreno aseguraron que en el lugar no había menos de 500 personas. La fiesta fue promocionada por redes sociales y en esas mismas publicaciones se alertaba sobre enfrentamientos incluso antes de que comience la fiesta. “No tenemos un equipo de inteligencia que investigue las redes”, se excusó el intendente de Moreno, Walter Festa. “Lamentamos mucho lo que pasó, estamos muy dolidos. Nos hemos comunicado con las familias y brindado el apoyo”, manifestó el jefe comunal a la señal de noticias TN. Festa también anunció que se le ha pedido la renuncia a un funcionario de su administración que habría pedido un soborno a los organizadores.

Según los testigos, cerca de las 2.30 se inició una fuerte discusión entre grupos de jóvenes de distintos barrios de Moreno que generó una pelea, al instante, se desató una corrida generalizada de los asistentes de la fiesta hacia el exterior de la quinta. Esas fueron las primeras imágenes tomadas por las cámaras de seguridad del municipio. Sin embargo, la policía no pudo controlar la situación. “Muchos de los jóvenes iban con el propósito de robar. La policía empezó a tirar para todos lados (sic) y nos decía que desalojemos todo. Los oficiales se reían y nos decían ‘negras patasucias’. Nunca hicieron nada para detener la pelea”, dijo Juana, una de las jóvenes que vio los acontecimientos.

Fuentes policiales y judiciales identificaron al joven fallecido como Nicolás Matías Rivero (de 19 años), quien murió en el hospital Mariano y Luciano de la Vega de Moreno donde también fueron atendidos otros 13 jóvenes, dos de ellos con heridas cortantes y otro con un balazo en una pierna con orificio de entrada y de salida. Una de las sospechas de los investigadores es que los disparos fueron efectuados por hombres que se movilizaban en una moto y que, tras disparar varios tiros, huyeron del lugar a toda velocidad. A ese centro de salud también fueron trasladados dos jóvenes de 18 y 19 años con heridas de arma blanca, uno de ellos en el pecho y el otro en la cabeza, aunque en ambos casos están fuera de peligro y otro con un balazo en una pierna, con orificio de entrada y de salida, que fue dado de alta. Los tres organizadores de la fiesta, que contrataron pero no le pagaron a dos DJ y tampoco pidieron el permiso a la comuna para realizar el evento, permanecen prófugos de la Justicia y no hay ningún detenido por el hecho.